40-.Un vacío que otra vez llego...

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NARRA PATRICK...

Me senté en mi cama y mire hacia abajo.

Estoy solo en mi habitación, en mi vida. En todo.

No tiene mucho sentido mi forma de vivir, yo no tengo sentido. Digo, mi novia es alguien súper hermosa pero me a demostrado muchas veces que no tiene escrúpulos.

Siendo sincero no le intereso a mi amigo, el único que me queda. Henry. Siempre actúa como si nada le importara.

Juana es alguien muy... ¡Muy ella!.

-Por Dios-dije en voz baja con desesperación y tristeza-.

Patricia solo es el maldito conejillo de indias de Juana. Desearía que un día abriera los ojos, que se diera cuenta de que para esa maldita arpía ella solo es una idiota.

Ella solo usa a las personas para su satisfacción, quiere llegar lejos, quiere ser conocida y cuando Estefania estaba logrando lo que ella quiere no lo soporto. La odio, la saco, se empezó a insinuar a mi creyendo que si me tenía iba poco poco a tener todo lo que ella tiene. ¡Pero maldita sea! De que me quejo si yo solo hago lo que quiero, si yo maltrate a Estefania y seria capaz de engañar a quien sea ¿¡por qué?! porque me siento solo carajo.

-Estoy solo-dije con lágrimas en los ojos-.

Puse mi mano sobre mis ojos y las apreté fuerte en mi cara.

Rabia. Rabia. Eso es lo que siento. Solo rabia. Me siento solo. Todos me han utilizado para algo.

Excepto Francisco.

Excepto Estefania.

Y uno ya no vive.

Y a una la lastime.

Soy un total idiota.

Además, crítico a las personas ¿quien soy para criticar?, soy una patética persona que alimenta su ego a base de críticas así los demás.

Estoy tan vacío que para sentirme bien y a gusto conmigo mismo tengo que comparar me con los demás y sacarle a otros un montón de defecto que a veces ni siquiera tienen.

Lastime a la persona que se había quedado conmigo, ¿por qué?, por idiota, por eso, creí que debía cambiar, creí que así me sentiría mejor, pero.... Hacer eso solo me hizo sentir peor.

No pude cambiar. Si hubiera podido hacerlo por completo en este momento estaría teniendo sexo con Judith sintiéndome el rey del mundo, el ganador, pero en cambio estoy aquí pensando en todo, desperdiciando mi tiempo en puros lamentos.

Si sigo así al final me terminaré volviendo un verdadero idiota.
Un idiota que se siento mucho peor de lo que parece.

Yo no soy así.

No puedo seguir así.

Debo cambiar. Debo de buscar una forma de dejar de sentirme mal, de sentirme solo y sin lastimar a nadie, pero... Yo no se como.

NARRA ESTEFANIA...

Comencé a beber y beber para poder llegar al set sin que me de un ataque de pánico.

Llegue y ahí encontré a Alexandra.

No sentí ansiedad ni miedo.

-Que buena bebida-dije con una sonrisa algo tonta-.

Azael se acerco a mi algo preocupado.

-¿Estas.... Estas bien?-dijo algo preocupado-¿bebiste algo?

-¿Por qué?, ¿qué pasa?, estoy bien... Es solo que en lugar de beber un té fue otra cosa.

Azael me tomo de la mano y me llevo a mi camerino.

-Mira-me sienta en un sillón pequeño y el se arrodilla frente a mi-Vete a casa y vuelve cuando estés en todos tus sentidos.

-No quiero eso-dije bajando la cabeza-.

-¿Por qué?-pregunta tomando me de los hombros-.

-Yo quiero que acabe esto rápidamente, quiero cambiar todo esto. Yo... No quiero ver a Alexandra, quiero acabar con estoy ya. Realmente lo único que quiero es acabar con esto e ir por otra cosa, vivir como quiero hacerlo pero tampoco quiero dejarlos así como nada...

-Por favor-dice Azael cabizbajo-Yo no quiero acabar con esto, no quiero dejar esto, es lo que me queda, amigos no tengo, no tengo otra cosa mas que esto. Al salir de aquí tu vas a tu casa y puedes vivir tu vida, hacer otras cosas, pero yo... Yo me quedo en casa sin hacer nada, o salgo sólo para encontrarme con fans y cuando una me encuentra paseando solo me preguntan que hago ahí, sin nadie. Nunca se que contestar a eso....

-Yo no puedo seguir con esto.... Necesito acabar ya.

-Yo necesito que sólo por hoy me hagas caso... Ve a casa y vuelve mañana... Prometo no volver a pedir esto.

-Esta bien...

Tomo mis cosas y salgo del set algo confundida. Podría haber jurado antes que Azael tiene una vida llena de alegría, felicidad, que mil personas lo acompañan pero... Si ed realmente cierto lo que me dice yo solo puedo creer que a veces no nos damos cuenta de como vive una persona realmente.

Fui paseando por la calle ya que mi intención no era llegar a mi casa aun y le encontré a la rubia.

A la chica de cuerpo ejemplar.

Ella se acerco a mi y pude confirmar lo que me temía, en verdad es ella.

¿Cómo podría confundirla si con ese cabello rubio y esos ojos esmeralda me hacen recordarla demasiado?

-Hola Estefania-dice ella con una sonrisa coqueta-.

-¿Cómo sabes mi nombre? Podría estar segura que no te lo dije, además, no quiero saber de ti.

-Pues... Creo que siendo actriz no debes de pensar que puedes ir por la calle y nadie sabrá de ti, no tiene sentido.

-¿Cómo sabes quien soy?

-Con tiempo e internet es fácil saberlo. Pero eso no importa, ya te extrañaba-dice con una sonrisa-.

-Yo a ti no-dije algo enojada e intentando hacerme hacia atrás-.

-Mira, mira... Yo se que tienes un noviecito, que no quieres que se entere y que siente un gran remordimiento pero... No puedes negarme que te encanto estar conmigo esos momentos-dice acariciando mi cabello-.

-Y tampoco puedo negar que no me gustaría volver a hacerlo-dije retirando su mano-.

-Mira...-me dice sin perder la paciencia ni la sonrisa-Me llamo Judith y te dejare mi número ¿esta bien?, no me mal entiendas, no quiero nada contigo solo me gustaría ser tu amiga, ¿qué te parece si olvidamos lo que paso la ultima vez y solo empezamos de nuevo?

Yo con duda acepte la idea y tome su numero.

Quizás esto termine bien.

Libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora