23-.Experimento...

174 13 0
                                    

NARRA ESTEFANIA...

Me despierto a las diez de la mañana y tomo una libreta para comenzar con mi pequeño y raro experimento llamado Andrew.

Antes de poder tomar la libreta escuchó que suena mi celular, desbloqueo la pantalla y veo que es un mensaje justo de mi experimento.

-¿Quieres desayunar linda?

-Claro.

-Bien, llegare en treinta minutos.

-¿A donde vamos?

-Tu arreglate, será una sorpresa.

-Esta bien.

Me voy a bañar y a cambiar. Me pongo unas medias negras y unas falda que me llegaba un poco más arriba de las rodillas también de color negro, junto con una blusa con poco escote y magas hasta los codos, después tome unos tacones, también negros al igual que todo lo que llevaba puesto.

Observe entre mis pulceras y encontré una color oro, es simple, tiene un corazón y es delgada.

Comencé a recordar muchos momentos al tomarla.

-Jodida pulsera-susurre-.

Me la dio Patrick antes de que pudiéramos cumplir un mes. Prácticamente esa pulsera a estado conmigo desde que soy novia de él.

Deje la pulsera en su lugar y observe mi habitación.

Tome todos los peluches que el me había regalado [solo eran dos], todas las cartas que él me había escrito [solo eran cinco], todas las fotos que tenía de nosotros dos [que eran 10], tome todo, absolutamente todo lo que Patrick alguna vez me había regalado y lo saque a la pequeña terraza del apartamento.

Conseguir alcohol y cerillos.

Llene todas sus cosas de alcohol, lo empape de alcohol y después encendí varios cerro los dejándolos caer sobre las cosas.

Mire como todo se quemaba lentamente.

Como cada momento moría rápidamente. Me sentía bien, y mal.

Observaba como las llamas aumentaban cada vez más y más, como todos los objetos se quemaban rápidamente, como los osos de peluche se hacían negro hasta que las llamas comenzaron a disminuir, ya no quedaban muchos osos de peluches que quemar ni cartel que arrojar.

Ya no me quedaba nada para recordarlo.

Solo su vago recuerdo y nuestros viejos momentos. Ahora ningún objeto en forma material hará que lo recuerde.

Las cosas acabaron casi completamente de quemarse y sonó el timbre de la puerta.

El fuego ya era casi inexistente así que tome un vaso de agua y la tire para que el fuego se extinguiera por completo.

Rápidamente tome perfume y me eché en el cuerpo y la ropa para que no se notara el olor a quemado.

Y enseguida abrí la puerta.

-¿Ya estas lista?-pregunta Andrew con una sonrisa-.

-Sí, solo dejame ir por mi bolsa-contesto con una sonrisa-.

Fui rápidamente por mi bolsa y al tomarla me di cuenta de que el único objeto que no había quemado era la pulsera.

No lo dude mucho, me la puse y me fui.

-Listo-digo con una sonrisa mientras cierro la puerta del departamento-.

-Linda pulsera-dice Andrew con una sonrisa cuando salgo del departamento y cierro la puerta-.

Solo le di una risita como contestación y nos fuimos a su coche.

Llegamos a un restaurante cercano en donde sirven desayunos y cada quien pidió algo.

Cada palabra que Andrew decía, cada "te quiero", cada cosa de amor que pronunciaba intentaba no escuchar y solo contestar en automático.

Con la pulsera conmigo me sentía... Triste, y feliz.

Sentía que tenia todo y a la vez nada.

Me siento una mierda y la gran maravilla.

Esa jodida pulsera me hacia recordar a Patrick, y aveces, cuando Andrew decía te quiero, lo recordaba a él, a Patrick.

Intentaba no llorar pero solo muy excasos momentos me ganaba el sentimiento y decía que tenia que ir al baño l fingir que me llegaba una llamada para alejarme.

Mi jodido corazón aún sigue pensando en él. Y quiero que acabe eso.

Solo quiero 30 segundos, 30 segundos sin pensar en él, sin que mi corazón se destroce al recordar que ya no esta a mi lado.

Quiero descansar de este sufrimiento.

Pasamos el resto de la noche Andrew y yo.

La gran mayoría del tiempo me la pase pensando en ti. Queriendo estar a tu lado. Pero no lo estaba.

Cada vez que veo a Andrew a los ojos no le puedo decir te amo, no puedo decirle algo que va para ti.

Al verlo a él, solo lo veo como alguien más. Pero tú, al verte a ti siento que mi corazón se acelera, que mi respiración se vuelve agitada.

No importa si solo te veo en sueños o si a veces mi vista me engaña y al que veo no eres tu. Pero eso siento.

Cariño mío, Patrick, te necesito.

Necesito saber de ti.

Saber como estas, saber si me extrañas, saber si me quieres de vuelta, saber si me necesitas.

Pero también necesito saber cono olvidarte.

Es confuso. Quiero olvidarte pero quiero volver a tu lado, quiero no sentir era necesidad de estar con trigo cada cinco segundo pero quiero tenerte, sueño con que me mandes un mensaje diciendo te amo pero se que no sucedera.

Y es que no se porque sueño que un día entratar por mi puerta y flores me regalaras, al igual que la primera vez que bese tus labios.

Aun recuerdo ese día.

Llegaste de la nada con rosas rojas a mi casa, una rosa roja para ser exactos, pero no le ouse atención a eso, te puse atención a ti y te abrace.

Pasamos la tarde juntos hasta que se anochecio, nos dimos nuestro beso, un dulce y perfecto beso, te abrace, estuve a tu lado. Y cuando ya tenias que irte, te dije que te amaba, tu me contestaste que tu también lo hacías.

Aún no se si eso era verdad o solo una dulce mentira.

Pero ahora comprendo que debí haberle puesto más atención a esa rosas, debí de haber supuesto que esa rosa se marchitaría, pero quiero que me digas cariño mío... ¿nuestro amor también se marchito?, ¿o todavía sigue vivo?

Libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora