32-.Tal vez...

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NARRA ESTEFANIA...

Un beso, dos besos, tres besos que cada vez incrementaban más su rapidez. Caricias y miradas que no podía dejar de adorar.

Tantos roses, tantas caricias, tantos abrazos; dos cuerpos completamente desnudos, se encontraban tan juntos que se le podría considerar volverse uno.

Comencé a tener miedo, no quería ver la cara del tipo, sabia que no quería.

El momento llego y la cara del chico se alzo, pude sentir como mi cuerpo iba a comenzar a temblar, pero después......

Desperté rápidamente y me levante de la cama, me sentí tan, tan, tan mal.

En ese momento estaba temblando, estaba ansiosa; cada vez que tengo ese sueño siempre termino mirando la cara de alguien que no quiero ni el recuerdo de sus sombra, a pesar de que lo amo, o lo llegue a amar, la verdad no lo se, pero no lo quiero volver a ver.

Sonó mi celular y di un pequeño salto por el susto.

Conteste la llamada e intente calmarme.

*Inicio de llamada*

-Buenos días-dice una dulce voz-.

-B..buenos días-dije dudosa-.

-¿Cómo estas mi amor?-pude reconocer la voz. Es Andrew-.

-Yo...yo-dije mas calmada-Estoy bien, me alegra de que llames, ¿tu cómo estas?

-Estoy bien, quiero verte.... ¿Crees que te pueda ver hoy?

-Claro que sí, me encantaría poder verte.

-¿A dónde quieres ir?

-No lo se, sorprendeme-dije con una sonrisa, aún que sabia que Andrew no podía mirarme-.

-Bien... Pasare por ti en una hora-dice Andrew contento-.

*Fin de la llamada*

Coloque mi celular a un lado de mi almohada y deje que mi cuerpo cayera en la cama.

-No quiero dejarlo ir-susurré levemente mientras cerraba mis ojos con tristeza-.

Lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas. No quería, no quiero.

No quiero olvidarlo, no puedo olvidarlo.

Si él se va... Se van mis pocos amigos.

Se va el recuerdo de Francisco.

Si Patrick se aleja ya no podre estar con Henry ni con Patricia, no me querrán volver a dirigirme la palabra. Y Juana.. Pues, ella no me quiere ni siquiera cerca de Patrick.

Pero... ¿Por qué quiero estar con ellos?.. Yo.. Solo quiero a Francisco.

Quiero regresar a los viejos tiempos, quiero ver su cara, quiero abrazarlo, quiero cantar feliz al lado de todos ellos. No quiero esto, no quiero estar sola, no quiero olvidarlos, no quiero tratar a las personas como experimento, no quiero ser así, no quiero estar sin ellos. Yo solo quiero volver a ser feliz.

NARRA JOHN...

Me dirigía a la casa de Francisco mientras fumaba un poco de Maria Juana.

Un tipo se me acerca pero no le presto atención y me siento recargandome en la puerta de Fran.

-¿Quién eres tú?-pregunta el chico que se me está acercando-.

-Puedes llamarme John, ¿y tu amigo?-dije tranquilamente-.

-Soy Patrick... ¿estas consciente de que aquí no vive nadie?

-Estoy tan consiente de eso.

-¿Y qué haces aquí?

-Sólo extraño al tipo que vivía aquí.

-¿Fran... Francisco?-la voz de Patrick se hizo tan delicada que parecía que comenzaría a llorar-.

-¿Lo conoces?-pregunte confundido-.

-Era su mejor amigo.

-Oh... Yo.. Yo era su primo.

-Bueno-dice intentado que si voz suene mas fuerte-No tiene sentido que este aquí, él ya no esta vivo. No tiene sentido apegarse a algo que ya no esta.

Me quede sorprendido, esa era una frase muy cierta, sin embargo, no deje que mi cara reflejara eso.

-Tal vez tengas razón... Pero me gusta estar aquí-dije relajadamente-.

Patrick asintió levemente y se fue.

Me quede un par de minutos ahí, de hecho, no fueron un par, fueron los suficientes como para ya casi llegar a una hora.

Decidido a levantarme coloque mi celular dentro de uno de mis bolsillos.

No sabía que hacer en lo que restaba del día. Aún no conocía a nadie, solo a la chica que me tope en casa de Fran y a Patrick. Mucho menos quería volver a mi casa.

Patrick, que salia de su casa, se acerca a mi nuevamente.

-Ya se que te gusta estar aquí, lo note, pues llevas aquí una hora-dice intentando ser amigable-¿qué haces a parte de esto?

-Estar en mi casa, en mi habitación mirando películas, viendo anime, tocando guitarra o jugando videojuegos. Casi nunca salgo, pues no conozco a personas aquí-dije relajadamente-.

-¿Qué tal si te presento a algunas personas?

-Suena bien, ¿cuándo?

-Ahora mismo, si puedes. Iré a casa de un amigo y pues ahí estaremos viendo películas o series o tal vez, si tengo suerte, creepypastas.

-Sí-dije con una muy leve sonrisa-.

Guarde los audífonos y seguí a Patrick.

NARRA ESTEFANIA...

Me encontraba en un cuarto oscuro, era muy grande, muy muy grande. Estaba sola. No importaba hacia donde caminara, hacia donde fuera, todo seguía igual, negro, negro, negro.

De repente, vi a alguien, alguien que poco a poco se hacia más y más grande. Tenía una capucha negra, no podía ver su cara.

Me asuste más, más, más y cada vez mucho más. Mi respiración aumento provocando que casi no pudiera respirar, y eso, eso que poco a poco se acercaba a mi no se detenía ni unos segundos.

Eso sabia que tenía miedo, sabia que no había nadie para salvarme.

Me dio tanto miedo que cuando eso ya estaba a unos centímetros de mi pude despertar.

Al despertar pude notar que tocaban la puerta y que estaba muy sudada.

-Y...ya voy, ya voy-dije rápidamente intentando calmarme-.

Rápidamente cerré la puerta de mi habitación, le puse seguro y me mire en el espejo.

Con una toalla que tenía cerca me limpie la cara y me puse un poco de maquillaje.

Ya estaba lista para salir, estaba cambiada, arreglada, bañada, lo único que me faltaba era maquillar.

Salí de mi habitación y ahí vi a Andrew sentado en la sala junto con Nicolás.

-Hola-dije con una sonrisa-.

-Hola-me contesta Andrew con felicidad-.

-Hola-dice Nicolás con algo de sueño-.

-¿Estas bien?-pregunta Nicolás algo confundido-.

-Sí, estoy bien-dije esforzándome un poco mas en mi actuación-¿Nos vamos Andrew?

Andrew asintió con la cabeza y se levanto del sillón.

Primero fuimos a desayunar, luego a ver una película, después nos dirigimos a su casa.

Llegamos a su casa, no había nadie, luego entramos a su habitación.

Libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora