NARRA PATRICK...
-No comprendo que es lo que quieres-le digo enojado a Juana-.
-Quiero que me hagas caso, quiero tu atención-dice Juana desesperada-.
-Estoy en una estúpida tienda para mujeres. Eso ya es mucho.
-Solo dime como me queda este vestido-dice intentando hacer una pose sexy-.
-Te vez como un hipopótamo mal forrado en tela.
Juana se enoja, hace caras de disgusto y se va a los probadores a ponerse su ropa.
Ya no podía aguantar más tiempo desperdiciado ahí así que saque dinero de mi billetera, lo deje dentro de su bolsa, la cual abandone cerca del probador y me fui.
Llegue a un restaurante para desayunar y una mesera muy sexy me atendió.
Tiene el pelo rubio un poco más abajo de los hombros, ojos color esmeralda, una cara delgada y deliniada al igual que sus cejas, unos ojos grandes que quedaban a la perfección con su nariz y sus labios un poco carnosos.
Mientras que su cuerpo era escultural. No tenia mucho pero tampoco le faltaba.
Sus glúteos redondos que se podían ver perfectamente bien por el pantalón que llevaba, sus senos levantados y perfectos que le quedaban a la maravilla con esa blusa del local.
-¿Qué desea ordenar?-dice con una sonrisa pícara-.
La chica saca de su delantal pequeño y blanco sujetado de su perfecta cintura una pequeña libreta y una pluma.
-Deseo ordenar su nombre-digo con una sonrisa atrevida-.
-Me temo que eso no se podrá por ahora-dice jugueteando con sus dedos en la mesa-.
-Bien....-digo aun interesado en conseguir su nombre y su número-.
Después de unos segundos mirándola a sus bellos ojos le pedí que me traje huevo con tocino y un jugó de naranja.
Ella se alejo y yo tome mi celular. Tenia cinco mensajes y dos llamadas perdidas de Juana. Todos los mensajes me preguntaban que donde estaba y que me mataría si no vuelvo.
Decidí llamarla.
Inicio de la llamada.
-¡Al fin llamas! ¿donde estas?-dice Juana enojada-.
-Mira, ya me tienes harta, en tu bolsa te deje dinero para tu estúpida ropa. Ya no quiero verte, ¿me entendiste?-digo enojado-.
-Bien...-se escuchó algo triste Juana pero no le hice caso y termine la llamada-.
Fin de la llamada.
La mesera se acerca con mi comida y cuidadosamente la deja en la mesa.
-Solo entrego un poco de comida y se acaba mi turno-dice con un pequeño gesto de disgusto-.
-Que lastima... Me hubiera encantado conocerte-digo con un pequeño gesto de tristeza-.
La chica escribe en su libreta, arranca el papel y me lo da. Al tenerlo en mi mano veo que es su nombre y su número.
-Bueno... Judith, sera un placer invitarte a salir hoy en la noche.
-Estaría encantada pero ni siquiera se el nombre del caballero que me invita a salir.
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Libertad.
De Todo"-Pide un deseo-dice sosteniendo un diente de león en su mano-. -Mi libertad-le contesto después de soplar con todas mis fuerzas el diente de león que ahora estaba en el aire-." Libertad. ¿Lees esa palabra? Solo son siete letras unidas, pero tienen...