Capitulo 2

633 44 1
                                    

En si la fiesta parecía demasiado informal, pero luego ves como están vestidos los invitados y parece más elegante de lo que supone. Me acerque a una mesa que está ubicada a la izquierda del living, tengo la garganta seca, necesito algo para beber. Con el vaso en la mano y apoyada en la mesa comencé a saludar a las personas que pasaban junto a mí. Realmente no las conocía y no sabia quienes eran, pero no quería parecer mal educada. Y ahí estaba parada yo, tratando de fingir una sonrisa, esforzaba alguna cada vez que alguien se me acercaba. De vez en cuando alguien me hablaba, tratando de hacerme recordar de donde los conozco, pero no los recordaba aunque fingía si hacerlo. Me siento más sola que nunca, desde acá puedo notar la falsedad de estas personas, especialmente la de Nicole y Josh, la hipocresía en sus miradas, siempre fingiendo ser más que los demás. No puedo evitar pensar en que si Ian estuviera acá seria todo mucho mejor.


Estoy pensando muy seriamente en irme ahora mismo, mi madre no lo notaria, solo pensarían que me fui junto con las demás personas, pero luego recordé que mi mama pasa cada dos por tres para ver donde estoy, en este mismo momento acaba de pasar entre la multitud, le regale una sonrisa, tratando de fingir felicidad, detesto ser falsa. De repente los rostros comenzaron a sentirse familiares, quizás, después de todo si los conocía, salvo por una. Desde acá puedo sentir su mirada clavada en mí, lo mire de reojo, disimuladamente, pero de inmediato quito su mirada, lo observe por un momento, esta justo al frente mío, detrás de toda la multitud, apoyado en la mesa del otro lado de la habitación igual que yo. ¿Sera verdad o me estoy viendo en un espejo? Su traje es demasiado negro como para compararse con mi vestido rosa, con el cabello oscuro algo despeinado y unos ojos color miel, bastante atractivo como para estar solo. Volvió a mirarme y sus labios dibujaron una sonrisa, quite mi mirada rápidamente, mirarlo fijamente mientras pienso no fue una buena idea. Volví a mirarlo y esta observándome, trate de evitar su mirada con disimulo, pero me sentí más obvia al notar que mis mejillas comenzaban a arderme. Muy lentamente volví a levantar la mirada, pero ya no estaba. Comencé a buscarlo entre la multitud. Mi estomago se revolvió cuando vi que estaba caminando entre la gente, acercándose a mí. Intente evitar su mirada que esta fija en mi, le di un sorbo a mi bebida intentando parecer distraída, como si no lo hubiera notado, pero en un parpadeo ya estaba frente a mí.


-Hola-Saludo con una sonrisa. Levante la mirada y lo observe, de cerca es más atractivo.

-Hola-Conteste devolviéndole la sonrisa.

-Soy...-Dijo algo tímido. –Gonzalo-Y estiro su mano.

-Zoe-Conteste estrechándola.


No me pregunten cómo, pero comenzar una charla con aquel desconocido no se hizo muy complicado. Se paro junto a mí y los temas de conversación comenzaron a fluir. Entre risas y pequeñas miradas comenzaron a pasar las horas, de repente sentía que estábamos solo nosotros dos en esa enorme habitación, como si no existiera nada más. Los susurros desaparecieron y solo escuchaba su voz, realmente estaba encantada, fue maravilloso no recordar nada de nada, en ese momento, no existieron los problemas, las preocupaciones, ni nada, solo nosotros dos.


-Zo-Llamo mi mama mientras intentaba pasar entre la multitud.

-Mama-Dije con una sonrisa.

-Hola-Saludo sorprendida. -¿Cómo estás?-Le pregunto mi mama a Gonzalo.

-Bien, gracias por preguntar-Contesto amablemente.

-Ya se conocieron-Dijo mi mama con una sonrisa.

-Si-Dije algo sorprendida. –Comenzamos a hablar hace un momento.

-Que bueno-Sonrió mi madre. –Zo tu padre llamo, quería saber a qué hora vas a volver, es que, como no llegabas se preocupo-

-¿Se preocupo?-Pregunte sorprendida. -¿Qué hora es?

-Ya son la una de la mañana-Contesto mi mama mientras observaba el reloj en su muñeca.

-¿La una?-Pregunte aun mas sorprendida.

-Si-Contesto ella.

-Creo que ya es hora de que me vaya, se suponía que debía
irme hace dos horas-Comente con una sonrisa mirando a Gonzalo, él sonrió también.

-Está bien, te acompaño hasta la puerta-Ofreció mi mama.

-Está bien-Dije con una sonrisa. –Chau, fue un placer conocerte-Me despedi mientras le dedicaba una tierna sonrisa a Gonzalo.

-El placer fue todo mío-Dijo con una sonrisa. –Hasta la próxima.


Mi mama me acompaño hasta la puerta. Luego de otro saludo me dirigí a mi auto y comencé a conducir hacia mi casa. Es casi imposible no pensar en lo sucedido hace un momento, jamás en mi vida me había pasado algo así. Comencé a reír sola en el auto, recordando las absurdas conversaciones, creo que hasta llegue a ruborizarme, es increíble lo que acababa de pasarme.


Llegue a mi casa y subí directo a mi habitación, no sin antes avisarle a mi papa que ya había llegado. Me puse el pijama y me metí en la cama. Sus ojos miel y su sonrisa aparecen en mi mente haciéndome sonreír como tonta. Los recuerdos de aquel momento que había pasado hace unos minutos no me dejaban conciliar el sueño. Nunca me había pasado algo así, jamás un desconocido me había caído tan bien a la primera charla, hasta este entonces nadie había podido hacerme olvidar de todo, al menos por un momento. Fue una sensación increíble. Una pregunta apareció en mi mente y no pude quitarla de allí ¿Estará enamorado? Un gusto amargo apareció en mi boca al imaginarme como una tonta haciéndole sonrisitas mientras alguien lo espera en su casa, la melancolía se apodero de mis ojos provocando que se humedezcan. Ian. Voltee en mi cama quedando en posición fetal y respondí a esa pregunta con una súplica que se repetía una y otra vez en mi mente hasta que concilie el sueño. "Por favor no estés enamorado de alguien más" "Por favor, no tengas a alguien esperando por ti".


------------------------------------------------------

Las dos ultimas frases pertenecen a la canción Enchanted de Taylor Swift :3 

Mi Príncipe Azul [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora