Capitulo 16

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MARATÓN 2/4


Volví a estar muy cerca de él. Afortunadamente no había nadie en el living, al parecer están todos en la sala de juegos que está un poco más al fondo. AustIn comenzó a subir las escaleras, una vez arriba se acerco a la puerta y yo la abrí, llegamos al balcón y él me sentó en el pequeño sillón. Trajo dos almohadas de mi habitación y una puso en la punta del sillón así levanto el tobillo.


-Gracias-Volví a decir. –Creo que son demasiadas molestias.

-No es nada Zo, deja de agradecerme-Dijo con una sonrisa.


Puso la otra almohada en el piso y se sentó en ella, utilizando el sillón como respaldar. Es como si estuviera sentado junto a mí, pero un poco más lejos. Desde acá puedo apreciar su perfectamente despeinado cabello, me dan ganas de alborotarlo aun más, pero desvió la mirada. Observo el hermoso paisaje ahora empapado a causa de la lluvia. La temperatura ha disminuido, y la lluvia parece no querer cesar. Austin me dedica una mirada fugaz y en ella encuentro una sonrisa.


-¿Estas aburrida?-Me pregunta.

-No-Conteste de inmediato, vuelve a voltear para mirarme. –Esto es relajante.


En realidad mi tobillo no estaba esguinzado simplemente era una torcedura, después de ese día con Austin comenzamos una rutina. Luego de desayunar nos dirigimos al centro a comprar algunas cosas, después del almuerzo un recorrido por el bosque, a visitar el lago o quizás a recorrer un poco cerca de la choza. Luego un rato en la piscina, sinceramente hasta que nos aburramos, después de cenar quedarnos un rato en el balcón hasta que el sueño nos invada. Ya ha pasado dos semanas y todavía no nos hemos cansado del otro. Austin siempre encuentra un tema nuevo de conversación y cuando nos aburrimos simplemente pasamos a la siguiente actividad o hacemos alguna que otra cosa diferente, como ir al cine, pasear por el centro o quizás ir a la feria.


Es jueves por la tarde, y luego de cenar con Austin nos dirigimos al balcón. Ambos estamos sentados en el sillón observando el tranquilo y hermoso paisaje. La luna esta justo arriba de las copas de los arboles, está en su fase mas grande, le da un toque precioso al paisaje.


-Este sábado mis padres darán una pequeña fiesta en el patio-Comento Austin de repente.

-¿A si? ¿Qué festejamos?-Pregunto.

-Aniversario de mis padres-Contesto.

-¿Vendrá mucha gente?-Pregunte algo entusiasmada.

-Si, han enviado las invitaciones la semana pasada, cumplen veinticinco años de casados-Dijo con los ojos abiertos.

-Woow. Eso es mucho.

-Es cierto-Contesto. –Así que, creo que conocerás a toda la familia-Dijo con una media sonrisa.

-No quieres que vengan-Afirme.

-No soy muy amante de las fiestas familiares-Contesto con el gesto torcido.

-Suena a mucha gente-Comente.

-Es cierto-Finalizo. El reloj marca las dos de la madrugada, creo que ya es hora de que me vaya a dormir.

-Creo que ya es tarde, me iré a dormir-Anuncie con una media sonrisa.

-Está bien, también me iré a dormir- Me puse de pie y me despedí.

-Adiós-Dije con una sonrisa, me acerque y bese su mejilla, demasiado cerca de la comisura de su boca. Me aleje y clavo su mirada en mi hasta que entre a mi habitación.

-Que descanses-Dijo. Me tire en la cama y de inmediato concilie el sueño.


La mañana siguiente parecía algo alborotada, todos iban de acá para allá y yo no entiendo anda. Entro en la cocina y me encuentro con Austin bebiendo un juego de naranja.


-¿Quieres?-Me pregunto señalando su bebida.

-Si-Conteste algo rara. -¿Qué sucede?-Pregunte. –Todos parecen enloquecidos.

-Es por la fiesta de mañana, mi mama se despertó queriendo hacer todo hoy-Comento algo malhumorado. –Mira la lista que me dio-Dijo mostrándome una hoja llena de cosas que comprar. –Nos tomara toda la mañana.

-¿Y que tiene? Creo que es mejor estar afuera que en este loquero-Dije, mis palabra le causaron gracia. –Como algo y nos vamos.

-Ok-Contesto.


Luego de un largo camino, comenzamos a dar vueltas por todo el centro de Córdoba hasta que conseguimos todo, el baúl del auto junto con el asiento trasero, habían quedado completamente llenos.


-¿Quieres que vayamos a tomar un helado? Aun nos queda tiempo-Propuso mirando el reloj.

-Claro-Conteste. Entramos en la misma heladería de la primera vez y nos sentamos en el mismo lugar. -¿Puedes creer que ya pasaron dos semanas desde que vinimos por primera vez?-Pregunte abriendo los ojos.

-Si, no puedo creer que solo nos quedan dos semanas mas-Dijo algo apenado.

-Aca-Declare. –Recuerda que me tendrás que soportar cinco meces mas luego de estas vacaciones-Dije hablando del contrato.

-Es cierto, había olvidado completamente eso-Admitió pensativo.

-Lo supuse- Dije entre risas.


Luego del helado volvimos al loquero de aquella casa. Resulta que había llegado un camión con un montón de mesas y sillas, junto con los manteles, cubiertos y todo. Esa casa es un caos. Apenas llegamos nos mandaron a hacer cosas. Miriam es muy perfeccionista, adora hacer todas estas cosas por sí misma, el problema es que nos tiene a todos involucrados. Acomodamos las mesas junto con las sillas, los manteles y todo, cuando por fin terminamos ya era de noche y mis parpados me pesan. Entre nuevamente a la casa y note que había cocineras preparando todo el menú para mañana. Aunque ya habíamos hecho todo, la casa continuaba siendo un caos. Me prepare un sándwich e ignore a todos, me despedí y me fui a mi habitación, no sin antes decirle a Austin que me iría a dormir directamente.


Luego de comer el sándwich me acosté en mi cama y simplemente concilie el sueño pensando en que mañana será un largo, largo día.



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Mi Príncipe Azul [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora