Capitulo 3

582 45 4
                                    

Me desperté con una sonrisa, una de esas que hace ya tiempo no aparecían en mi rostro. Baje las escaleras y mi buen humor llamo la atención de Marta.



-Buen día-Dijo con una sonrisa aun mas grande que la mía.

-Buen día-Conteste con el mismo tono mientras tomaba una taza de la alacena. Marta me observo un momento sin disimular en lo mas mínimo.

-¿A qué viene ese buen humor?-Pregunto con una sonrisa picara. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no note su tono entusiasta.

-Nada, nada-Conteste luego de reaccionar.

-¿Segura?-Pregunto en el mismo tono.

-Segura-Conteste lo más convincente posible, ella sonrió y siguió con lo suyo.


Vertí un poco de café en mi taza y me apoye contra la mesada, mientras pensaba en el uno por ciento de probabilidad que tengo de volver a ver a Gonzalo. Sonreía ante mis pensamientos y Marta de vez en cuando pasaba y me dedicaba una de sus miradas picaras, que hacían que me ruborice. El timbre sonó y encontré la oportunidad de salir de la cocina y esquivar la mirada intimidante de Marta.


-Voy yo-Dije, deje la taza arriba de la mesada y me dirigí a la puerta principal.

-Si claro, hacete la tonta-Grito Marta desde la cocina. Comencé a reír ante su expresión.

-Eso no es verdad-Dije entre risas mientras abría la puerta.

-Hola-Saludo una voz del otro lado. Me quede completamente congelada y la sonrisa se borro de inmediato de mi rostro.

-Hola-Apenas pude decir.

-¿No me invitaras a entrar?-Pregunto Noa con una sonrisa, tratando de que la incomodidad se evaporizara. No pude decir nada, me sorprendía muchísimo ver a Noa después de tanto tiempo, en realidad, no estoy completamente segura si quiero que entre.

-Noa-Dijo Marta que habia aparecido detrás de mi.

-Marta-Contesto ella con una sonrisa.

-Pasa querida, hace mucho tiempo que no te veo por aquí-Comento Marta mientras abría la puerta y me dejaba completamente en segundo plano.

-Gracias-Contesto ella amablemente. Entro, y se dirigió al living junto con Marta. Cerré la puerta y respire profundo, nunca creí que se me hiciera tan difícil hablar con ella. Apareció nuevamente Marta y su cara se notaba rara.

-Al menos podrías ser un poco más respetuosa-Dijo retándome. –Ve, ¿o pretendes que yo este con tu amiga?-Mire por un momento como Marta entraba a la cocina, estuve un parada junto a la puerta esperando que un milagro pasara. Mire de reojo a Marta y ella me hizo un gesto incitándome a que vaya junto a mi amiga. Respire profundo y comencé a caminar hacia el living.

-Esto es difícil ¿No?-Pregunto Noa cuando me vio entrar. Su sonrisa hizo que me relajara un poco, recordé lo tranquilizadora que puede llegar a ser.

-Si-Admití luego de soltar un suspiro. –Más de lo que crees- Sonreí y me senté junto a ella.

-Vine a disculparme Zo-Confeso apenada, la observe atenta, completamente congelada. –Se que debí habértelo dicho, pero quiero que entiendas, no era mi secreto-Dijo arrepentida.

-Lo sé, y... ¿Sabes? Esto ha sido muy duro para mí, y no he tenido a mi mejor amiga para que me ayude a superarlo-Comente apenada.

-Lo sé, y eso es lo que más me duele-Sus ojos se cristalizaron y pude notar que los míos también. –Fui una tonta y no supe que hacer- Dijo, luego espero un momento. –Nunca creí que se palearían por esto, nunca... vi, la gravedad del asunto-Soltó un suspiro mientras su mirada estaba posada en sus dedos entrelazados.

-Esto no es tu culpa Noa, esto es asunto de él y mío, y... aunque te hayamos dejado en el medio... tú no eres la culpable de nada- Sonreí para demostrarle que las cosas estaban bien con ella.

-¿Eso quiere decir que me perdonas?-Pregunto entre palabras. Suspire.

-Te perdone cuando me hiciste sonreír hace un momento-Admití con una sonrisa y luego la abrace. La extrañe demasiado como para seguir con esta pelea que no es suya.

-Gracias, te extrañe muchísimo-Confeso en un suspiro de alivio.

-Yo igual.


Marta apareció con unas tazas de café y sonrió al vernos abrazadas. No dijo nada, pero su sonrisa victoriosa mostraba más felicidad que nosotras. Tome un sorbo del café y Noa hizo lo mismo, mientras que miraba a la nada como debatiendo algo.


-Zo-Dijo finalmente llamando mi atención, llevaba un momento sin decir nada y su voz esta apagada.

-¿Si?-Dije luego deje la taza en la pequeña mesa. Noa me miro con frustración, como dudando si decirlo o no, pero finalmente prosiguió.

-¿Por qué no le contestas los mensajes a Ian?-Pregunto en un hilo de voz. Mi rostro cambio rotundamente, lo veía venir, pero no creí que tocaría el tema de inmediato.

-¿Viniste a preguntarme eso?-Pregunte a la defensiva. –Hace como dos meces que no nos vemos y lo único que se te ocurre para preguntarme ¿es eso?

-Lo siento Zo, sé que no quieres hablar del tema...

-Entonces ¿Por qué preguntas?-Pregunte interrumpiéndola.

-Porque él también está mal, y al igual que tu, es mi mejor amigo-Admitió, y dijo lo último en un hilo de voz. Suspire e intente no mirarla, un nudo se formo en mi garganta. –Zo, él necesita hablar contigo-Dijo casi en un susurro.

-Pero yo no, me quedo todo más que claro-Conteste a la defensiva.

-¿Claro? Zo no seas testaruda, no sabes ni la mitad de la historia- Insistió defendiéndolo.

-Estoy segura de que tu si la sabes, pero yo, lo único que se, es que me enamoro y me ilusione, ¿Y para qué? Para luego jugar con mis sentimientos y romperme el corazón-Dije entre lágrimas, no pude evitarlo, comenzaron a caer sin que tuviera la oportunidad de retenerlas.

-Tú sabes que eso no es verdad- Noa esta utilizando su voz tranquilizadora, pero en lugar de tranquilizarme hace que me enoje aun mas.

-Para mí sí que lo es, es lo único que sé, porque es lo que me hizo-Dije entre suspiros, la voz me tiembla y estoy segura de que Noa nota lo disgustada que estoy.

-Zo, deja que te cuente como fue todo, que te diga porque lo hizo y porque se le fue de las manos-Insistió, luego guardo silencio. –Deja que te cuente su lado de la historia.

-No quiero escucharla, tuvo ocho años para hacerlo-Finalice, seque los restos de lágrimas y trate de parecer fuerte. Ella guardo silencio, al parecer, entendió que no iba a convencerme. -¿Eso es todo?-Pregunte.

-¿Ya estas echándome?-Pregunto en forma burlona.

-Claro que no, solo que no quiero hablar de él ¿sí?-Dije tratando de tranquilizar mi respiración agitada.

-Está bien, no lo volveré a hacer-Prometió dándole fin a la conversación, luego me abrazo y más tarde la charla continuó su rumbo en otra dirección. Me conto que había entrado a la universidad, y comenzaría su estudio para finalmente poder ser administradora de empresas como siempre había anhelado. La charla continuó, los temas fluían y sentí como si este tiempo que estuvimos separadas jamás había existido, como si nunca hubiera pasado nada.


--------------------------------------------------


No se olviden de dejar sus comentarios :3 Gracias por seguir la novela, estaba dudando en si iban a seguirla o no, asi que se los agradezco :D

Mi Príncipe Azul [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora