Capitulo 32

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Esa noche la cena fue casual, con Austin decidimos que daríamos la noticia mañana en el almuerzo, así tendríamos esta noche para hablar en privado con nuestros respectivos padres, es obvio que en mi caso solo tendría que hablar con mi papa, ya que mi mama no estará en contra de mi casamiento. Ambos decidimos que lo anunciaríamos mañana así la ceremonia puede llevarse a cabo el lunes por la tarde. Luego de la cena puse en marcha mi plan, fui a mi habitación y me puse mi pijama. Camine de un lado a otro nerviosa, le dará un paro cardíaco a mi papa, me dije una y otra vez –Tu puedes Zo, tu puedes- Pero los nervios no se van. Finalmente sacudí mis manos tratando de aliviar mis nervios y respire profundamente. Abrí la puerta decidida y me dirigí a la habitación de mi padre. Golpee la puerta en tres golpes secos y continuos, mi estomago da vuelta y mis manos tiemblan. En solo unos pocos segundos mi papa abrió la puerta y se sorprendió al verme.


-Zo-Dijo con una sonrisa. –Pasa, ¿Sucede algo?-Entre sin decir una palabra, su habitación es como la mía, solo que tiene un color neutral y no es tan grande. Atravieso la habitación tratando de parecer ligera y me siento en su cama. Él cerró la puerta y su expresión cambio a preocupación. Me miro fijo a los ojos y sonreí junto con un pequeño suspiro.

-Debo hablar contigo-Solté sin ningún problema, su expresión se suavizo, pero mantuvo el ceño un poco fruncido. Finalmente se sentó junto a mí.

-¿De qué quieres hablar?-Preguntó. Solté un suspiro y pensé en una forma rápida de empezar la conversación sin que se sobresaltara.

-Del testamento de la abuela-Dije finalmente.

-¿Qué sucede con eso?-Pregunto acercándose un poco a mí.

-No está de más decirte, que para mí, eso no es más que un papeleo, y Austin piensa igual que yo-Al decir su nombre cerró los ojos y froto su frente, como prediciendo lo que diré. Abrió los ojos y miro fijamente mi mano, levanto la mirada con la boca entre abierta sin creerlo. –No es lo que piensas-Dije sobresaltada, quiero aclararlo antes de que piense cualquier cosa.

-Hija ¿Eso es una anillo de compromiso?-Pregunto con el ceño fruncido.

-En realidad no, o si, no lo sé-Conteste confusa trabandome con mi propia lengua. Solté un suspiro y continúe. –Mira, es un anillo que solamente, simboliza nuestro noviazgo- Su boca callo y su mirada quedo inexpresiva. –Ambos sabemos que somos muy jóvenes para casarnos, y que dos semanas de conocernos no es suficiente- No dije nada por un momento, observe a mi papa con su mirada fija en el anillo, ¿En que estará pensando? –Mañana lo anunciaremos al resto de la familia, en el almuerzo, queremos que el papeleo sea aquí-Solté casi susurrando. –Si las cosas van bien, queremos que sea el lunes por la tarde-El silencio abundo en la habitación, me siento como si no estuviera hablado con nadie, sus ojos parecen tristes y todavía están clavados en el anillo. –Pa-Dije tratando de llamar su atención. –Pa-Repetí, finalmente levanto la mirada.

-Si es lo que quieres-Dijo en un hilo de voz. Se levantó de la cama y se dirigió a la puerta. –Creo que ya es hora de que vayas a dormir-Objeto en el mismo tono. Moví mi cabeza de un lado a otro negando, no pienso moverme.

-No me iré hasta que me digas cual es el problema, habíamos quedado de que las cosas serian así-Cuestione decisiva, irreconocible hasta para mí.

-Es por eso Zoe, ya no hay nada más que hablar.

-Papa-Dije objetando. –Es... solamente adelantarlo-Explique. –Papá ya hablamos de esto, son solo cinco meses.

-¿Y qué sucederá después?- Su voz parece ajena a toda la discusión, ya que, al parecer solo yo hablaba. -¿Y si después se convierten en ocho, diez meses? ¿Y si después hay una verdadera boda? ¿No volverás nunca más a casa?- Su última pregunta hizo que el resto del rompecabezas se terminara de armar, asi que ese fue el problema desde un principio, todas esas excusas y piedras en el camino, siempre fue eso. Mis ojos se nublaron y una sonrisa apareció en mi rostro. Me levante de la cama y me acerque a él, Lo enrede entre mis brazos y el correspondió el abrazo.

-Que me case no significa que te abandone, además...-Dijo separándome un poco de él para poder verlo a los ojos. –Esto es solo por un tiempo, y si funciona o no, no interesa, nunca te podrás librar de mi, siempre seré tu hija y tu siempre serás mi papa, y eso no lo cambia ni un anillo ni nada.

-¿Lo prometes?-Pregunto acariciando mi mejilla y su voz sonando aun preocupada.

-Lo prometo-Conteste, luego volví a abrazarlo. El abraso duro más de unos pocos minutos. Luego una sonrisa apareció en su rostro cuando se aparto solo un poco.

-Asi que, ¿este "papeleo" será como un sello de su noviazgo?-Pregunto.

-Algo así, Austin tiene una manera rara de dar vueltas las cosas. El papeleo seria noviazgo, y él, al igual que yo, cree que un verdadero casamiento es por iglesia, no atreves de un papeleo-Sonrió ante la palabra "Papeleo" creo que la escuche y la nombre más de cien veces en el día de hoy.

-Entonces... ¿Tu estas feliz con eso?-Pregunta acariciando mi mejilla.

-Sí, esto es algo que debo hacer, y ¿Que mejor persona que Austin para hacerlo?- Pregunte sonriendo, mi papa me observo por un momento, sus ojos clavados en los míos, como si intentara decirme algo, luego estiro nuevamente su brazo y me abrazo como hace un momento. -Entonces... ¿Recibo tu pulgar arriba?-Pregunto con una sonrisa junto con mis dos pulgares arriba.

-Solo si prometes ir a visitarme seguido-Objeto. Sonrió de oreja a oreja y asentí. –Entonces si-Contesto con sus pulgares arriba. Volvió a abrazarme y beso mi frente. –Te amo Zoe.

-Yo aun mas-Conteste.


Luego de desearle buenas noches a mi papa me dirigí a mi habitación. Me acosté en mi cama abrazando fuerte el oso de peluche que Austin me regalo y concilie el sueño casi de inmediato.


<<-Tienes un prometido-Susurro. Un nudo apareció en mi garganta y mis ojos comenzaron a humedecerse lentamente. –Dijiste que no ibas a casarte-Dijo en el mismo tono y agacho la mirada hacia un costado.

-Eso no es problema tuyo-Conteste fría, la respiración se me entrecorta.

-Zoe tú no tienes porque hacer eso-Susurró pero en forma enojada.

-Esto no es problema tuyo Ian.

-Todo lo que tenga que ver contigo es problema mío Zo>>


Abrí los ojos alerta sentándome en la cama, con la respiración agitada y gotas de sudor en todo mi rostro. Frote mi frente tratando de tranquilizarme, pero mi corazón late a mil por segundo. Volví a apoyar mi cabeza en la almohada comenzando a tranquilizarme. Eso no puede ser verdad, nosotros ahora somos amigos y esto realmente no debería molestarlo, se supone que él entiende todo esto ¿No?   


Mi Príncipe Azul [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora