Capitulo 34

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  Esa noche no pude dormir. Aquella sensación extraña que tuve el otro día se transformo en paranoia. Todo el tiempo siento que alguien me está mirando. Observo el reloj de mi mesa de luz, 3am. Sigo con la duda de porque Ian me pidió que vaya al lago. ¿Qué quería decirme? ¿Quería preguntarme algo? Me levante de la cama y salí al balcón, quizás pueda encontrarlo aquíesta noche y preguntarle. El aire es fresco, pero la brisa es suave. Me apoyo en el barandal y observo el patio. Mi mama y Miriam decidieron que pondría un techo artificial para poder hacer la ceremonia en el patio, llamaran a un ministro conocido de su familia y luego saldremos a cenar. Mi madre hizo un comentario, de que esta noche sería la última en la que dormiré sola, el cual a mi padre no le gusto mucho. Por otro lado, Eduardo, el papa de Austin, dijo que cuando volviéramos a Buenos Aires, nos regalara un departamento cerca del estudio de Austin, para que vivamos juntos. Siento nostalgia, creí que luego de este viaje tendría al menos unos días para volver a mi casa, junto con mis cosas y poder dormir en la misma cama que he dormido los últimos ocho años de mi vida. Pero bueno, creo que esos son unos de los sacrificios que debe hacer cada uno cuando toma decisiones. Un aire frio hace que me estremezca. Me acerco a la puerta de cristal de mi habitación y observo el reloj de mi mesa de luz, 4am. Ian no vendrá esta noche. Vuelvo a entrar, ya que me dio frio. Y me acuesto en mi cama tratando de conciliar el sueño, pero, ¿Quién puede dormir sabiendo que en un par de horas seré la señora Lopez?


Finalmente volví a abrir los ojos. El reloj marca las 8 am, pero no puedo cerrarlos nuevamente para dormir un rato mas, ya que están más abiertos que de costumbre. Decidí levantarme. Me puse un short con una remera suelta, algo cómodo, presiento que será un largo día. Bajo las escaleras y escucho unos murmullos desde la cocina.


-Buen día-Dije esforzando un sonrisa.

-Ho Zoe-Dice Miriam sorprendida. –Creímos que dormirías un poco más.

-Ojala pudiera, no dormí casi nada-Confieso. Me siento en una banqueta cerca de la isla de la cocina.

-¿Nervios de boda?-Pregunta mi mama mientras besa mi mejilla.

-Supongo-Contesto vagamente. -¿Quieren que las ayude en algo?-Pregunto, realmente necesitan ayuda, mi mama, Miriam y Nicole parece que se volverán locas.

-¿Ayuda? Claro que no, tú tienes muchas cosas que hacer-Declara Nicole que pasa por detrás de mí con flores en las manos.

-¿Cómo qué?-Pregunto. La cocina es un caos, las tres van y vienen, llevan y traen cosas de regreso.

-Como ir conmigo-Declara Noa detrás de mí. Volteo y le sonrió, esta vestida con un short y una remera que se pega a sus curvas.

-¿A dónde vamos?

-A comprar tu vestido-Contesta con entusiasmo. Levanto las cejas sorprendida. ¿No estará hablando en cerio? –Vamos-Dice tomando mi mano. –No tenemos todo el día.


Una mañana de compras con Noa. Nos dirigimos al centro de Córdoba, yo estoy manejando el auto de Austin y Noa está sentada junto a mí. Deje el auto en un estacionamiento y comenzamos a recorrer las tiendas. No me comprare un, wooow, vestido de novia, sino uno más sencillo, blanco obvio, pero simple, al fin y al cabo, es solo papeleo. Luego de horas y horas buscando algún vestido sencillo y lindo, Noa encontró el vestido perfecto.


-Te ves hermosa-Comenta con una sonrisa. Di una vuelta y me mire en el espejo. El vestido es blanco y corto, por arriba de mis rodillas, decorado con un pequeño cinturón brillante arriba de mi cintura y unas delicadas flores, el cuello es cuadrado y no muy revelador, perfectamente sencillo.

-Me encanta Noa, eres excelente eligiendo vestidos-La adule sonriéndole a su reflejo en el espejo.

-Lo sé-Dijo riendo.


Salimos de allí y fuimos a buscar el auto. Ya es el medio día y ambas estamos hambrientas. Subimos al auto y nos dirigimos directo a la casa.


-Zo-Dijo Noa rompiendo el silencio.

-¿Si?-Dije sin mirarla, no quiero quitar la vista del frente.

-¿Estás segura de lo que estás haciendo?-Pregunto sin dudarlo. Presione el freno en la luz roja del semáforo, y la observe por un momento.

-Se que la palabra "Casamiento"-Comence haciendo comillas. –Es muy grande, pero para nosotros es... como decir somos novios, no es la gran cosa, y para ambos esto es simplemente, papeleo-Sonreí tratando de borrar el ceño fruncido de Noa. Volví a presionar el acelerador y doble en la esquina, las cuadras de campo comienzan.

-Lo sé, lo escuche a Austin explicarlo pero... Tú, ¿realmente quieres hacerlo?

-Noa, ya te explique que esto lo hago por mi mama-Conteste agotada de la insistencia de Noa.

-Lo sé, lo sé-Dijo callándose por un rato. – Zo ni siquiera lo conoces-Continuo insistiendo.

-Se... que dos semanas no es mucho, pero este casamiento no es real Noa-Explique frustrada, no debería ser grosera, pero todo el mundo está atacándome con eso y no ven el real significado de porque lo hago. –Noa deja de preocuparte-Dije finalmente tratando de suavizar el asunto. Ya estamos llegando a la casa, puedo verla.

-Lo siento, es que... es tan raro todo esto-Confeso.

-Lo sé, para mí también es raro, pero... bueno... ¿Quién mejor persona que Austin para hacer esto?- Pregunte como lo hice con mi padre, doble en la entrada para autos de la casa, ya llegamos, apague el motor y mire a Noa, ella me mira fijamente a los ojos como mi papa la otra noche, pero ella tiene un ceja levantada. -¿Qué?-Pregunto.

-Se de otra persona mucho mejor-Contesta sin quitar la mirada. Abrí la puerta del auto y me deslice fuera, cerré la puerta, y desde adentro se escucho un "Ian" No voltee, solo fingí que no la escuche. Se escucho la puerta del auto cerrarse y sé que Noa está detrás de mí. –Zo-Agarro mi brazo antes de que pudiera abrir la puerta.

-Noa, es Austin y punto, tiene que ser con él- Me soltó y dejo escapar un suspiro, entre a la casa y el caos parece haber disminuido.


-Llegamos-Grite. Pero nadie contesto. Salimos al patio con Noa y parece mentira. Hay sillas acomodadas frente de un altar improvisado pero muy lindo, todo está decorado con rosas rojas y blanca, Miriam, Nicole y mi mama le están arreglando los últimos detalles. –Woow- Solté. Ellas voltearon sorprendidas y sonrieron.

-¿Te gusta?-Pregunto Nicole entusiasmada.

-Sí, es precioso- Conteste aun asombrada. Todas observamos por un momento lo encantador que todo esto es.

-Bueno bueno-Dijo Miriam golpeando sus palmas. –Es hora de almorzar, luego Zo dormirás un poco, te darás un baño relajante, te prepararas y asistirás a tu boda-Ordeno mientras nos empujaba a todas adentro. –Hable con el ministro y vendrá a las cinco de la tarde, así que todos estaremos listos para esa hora. ¿Entendido?

-Si-Dijimos todas al mismo tiempo.   




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El GRAN DÍA se esta acercando :3 Espero que les haya gustado el capitulo :D 


Mi Príncipe Azul [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora