Capitulo 25

404 35 3
                                    

  Austin y yo nos quedamos en el lago mientras la tarde caía. Es increíble como una persona puede hacerte cambiar de estado de ánimo de un momento a otro. En mi rostro se dibuja una sonrisa tras otra, hace que simplemente lo quiera más. El sol comienzo a caer y hace que la luz sea más tenue, sus ojos dorados no dejan de mirarme junto con su perfecta sonrisa. Comenzamos a caminar alrededor del lago hasta que Austin decidió caminar por unas rocas que salen a flote en el lago, de repente estamos los dos tomados de la mano mojándonos los pies, disfrutando de la hermosa tarde siendo solo nosotros dos. Esto es realmente hermoso, él logra que cada trozo de mi corazón roto vuelva a unirse con el otro, él logra que mi sonrisa sea aun más grande, que me olvide de todo, él me hace realmente feliz. Salimos del agua y nos sentamos en una plataforma de madera junto a la choza. Estoy en mi nuevo lugar favorito, entre sus brazos.


-Esto es realmente hermoso ¿No lo crees?-Preguntó mientras me abraza un poco más fuerte.

-Es perfecto- Sonreí al verlo y volví a besarlo, esto no puede ser mejor. El sol esta cayendo detrás de los arboles, pero su reflejo sigue estando en el lago, el cielo está en degrade desde el azul hasta el naranja junto al sol.

-Zo... No puedo creer que esto me este pasando... en tan poco tiempo te convertiste en algo muy importante para mi... demasiado, importante- Sus ojos brillan y no puedo evitar ruborizarme. –Te quiero mucho Zo, eres muy importante para mí.

-Yo también te quiero mucho Austin, hoy ha sido perfecto-Dije y luego volví a besarlo.


¿Cómo puede ser que en dos semanas me hayan pasado tantas cosas con él? Solo pasaron dos semanas y él ya se está apoderando de mi corazón. Se siente tan bien estar cerca de él, me siento completamente segura y querida, sus hermosos ojos miel han iluminado todas mis mañanas las últimas dos semanas y su perfecta sonrisa hace que sonría como una tonta todo el tiempo. Esto se está volviendo más cerio, y siento que no puedo dar marcha atrás, no puedo detenerlo, estoy cayendo a toda prisa y sin miedo, creo que estoy comenzando a enamorarme. La noche comenzó a envolvernos y decidimos que ya era hora de volver.


-¿Estás bien?-Volvió a preguntar, dudando de que realmente lo esté.

-Sí, solo quería tomar un poco de aire- Conteste con una sonrisa.


Ambos nos levantamos y comenzamos a caminar en dirección a la casa, el bosque esta casi en una completa oscuridad, al menos algo se ve. Austin tomo mi mano y atravesamos juntos el bosque. Cuando comenzamos a acercarnos al patio trasero las luces de la casa iluminan todo el patio y a los arboles más cercano. Las luces de la cocina están encendidas y se ve la sombra de dos personas, atravesamos el patio y Austin sin llamar abrió la puerta.


-¿Por qué se lo dijiste Noa?-Pregunto Ian antes de darse cuenta que habíamos abierto la puerta. Noa me observo con los ojos abiertos como plato.

-Emm-Dijo nerviosa, se alejo de Ian, se puso del otro lado de la isla y tomo unos vasos. –Chicos... Los estuvimos buscado ¿Dónde estaban?

-Dimos un paseo-Contesto Austin, se acerco a la heladera y saco la jarra de limonada, se acerco a Noa y comenzó a verter el líquido en los vasos. Completamente incomoda me quede en la puerta, congelada, ¿Noa le dijo a Ian lo que me había dicho temprano e Ian la estaba regañando? Ian me observo algo incomodo, solté un suspiro relajándome. –Si Ian, lo sé y no puedo creerlo-Pensé. –Zo estaba un poco...atareada, asi que... dimos un paseo-Comento Austin naturalmente como si no se diera cuenta la tención que hay en la cocina.

Mi Príncipe Azul [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora