Piratas del Caribe: El regreso del Holandés Errante

Capítulo 15

Cuando Jackie llegó a la cabina, buscó la llave de la puerta y la cerró. Buscó un mapa que ya no le sirviera a Jack, tomó tinta china para escribir un mensaje detrás de él.

"Armand, soy Jackie la que te manda el mensaje, quiero presentarte a mi padre y mi madre, pero no sé si hacerlo o no, es muy difícil porque tú querías matar a mi padre, pero ya no es así ¿no?, y si le digo tal vez me quiera matar, pero no estoy segura, tal vez en Tortuga te los pueda presentar a mis padre y les diga lo que siento por ti"

Jackie enrolló el mapa, tomó una botella de ron vacía y lo metió ahí dentro junto a unas monedas de oro para que hicieran peso. Tapó la botella.

Caminó hacia la puerta y la abrió usando la llave. Cuando salió con la botella, estaba Angélica esperándole ahí afuera para tratar de decirle algo sobre Jack, pero antes, trató de arrebatarle la botella. Jackie la tomaba con demasiada fuerza, porque no quería que se madre leyera el mensaje.

Angélica se enfureció porque vio que Jackie estaba decidida a no soltar la botella. Miró fijamente los ojos de su hija.

―Dame esa botella―dijo Angélica enfurecida.

―Nunca―dijo Jackie como abrazando la botella.

―Tendrás que entregármela, sino verás cómo te va a ir.

―Primero muerta que viva.

―Tú te lo buscaste.

Angélica tomó su espada rápidamente para marcar a su hija. Jackie reaccionó más rápido y tomó la mano de Angélica donde sostenía su espada.

―Ni con guerras, ni con matanza, ni con marcar a la gente se arreglan las cosas―dijo Jackie apretando la mano de su madre.

Jackie le soltó la mano a su madre y se fue de nuevo a la proa. Angélica soltó su espada y se puso una mano en el pecho, respiraba rápidamente. En ese momento llegó Jack, le quitó la mano a Angélica del pecho.

―¿Qué te pasa?, te ves algo agitada―le dijo Jack.

―Traté de marcar a Jackie, no sé de donde se me ocurrió hacer eso―respondió Angélica angustiada.

―Tranquila, solo fue adrenalina que había en tu cuerpo, vamos a relajarnos tomando una botella de ron―dijo Jack invitándola a pasar a la cabina.

―Me parece bien, pero quiero saber qué le pasa a mi hija, no es la misma de siempre.

―A mí también Teach, a mí también. Aunque yo no la conozco mucho.

Mientras Angélica y Jack estaban en la cabina, Jackie estaba parada en la proa, observando a través del agua, la proa del Holandés Errante. Dejó caer la botella con el mensaje al agua. La seguía con su vista mientras se hundía.

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