Piratas del Caribe: El regreso del Holandés Errante

Capítulo 25

Angélica terminó de subir el mástil y vio a Jackie agarrada de una cuerda que sostenía la bandera del Perla Negra. Teach se acercó cada vez más a ella para ver a donde estaba dirigida su mirada. Vio a Jackie mirando el mar, no tenía idea del porqué, pero se dirigía a ese punto.

―¿Qué te pasa?―le pregunta Angélica a Jackie agarrando la misma cuerda que su hija, tratando de verle la mirada.

―Nada, sólo admiraba el reflejo de la Luna en el agua del mar―respondió Jackie dirigiendo la vista levemente hacia su madre.

―¿Por qué?

―No lo sé, pero siento que esto me relaja demasiado y me hace reflexionar sobre diversas situaciones.

―¿Qué situaciones?

―Son varias cosas y no tengo la cantidad exacta de cuantas son, y sobre todo, cuales son―dijo Jackie acariciándose la cara con su mano libre.

―Puedes decírmelas, estamos en confianza―dijo Angélica tocándole un hombro a Jackie.

―¿Segura?―preguntó Jackie quitando la mano de su madre de su hombro.

―Totalmente.

―Bueno la verdad, tengo miedo de lo que pueda pasar mañana entre ustedes y Jones.

―¿Por qué Jackie?

―Madre, ¿no sé si hayas escuchado rumores de que Jones quiere matar a Jack?

―No, no he escuchado nada.

―Después de que regresé de luchar contra el Kraken, tú y mi padre me empezaron a interrogar como locos, no dejaban de hacerme preguntas, sobre todo tú.

―De eso si me acuerdo perfectamente.

―Bueno, ese día que me interrogaron, les comenté de este pequeño asunto, cuando estaban luchando los mandé a esconderse en la cabina pero, a ti no te quería esconder, sino a mi padre.

―¿Por qué lo querías esconder del Kraken?

―Porque la bestia no venía por la nave, venía por Jack, Jones lo mandó para que se llevara a mi padre devuelta al fondo.

―Entiendo tu preocupación, ya sé que tu padre muchas veces es egoísta y egocéntrico pero, es bueno y cuando se trata de salvar a alguien lo hace, a mí me salvó―Jackie volteó a ver a su madre extrañada―, sé que nos dejó abandonadas en una isla desierta, yo estaba embarazada de ti, pero sigo amando a tu padre como la primera vez que lo vi en el convento, él también me amó, y esto sigue igual, tú nos has unido más.

―No quiero perderlo, sé que llevo muy poco tiempo de conocerlo en persona, pero toda una vida de conocerle el alma, he aprendido a quererlo como un padre en el transcurso de estos días, y me niego a perderlo―dijo Jackie con algunas lágrimas en los ojos.

Angélica trató de acercarse lo más que pudo para abrazar a su hija. Jackie correspondió su abrazo, mientras derramaba lágrimas. Teach también comenzó a llorar, comprendía perfectamente lo que Jackie sentía. Angélica también luchó por un padre, aunque al final de todo se dio cuenta que no la amaba de verdad. Teach ahora agradece a Jack por salvarla a ella y no a su padre, aunque haya luchado por Barba Negra hasta el fin de sus días.

Las dos dejaron de llorar. Jackie levantó su vista hacia Angélica y ella le dio un beso en la frente.

―Gustas venir a dormir en la cabina, el sillón es cómodo y grande―dijo Angélica haciendo una sonrisa leve.

―Sí, está bien―dijo Jackie.

Las dos bajaron del mástil y caminaron de regreso a la cabina.

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