Capítulo 28

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En el Perla Negra, Jackie estaba algo nerviosa, casi nada, pero lo estaba. Se encontraba junto a sus padres en la cabina, nadie estaba seguro de la situación. Tal vez Armand en el fondo de su corazón guardara todavía un deseo vengativo hacia Jack, pero nadie sabía la verdad.

A través de la puerta de la cabina del Perla Negra se escuchaban muchos ruidos de arduo trabajo en la cubierta, de pronto, todo calló en silencio. No se escuchaba nada, sólo el mar. Jack se levantó de donde estaba sentado, se dirigió a la puerta y la abrió.

Jack observó a todos sus tripulantes, quienes hacían un pasillo para que pasara Armand, quien se encontraba en la proa. Jack no decía nada. Angélica y Jackie fueron con Jack. Se pararon una a cada lado. Angélica girándose hacia él le dijo:

―¿Qué te pasa?

―Es Armand Jones―dijo Jack sin voltear a verla.

Jackie, que también miraba atentamente a su padre, volteo a ver la proa y ahí estaba Armand, esperando con ansias, darle fin a la vida de Jack Sparrow.

Armand empezó a caminar hacia donde estaba la familia Sparrow. Cuando llegó justo a donde estaban, miró fijamente a Jack, pero sin delatar sus sentimientos de odio y dijo lentamente:

―¿Ya me esperaban?

―Sí, exacto, pasa―dijo Jack.

Armand al ver a Jackie se le dibujó una sonrisa en el rostro. La alegría de ver al amor de su vida lo invadía, pero eso no era suficiente para desaparecer el odio hacia Jack.

―¿Si vas a pasar?―preguntó Jackie interrumpiendo los pensamientos de Armand.

―Ammm sí, claro que sí―respondió Armand algo dudoso―, pasa tu primero Jackie―dijo cordialmente.

―Gracias.

―Usted también pase primero―dijo Armand mirando a Angélica.

―Gracias―dijo Angélica con una sonrisa torcida.

Jackie, Angélica y Armand pasaron a la cabina. Ninguno de los tripulantes del Perla Negra se movía, ni hablaba. Estaban quietos y mudos como una roca. Jack dio un paso hacia la cabina. Volteó hacia atrás por encima de su hombro para ver a su tripulación. Vio que no trabajaban, que no se movían.

―Señor Gibbs, póngalos a trabajar, no soporto que me estén viendo así―dijo Jack.

―Sí, pero Jack, ¿va a estar todo bien?, el capitán del Holandés Errante es el hijo de Davy Jones―dijo Gibbs preocupado.

―Eso ya lo sé―dijo Jack de manera confiada.

―Pero Jack...

―Nada de peros, póngalos a trabajar.

―Si Jack, enseguida lo hago.

Jack pasó a la cabina y Gibbs puso a la tripulación a trabajar. Todos los tripulantes fueron a sus posiciones, atendiendo la orden, haciendo su trabajo de siempre, aunque el barco aún estaba en el puerto de Tortuga.

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Piratas del Caribe: El regreso del Holandés ErranteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora