Eran más o menos las 2 de la mañana cuando otra pesadilla comenzó a atormentar al sepulturero, esta vez era el recuerdo de aquella tragedia donde perdió a las personas que tanto quería, memorias que le hacían moverse en el féretro que era su cama mientras los dos hombres que lo cargaban, le colocaban en la mesa baja que cierto demonio había colocado para él en la habitación de su amo. Se alejaron lo suficiente, creyendo que en cualquier momento saldría, creían que se movía porque estaba despertando, pero era todo lo contrario; trataba de despertar pero no podía, lo notó muy bien Sebastian al abrir el ataúd y ver lo agitado que estaba, era como estar ahogandose y tener a alguien dándote la mano mientras algo te jala desde las profundidades del agua. Lo movió suave en un principio, luego un poco más fuerte mientras le llamaba en susurros para no despertar al menor, y tras unos minutos consiguió que abriera los ojos. Estaba desorientado, agitado y, para que negarlo, algo asustado. Tan rápido como pudo adaptó su mente a la realidad, y apenas reconoció el lugar donde estaba, volteó en dirección a la cama, calmándose considerablemente al ver el bulto en las cobijas que era Ciel abrazando una almohada.
-...al parecer se necesitan mutuamente para estar tranquilos, verdad?...-habló suave ofreciéndole un pañuelo, pues estaba sudando y tenía cristalizados los ojos.
-...que...que hago aquí?...-aún se le notaba quebrada la voz mientras se limpiaba con la suave tela, ahora viendo algún inexistente punto en la alfombra, pues aún estaba algo aturdido.
- les pedí a los muchachos que te trajeran...se supone que despertarias en la mañana con el sol, no de esta forma. Me disculpo por ello.- vio negar al platinado cuando aún miraba al suelo.
-no es tu culpa...es...es parte de lo que te dije...
-y vas a tener pesadillas hasta entonces?...-interrumpió Bard algo inquieto, ya que no se veía que fueran simples pesadillas.
-...yo no se de que hablan...que pasa?..-preguntó Finny curioso como siempre.
Sebastian les hizo una seña con el dedo para que se callaran y se fueran, pues el menor aún dormía; y en tanto ellos se retiraban, los otros dos se quedaron en la habitación cuidando no despertar al tercero.
-..no debiste traerme, no me duermo después de esto...
- se nota claramente en tus ojeras...
Por supuesto, ya se había olvidado que por la noche sus cabellos no tapaban su cara si no los "peinaba" él, por lo que pudieron ver sus marcas bajo los ojos.-...por favor, no digan nada...
- al menos descansas un poco?
-porque de repente ese interés?...
-.....-era cierto, porque ahora y no antes? Y porque él que era la pareja de Ciel Phantomhive se preocuparía por un rival?
Ante el silencio del mayordomo, Undertaker no pudo evitar pensar que le estaban teniendo lástima más que cariño, lo que le molesto y decepcionó. Tomó a sus peluches y su almohada, disponiéndose a regresar a su "casa" aunque no pudiera dormir donde siempre, de hecho aunque no pudiera volver a dormir, pero Sebastian le detuvo apenas dio unos pasos.
- no es lo que piensas.....no se porque lo hago, pero estoy seguro de que no es lástima ni compasión...
-...no me dejarás irme...verdad?...-respondió sin voltear a verle y resignándose a que debería pasar una noche ahí.
Efectivamente tuvo que quedarse, pero no fue para nada malo, de hecho esta vez pudo volver a dormirse con sólo estar en la misma habitación que su pequeño Ciel.
A la mañana siguiente el primero en despertar fue Sebastian, quien retomaba sus labores y se encaminaba a despertar a su amado cuando vio el ataúd abierto y vacío, sólo con los muñecos en cada extremo del interior.
ESTÁS LEYENDO
Diario de un Shinigami
Fiksi Penggemar[YAOI] Pasajes de un libro personal en el que el autor sufre siempre un amor silencioso y doloroso. Que pasara en verdad en la mente de aquel platinado sepulturero siempre sonriente?... (Aclaraciones) Todos sabrán que los personajes no son mios, sin...