Nuestros momentos...

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  Supongo que he tenido una larga vida en esta forma, por demás divertida e interesante, pero sin mucho que valga realmente la pena conservar. Jamás me gustaron las cosas materiales lo suficiente para extrañarles, y de las personas fueron pocas las que realmente me agradó o interesó conocer...

Ah~...de nuevo los niños se alejan de mi, sus padres y siempre los asustan con inventos, no se porque lo hacen si ni siquiera me conocen.....sigo sin entender porque soy tan extraño para los demás. Cierto, todos somos diferentes, y por ello somos extraños a ojos ajenos, singulares, únicos...pero porque soy yo aún más de lo común?...que tiene de malo ver las sombras y luces de la vida y la muerte por igual?...es un ciclo interminable que permite la existencia, sin vida no hay muerte y sin muerte no hay vida. Lo mismo pasa con la oscuridad y la luz, pero no hay muchas personas que entiendan eso...

  Aunque hubo alguien...primero conocí a ese joven que se convertiría en mi segundo alumno, el joven Grell también veía esa belleza, pero no teníamos el mismo punto de vista. Él era demasiado efusivo y yo...yo...yo de nuevo era el extraño. Ni siquiera entre mis compañeros pude ser completamente aceptado...ni siquiera yo me entendía, ni lo sigo haciendo algunas veces... Y luego llegó él.

  Vincent, en verdad eras una joya oscura y a pesar de ello irradiabas luz entre las sombras de este mundo. Tu belleza, tu porte...fuiste mi concepto verdadero de belleza en carne viva, un humano, un mortal que en muchas ocasiones, fuera de temer su propia muerte, causó la de otros por un sucio y clandestino trabajo. En verdad eras excepcional.

  Me comprendiste...me aceptaste...y me convertiste en parte de algo que no creí volver a tener, sin juzgarme ni reclamarle más que en mis momentos de chistes y burlas que realmente no tenían importancia. Tu presencia alegraba mi mundo, aquel que ya empezaba a perder color y que tu pintaste de nuevo con enigmáticos y divertidos colores... y después llegó aquella chica. Tan hermosa como su hermana, ambas encantadoras; una hermosa rosa escarlata en plena primavera, y un hermoso y delicado botón de jazmín que terminó de florecer a tu lado, con todo el amor que le diste.

  Muchas puertas me fueron abiertas con sólo conocerte, Vincent, y cuando creí que no podía estar mejor mi vida, ambos trajeron al pequeño Ciel al mundo.

...Ciel...mi pequeño Ciel...

Siempre tan lindo y adorable, aún ahora que has crecido. En verdad disfrutaba aquellos días en los que pasábamos el tiempo juntos, me sorprendió el ver que no te tomó ni un año de vida interesarte en la calavera que antes yo portaba...ese día Rachel no estaba muy contenta y nos separó un tiempo, y de nuevo me daba cuenta de la realidad, pero ahora otra incógnita llegaba a mi. En verdad podría ella adaptarse a la vida con alguien como Vincent?...ambos eran la perfecta pareja en sociedad, y Rachel era muy dulce y...ni siquiera yo se describirla, pero tengo la impresión de que hubiera sido una mujer fuerte que podría haber resistido y tolerado cualquier cosa por el amor que le tenía a Vincent...

Supongo que por eso mismo me alejó de ti...por amor; creo que ninguna madre en el mundo quiere ver a su hijo volverse alguien como yo, un espécimen raro hasta de lo sobrenatural. Aún así tras un tiempo pude volver a jugar contigo, y me alegre demasiado...Vincent había hablado con ella y de ahi en adelante nos conocimos poco a poco, los tres, puesto que tu también eras muy curioso.

  Nostálgicas memorias eran las vistas aquella ajetreada tarde, donde el shinigami se resistió en un principio a dejar correr la cinta de su vida, hasta que vio los primeros recuerdos del pequeño Ciel. Al llegar a ese punto, olvidó por completo su situación y siguió viendo todos los momentos que juntos compartieron, muchos de ellos dentro de la mansión por la salud del menor.

Diario de un ShinigamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora