26. ¿Te encuentras bien?

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-¿Sarah? -Aquella voz me sonaba demasiado, pero no podía ser quien yo pensaba.

-Sí, ¿Quién eres?

-Eso da igual. Tan solo quería desearte suerte en el concierto, y que me jode mucho no poder estar ahí, pero que lo vas a hacer muy bien, ya lo sabes -Sin darme tiempo a responder Juan colgó.

Tras ir a dejar el teléfono donde estaba anteriormente pude ver detrás de mí a Saúl, esperando una explicación:

-¿Por quién me has abandonado de esa forma? Dime que no ha sido porque esos dos idiotas te han llamado..

-No. Era Juan.

-¿Juan? Si está desaparecido, no puede llamar.

-Será desde otro móvil, desde otra cabina, no sé -En un momento se creó un ambiente tenso en aquella habitación, pero no tardó demasiado Cristian que arreglarlo.

-Chicos -Dijo casi asfixiado.- Tenéis que bajar a ver como Óscar está acabando con todas las provisiones del hotel, y ya no solo eso, por vuestro, si queréis desayunar.. ¡Correr! -Y tras decir esto él salió corriendo, nosotros acabamos de vestirnos y seguimos la dirección que él había seguido anteriormente.

Bajamos por las escaleras para adelantar y aún con algún atasco pudimos llegar a la cafetería. Exactamente, allí estaban en una mesa Óscar y Cristian con un montón de comida, y comiendo como si no hubiera un mañana. Nos sentamos con ellos, pero de verles con tanta ansia no teníamos hambre:

-Buenos días -Consiguió articular Óscar a pesar de todo el contenido que tenía en la boca.

Nos quedamos un buen rato observando cómo comían hasta acabar con todo. Al cabo de mil horas, cuando acabaron con todo el menú, nos dispusimos a dar vueltas por Cartagena, con Cristian como guía. Muchísimos fans fueron capaces de reconocernos y pedirnos autógrafos y fotos, incluso en la comida.

No seguimos con la visita por la tarde porque nos había cansado demasiado andar toda la mañana, y tras la comida nos volvimos a nuestras habitaciones a dormir. No pusimos el despertador muy tarde, pero sí lo justo como para despertarnos a tiempo de arreglarnos sin necesidad de llegar tarde. Como de costumbre Óscar y Cristian nos metieron mucha prisa, pero tampoco les hicimos esperar en exceso.

A la salida del hotel nuestras bocas formaron al unísono una perfecta "o", pues alrededor de 100 fans estaban chillando al vernos salir por la puerta. Cuando fuimos capaces de reaccionar Óscar, Cristian y yo nos organizamos para atender a todas aquellas personas, y pudimos conseguirlo antes de irnos al coche.

A pesar del cansancio que nos había producido aquello, nos había dado un gran subidón, que se notó, como de costumbre, en el coche al escuchar música.

Aparcamos muy cerca de la sala, y no muy lejos de donde se encontraban unas cuantas personas, supongo que esperándonos. Mi intuición no falló. Nos acercamos a aquella gente y no tardaron ni segundos en reconocernos. Mi mundo se paró unos instantes, sin saber la razón, pero evadí esa sensación, ni la necesitaba ni la quería. Atendimos a todas aquellas personas, y otra vez la misma sensación anterior, que se me quitó cuando entramos para la prueba de sonido, aunque se debía de notar mi estado o al menos Saúl lo notó:

-¿Te encuentras bien? -Me susurró al oído nada más sentir el ruido de la puerta al cerrarse, mientras pude sentir sus brazos rodeándome, regalándome su protección.

-No, ¿Por qué? -Dije con la mayor naturalidad posible mientras me giraba para poder mirarle a la cara.

-Porque estás más blanca que la camiseta de Cristian, y ya es decir.

Soy y seréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora