HELLo → Park Chanyeol

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Las clases habían sido duras asi que me despedí rápidamente de mis amigos y busqué un lugar aislado para almorzar, quería estar solo unos momentos sin pensar en ella.

La profesora Kwan había sido mi amor platónico desde que había entrado en aquel instituto, me sentía un cumpleto idiota luego de haberle confesado mi amor y haber sido rechazado.

- Lo siento, no puedo corresponder tus sentimientos, deberías saberlo. No me fijo en niños como tu, solo soy tu maestra -. Dijo sin siquiera mirarme a la cara, rechazándome en frente de toda la clase y pisoteando mis sentimientos como si de basura se tratara.

El feliz y amigable Chanyeol de hace unos días atrás había desaparecido pero no por eso desaparecieron mis sentimientos hacia ella, es más, ahora la quería a como diera lugar. Nadie rechazaba a Park Chanyeol y se salía con la suya.

Subí las escaleras hacia la azotea del instituto, nunca nadie iba ahí así que podía estar en paz. Abrí la puerta y paré en seco al escuchar a alguien, si no me equivocaba era una chica...y estaba llorando.

- Hola... -. Dije acercandome a ella, haciendo mi típica sonrisa que volvía locas a las chicas. Ella pareció sobresaltarse y lentamente dio la vuelta, secando sus lagrimas con la manga del sueter.

Yo solo quería un lugar para poder almorzar, pero no sabía que me encontraría con ella. Kwan Minjee.

Su largo cabello negro se balanceaba al ritmo del viento y aunque sus ojos se encontraban rojos de tanto llorar aún así se veía guapa, igual de guapa que su madre, la profesora Kwan.

A Chanyeol se le ocurrió una brillante idea, tal vez si se acercaba a Minjee podría también hacerlo con la profesora Kwan. Después de todo la pequeña chiquilla se veía frágil, no debía de ser difícil manipularla.

- P-puedes largarte, déjame sola -. susurró y se volteó dandome la espalda.

- Lo siento, pero no puedo hacer eso si una hermosa muchacha esta llorando -. dije abrazandola por detrás sintiendo como dejaba de respirar por unos segundos. La había puesto nerviosa y lo sabía.- Tranquila, si lo necesitas, llora, pero no lo hagas sola -. Pronto sus sollozos comenzaron a oirse de nuevo.

La abrace más fuerte y ella dio media vuelta, quedando frente a mi, escondió su rostro en mi pecho y me rodeo con sus fragiles brazos. Siguió llorando por varios minutos, yo no la interrumpí por supuesto, si lo hacía el plan se arruinaría.

Creo que tendré con que entretenerme por un tiempo, después de todo...

Las cosas frágiles son mis juguetes favoritos.

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Hello!

Nueva novela de Channie, espero le den amor ^^

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Bye Bye~