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Me encontraba llorando en la azotea una vez más, después de todo nadie venia aquí y podía descargarme en paz. Estaba agotada de aparentar ser la chica fuerte.

Una semana había pasado desde que empeze el instituto, no había logrado hacer nuevas amigas pero mis compañeros ya no se burlaban de mi, se les había pasado con el tiempo.

Una semana había pasado desde que me enteré de que Junho me engañaba con Ae Rea, quien era mi mejor amiga. Los había descubierto en una fiesta, al parecer todos lo sabían menos yo y como soy una maldita cobarde no dije ni hice nada.

En todos estos días no había vuelto a hablar con ellos, pero eso no evitaba que me los cruzara todos los días. Verlos besándose y abrazándose me enfermaba, pero era más la traicion lo que hacía doler mi pecho.

Todos los días me la había pasado llorando en aquella azotea, en la hora del almuerzo. Lloraba aquí por un rato, luego me tranquilizaba y comía algo, simulando que todo estaba bien.

Mi madre no me ayudaba mucho que digamos, aunque podía verla aquí, ya que ella era maestra, al llegar a casa cambiaba completamente. Dejaba algo de dinero en la mesa y luego de tomar su botella de vodka se despedía y no aparecía hasta el día siguiente.

Estaba desprimida porque mi padre había muerto, yo no lo recordaba mucho, era una bebe cuando el se había marchado así que me crié sin un padre... Aunque prácticamente sin una madre también.

Estaba sola en mi mundo, las otras amigas que tenía antes no estaban enteradas de nada, me abandonaron y se fueron con Ae Rea, ninguna de ellas sabía que había estado saliendo con Junho y todavía creían que yo me había marchado sin motivo.

Mis lagrimas seguían cayendo y pequeños sollozos comenzaron a escaparse de mis labios, no podía detenerme, recordar todas estas cosas solo hacía que mi animo empeorara.

- Hola....-. Escuché una voz grave detrás mío, me voltee limpiando mis lagrimas ya que bloqueaban mi vista. Era un muchacho, alto y delgado, con una enorme y bella sonrisa, se quedo observándome unos segundos.

- ¿P-puedes largarte? Déjame sola, por favor -. Susurré y me di la vuelta, no quiero que nadie me vea llorar.

- Lo siento, pero no puedo hacer eso si una hermosa muchacha esta llorando -. dijo y sentí sus fuertes brazos rodeándome, deje de respirar por unos segundos debido a su cercanía.- Tranquila, si lo necesitas, llora, pero no lo hagas sola -.

No se si fueron sus palabras o su cálido abrazo pero pronto ya me encontraba sollozando de nuevo en sus brazos, mi cabeza descansaba sobre su pecho que subía y bajaba lentamente, a un relajante ritmo.

Sin darme cuenta las lágrimas cesaron y la campana sono, dando fin a las clases. Me separé lentamente de el y nuestras miradas se encontraron.

- Un gusto, soy Park ChanYeol -. Dijo tendiéndome la mano, yo correspondí en gesto.

- Un gusto soy...-.

- Kwan Minjee -. Interrumpió sonriendo nuevamente.

- Si...¿Como lo sabes? -.

- Eres la hija de la profesora Kwan ¿Verdad? -.

- Si, lo soy -. Respondí confundida ante su pregunta, nadie solía reconocerme por mi madre.

- Genial, ¿Quieres que te acompañe a casa? -.

- Eh...No gracias, no quiero causarte más molestias -. Dije apenada, pero su sonrisa pareció ampliarse aún màs.

- Créeme no lo es, más bien, tú no lo eres -.

- ¿A que te refieres?-.

- Me refiero a que tu no eres una molestia -. Negó levemente y paso su brazo por encima de mis hombros.- Ven, vamos, no querrás llegar tarde a tu casa -.

Si hay un lugar en el que menos quería estar era allí...

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Hello!

Nuevo cap aquí, espero les guste y tienen Minjee en multimedia...

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Bye Bye~

HELLo → Park ChanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora