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- Mamá, iré primero -. Susurré en su oído mientras la cubría con la manta del sofá. Tiré las botellas de vodka restantes a la basura y luego de tomar mis llaves, salí de allí.

Cada mañana era lo mismo, salía una hora antes de ir a la escuela y caminaba por la ciudad. Quería estar lejos de mi madre todo el tiempo posible, siempre que despertaba de mañana se ponía de mal humor y maldecía.

Pasaba por el puente que conectaba mi casa con la cuidad, no sé el por que mi madre quizo vivir en una casa alejada. Tal vez la ciudad le traía demasiados recuerdos amargos, después de todo aquí conoció a Papá.

Cambié mis zapatos y entre al instituto, otro largo día comenzaría pero era mejor que estar en casa. Aquí tenía unas cuantas amigas que me hacían pasar un buen rato, aunque estaría mintiendo si dijera que no extrañaba a mis antiguas amigas por lo menos las que tenía ahora eran mejores que las demás.

Mis antiguas amigas ahora me ignoraban porque se habían puesto del lado de Ae Rea, vaya buenas amigas que tuve siempre. Ae Rea es la única que sabía todo lo de mi madre, ella siempre me ofrecía quedarme en su casa para no estar sola debido a que mi madre se la pasaba en bares.

Una vez llegue a casa de Ae Rea medio inconsciente, mi madre en un ataque de furia por haberle sacado sus botellas, tomó una y la estrelló contra la pared. Luego la clavo en mi brazo y así fue como salí corriendo de allí sin mirar atrás.

No sentía el brazo pero cuando llegué al lado de mi amiga me sentí a salvo, al ver mi herida llamó de inmediato para que me llevaran al hospital y luego de eso no recuerdo más que haber despertado en una pequeña habitación color blanco.

Según Ae Rea había estado inconsciente dos días y nadie sabía lo que me había pasado. Mi madre tampoco había venido a verme y la policía esperaba afuera para que contara lo que me había sucedido.

En esos momentos unas inmensas ganas de decir la verdad se cruzaron por mi mente, pero no podía hacerlo. Aquí tenía a mi novio y a mi mejor amiga, sabía que si abría la boca tendría que irme a vivir con mis tíos a EE.UU y no volvería a verlos más.

Unas semanas después de volver a casa mi madre seguía ignorándome, aunque me dolía me hacía sentir a salvo. Pero luego de dos meses los gritos y las peleas volvieron a aparecer, por suerte la ayuda de Ae Rea hizo que pudiese sentirme a salvo otra vez.

Pero a veces pensamos que estamos en las manos correctas cuando en realidad esa persona las soltara cuando menos lo esperas

Ae Rea caminaba con sus amigas por los largos pasillos del instituto mientras yo trataba de no ponerme en el paso de nadie. Para mí mala suerte no pude evitar ser descubierta por su mirada, lo siguiente que hizo fue caminar lentamente hacia mi.

- Veo que todavía te da la cara para caminar frente a mi -. Susurré para que solo nosotras dos podamos oír.

- ¿Cuándo vas a darte cuenta de que tú fuiste la tonta que no pudo ver que él ya te había dejado de amar? -.

- ¿Y tú cuando vas a darte cuenta de que fuiste la zorra que se le tiro al novio de tu mejor amiga? Deja de venir a hablarme y sigue así, vas a lograr quedarte sin amigos muy pronto -.

- ¿Quién diablos te crees para decirme zorra? Y tranquila por lo que veo la que se quedo sola primero es otra, no quieras meterme en el mismo grupo que tú. Antes de terminar así de fracasada como la chica que tengo parada frente a mi prefiero suicidarme. Ups, cierto que ya lo haz intentado varias veces ¿Verdad? Suerte para la próxima, quizás puedas desaparecer de una vez por todas -.

Perra descarada, ¿Por qué diablos tiene que saber todos mis malditos secretos? ¿Por qué tuve que confiar en ella? ¿Por qué no supe antes que iba a terminar siendo traicionada de esta manera?

¿Por qué? Seguía preguntándome mientras ella sonreía triunfal ante mi repentino silencio, solo quería llorar pero no lo haría frente a ella y tampoco huiría, no está vez.

- Déjela, ¿No le da vergüenza hablarle así a una persona? Se nota que usted es toda una descarada, Ae Rea -.

Chanyeol, esa gruesa voz podría reconocerla en todos lados, él había venido para ayudarme y ya no me sentía sola a su lado.

- Creo que aquí el descarado es otro, Park Chanyeol. En fin, diviértanse ustedes dos. Creo que Yuri ya se ha quedado sin energía para pelear conmigo, adiós -. Y con una mueca de tristeza volvió donde sus amigas.- Lo siento chicas, he hablado con ella pero sigue sin querer volver al grupo. Creo que solo hay que darle tiempo -. Logré oír a lo lejos, si tan solo ellas supieran.

La campana sonó anunciando el comiendo de las clases pero no me sentía con energía suficientes para asistir, solo trate de mantenerme en pie mientras todos entraban en las aulas.

Las lágrimas comenzaron a bajar y toda energía había desaparecido en mí cuando sentí unos brazos rodearme con fuerza, su cálido aliento golpeaba en mi cabello y se sentía como si me estuviera protegiendo.

Otra vez me sentía a salvo...

¿Chanyeol...podré estar a salvo contigo?

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Hello~

Estoy de vuelta con nuevo capítulo, espero les guste!

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Bye Bye~

HELLo → Park ChanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora