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Desperté luego de unos minutos y pude ver a la profesora Kwan durmiendo profundamente al otro lado de la cama. Haciendo el menor ruido posible me vestí y salí de la habitación dirigiéndome al pasillo para bajar las escaleras.

Abrí la puerta principal y fue ahí cuando noté que estaba lloviendo a cántaros, al dar los primeros pasos fuera de la casa supe terminaría empapado pero ya me daba igual. Estaba por marcharme pero oí la puerta abrirse nuevamente.

- No te vayas todavía... -. Dijo la profesora Kwan quien había salido en ropa interior y se había abrazado con fuerza a mi.

- Lo siento, no puedo hacerlo -. Me solté de su agarre y me incliné en modo de disculpa, para luego marcharme de allí.

No quería admitirlo pero me sentía pésimo por lo que había hecho y todavía mi estúpido orgullo me decía de seguir mintiéndole a Minjee, estaba cansado de fingir pero cada vez que la veía las palabras salían de mi boca sin pensarlo.

Si tan solo supiera que no soy el chico perfecto que ella siempre ha visto...

Luego de caminar bajo la lluvia por unos minutos decidí meterme en el primer bar que vi y planeaba estar un largo tiempo metido allí dentro.

Estaba sentado en una mesa en un rincón oscuro de aquel bar, no había tomado mucho o por lo menos eso era lo que yo creía. Mi vista se perdió entre las luces de la pista de baile y rápidamente se poso en un chico de cabello rizado...yo lo conocía...¿Era Jogndae?

Ese chico siempre estaba observando a Minjee y me ponía de los nervios, más que nada porque siempre parecían encontrarse cuando yo no estaba al rededor.

Observé como Jongdae abandonaba la pista para sentarse junto a una chica, comenzó a beber tratando de iniciar, sin excito, una charla con la muchacha cuyo rostro no podía ver.

Él, al no recibir respuesta por aquella muchacha de cabello oscuro, comenzó a sujetarse el estómago en un infantil y patético acto de desvalido pero que sirvió para que en una décima de segundo la chica girara su cabeza en su dirección y pudiera así distinguirla.

Kwan Minjee...¿Qué diablos estás haciendo aquí?

Ambos salieron y antes de que pudiera perderlos de vista los seguí fuera de aquel bar, escondiéndome detrás de un negocio que me permitía poder espiarlos mientras estaban platicando en la banca a un par de metros de distancia.

De pronto Minjee se levantó de su asiento con intención de marcharse pero ese idota de Jongdae la tomó del brazo haciendo que cayera encima de ella...si no la soltaba en este instante juro que lo haría pedazos.

No podía escuchar que decían pero cuando sus asquerosos labios fueron a su cuello la furia me venció y me dirigí hacia ellos hachando humos.

- ¡Suéltala en este instante o te partiré la cara! -. Grité enfurecido.

Pude ver cómo el rostro de Jongdae pedía a gritos salir de aquí. Él chico de ondulados cabellos la soltó rápidamente y se levanto de su asiento temblando levemente.

- L-lo siento, no sabía que era tu novia -. Sin decir nada más salió corriendo despavorido para desaparecer entre las calles abandonadas de Seúl.

Minjee, por el otro lado, solo se levanto en silencio de su asiento y comenzó a caminar en dirección contraria... ¿Qué le pasaba? Esa no es la Minjee que conozco.

Ella siempre venía llorando a mis brazos... Pero ahora solo parecía querer alejarse de ellos a toda costa.

- ¿Minjee? -. Grité tratando de llamar su atención pero no recibí una sola respuesta así que decidí correr a su lado.

A pesar de estar a su lado su vista aún estaba perdida mirando al frente, ahora que lo notaba sus ojos estaban rojos y dudo que sea por el alcohol.

- ¿Minjee estás bien? -. Pregunté tomándola de los hombros pero ella rápidamente se alejó.

- ¿Ahora te interesa como me siento? -. En un suspiro soltó una risa amarga, seguida por una mirada de desprecio.

- ¿De qué hablas? Siempre me has preocupado... -. Dije más extrañado de lo normal.

- Deja de mentir... -. Su voz rencorosa resonó en mis oídos desconcertándome cada vez más.

- No te comprendo... Te he ayudado y tú solo me tratas así -. Estaba enojado, y mi paciencia se disolvía poco a poco.

- Nadie te pidió que me ayudarás... -. Se abrazó a ella misma.

- ¿Así es como me agradeces? -. Le pregunté con ira tomándola con fuerza de la muñeca y mirándola fijamente.

- ¡¿Agradecerte?! -. Se soltó con fuerza de mi agarre y me dedicó la peor de las miradas.- ¿Agradecerte por qué, Chanyeol? ¿Por dormir con mi madre o por arruinar mi vida? -. Sus ojos se cristalizaron y mi corazón pareció desgarrarse con solo verla así.

- Yo... Minjee... Yo puedo explicártelo -. El nudo en mi garganta me impedía hablar.

- ¿Puedes explicarme? Ya no hay necesidad de eso Chanyeol, se todo lo que has planeado y se la basura que eres en realidad así que déjame sola y vete con el gran premio que has conseguido -. Vi una lagrima asomarse por sus oscuros y rojos ojos.

Rápidamente la tormenta volvió a desencadenarse haciendo que el cielo llorara junto a ella...

- Minjee espera... -. Susurré tratando de detenerla cuando comenzó a caminar lejos de mi, pronto sus piernas parecieron dejar de funcionar haciendo que ella cayera contra el suelo.

Corrí rápidamente en su dirección y me agaché para tratar de ayudarla a levantarse pero su cuerpo no respondía, coloqué su cabeza en mi falda y pude ver su pálido rostro con algunos pequeños raspones.

- ¡¿Minjee?! ¡Despierta! ¡Despierta Minjee! -. La sacudí tratando de lograr que reaccionara y abriera sus ojos.

Pero sus párpados aún seguían cerrados y aún decorados con sus lágrimas que se encontraban mezcladas con algunas gotas de lluvia...

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Hello!

Hola mis beias lectoras~ Aquí hay un nuevo capítulo de esta dramática historia jajs

No tengo mucho que decir, solo...Chanyeol-ah eres un Baboo 7-7

En fin, espero les guste el capítulo y haré mi mayor esfuerzo para actualizar pronto!

Voten y Comenten
Bye Bye~

HELLo → Park ChanyeolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora