Capitulo 15

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Justin no contestó a eso, pero la mirada fría y acusadora en sus ojos no se había desvanecido cuando se dio la vuelta y salió al pasillo. Sólo cuando entró en su propio dormitorio recordó todo por lo que ______ había pasado aquella semana: hubiera amado o no a Barry, se había quedado viuda, había sufrido un accidente, había perdido su hogar, y se había quedado sin un dólar. Tal vez estaba siendo demasiado injusto al culparla como la había culpado. Parecía muy frágil postrada en aquella cama, y lo cierto era que se detestaba por el modo cruel en que la trataba aun sin pretenderlo.

A pesar de todo, se deshizo de ese sentimiento de culpabilidad junto con la ropa de trabajo cuando entró en la ducha, y se cambió para su cita.

______ estaba sintiéndose más y más deprimida por momentos. Desde su habitación podía escuchar a Justin y a su cita charlando y riendo. La señora Bird le había subido una bandeja con la cena, echando pestes de la invitada:

-Esta señoritinga me saca de quicio cada vez que viene. No quiere el café tan cargado, y la ensalada sin aliñar, porque le gusta hacerlo ella misma-refunfuñó mientras colocaba la bandeja sobre el regazo de ______-. Tampoco ha querido el bistec porque tiene colesterol, y nada de postre, por supuesto.

-Vaya, pues debe estar sanísima.

-¿Sanísima? Está delgada como una espina de pescado -contestó la mujer.

-Mmm..., creía que no tenía apetito, pero viendo este festín se me hace la boca agua -dijo ______, inhalando el delicioso aroma de la sopa de verduras, el bistec con ensalada, y el bollo de pan recién horneado.

La señora Bird sonrió.

--Pues también le he subido un poco de tarta de queso casera -murmuró destapando una pequeña fuente.

-- ¡Me encanta la tarta de queso! -exclamó ______, entusiasmada como una niña.

Y la señora Bird sonrió aún más ampliamente.

--Cuando termines déjelo sobre la mesilla. Subiré luego a recogerlo, cuando se hayan marchado. El señor Bieber mencionó que se iban al centro, a ver una obra de teatro, creo, y que luego iba a llevarla al aeropuerto.

-¿Cómo es ella? ¿Es agradable? -inquirió ______ curiosa.

La mujer se quedó dudando un momento.

-Bueno, supongo que a su manera -contestó-. Es muy elegante, e inteligente, y conoce al señor Bieber desde hace años. Empezaron a salir y ella, que está loca por él, creía que terminaría proponiéndole matrimonio. Pero no fue así -añadió encogiéndose de hombros-. Cuando el señor Bieber vio que la cosa se estaba poniendo demasiado seria y que ella estaba empezando a albergar esperanzas, le dijo que no creía en el matrimonio. Le partió el corazón a la pobre señorita Lillian -murmuró meneando la cabeza-. Siguen siendo amigos, pero estoy segura de que ella no lo dejará escapar si ve que tiene la más mínima oportunidad. En fin, se le va a enfriar la comida, así que la dejaré-dijo dirigiéndose hacia la puerta.

-Señora Bird -la llamó ______ cuando la mujer tenía ya puesta la mano sobre el pomo.

-¿Sí?

-Gracias -murmuró la joven esbozando una sonrisa.

-No hay de qué, querida -respondió la señora Bird sonriendo también.

Y salió de la habitación dejándola de nuevo a solas. ______ comió todo lo que la buena mujer le había preparado y, cuando hubo terminado, puso la bandeja sobre la mesilla de noche.

Trató de seguir leyendo una de las novelas que le había prestado Sandy, pero las risas que provenían del piso de abajo la estaban poniendo de los nervios. Por un momento intentó imaginarse que era ella la que estaba en el comedor, cenando y charlando con Justin, que él disfrutaba de su compañía, pero la fantasía se esfumaba en cuanto intentaba conjurarla. Era imposible, se dijo. ¿Cómo no iba a serlo cuando Justin sólo tenía miradas furiosas y acusadoras para ella? Esa tal Lillian debía ser muy especial para él, pensó, sintiendo el aguijón de los celos en su pecho. ¡No.!, ¡no tenía derecho a sentirse celosa! Él no le pertenecía, y nunca había sentido nada por ella, ni la había alentado. Sin embargo, cuando volvieron a oírse risas, ______ no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.

Al día siguiente no se acercó siquiera a la ventana. Se puso una camiseta y unos pantalones vaqueros de la hija de la señora Bird, y se acurrucó en la mecedora que tenía en la habitación, hojeando un periódico del día anterior que la mujer había tenido la amabilidad de subirle para que se entretuviese. Las noticias, como siempre, eran deprimentes, así que empezó a mirar la sección de cultura, y acabó haciendo el crucigrama para no acordarse todo el tiempo de que Justin no la quería en su casa.

A Hidden History (justin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora