Capitulo 25

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Se dio la vuelta y se dirigía ya hacia la puerta, cuando, antes de que pudiera alcanzarla, vio que el largo brazo de Justin se adelantaba y la cerraba con un golpe seco.

______, nerviosa, no se movió, pero él la tomó por los hombros y la hizo girarse hacia él, arrinconándola contra la puerta con expresión entre irritada y atormentada.

-Tú no lo entiendes, ______ -farfulló con voz ronca-. ¡Estoy tan endiabladamente cansado de comportarme con nobleza...!

Y se inclinó sobre ella, tomando sus labios, de un modo tan repentino que ella no tuvo tiempo de reaccionar. ______ gimió en señal de protesta bajo la cálida aunque insistente presión de su boca, y sus manos subieron al pecho masculino para intentar apartarlo.

Justin despegó sus labios de ella lo justo para poder hablar.

-No voy a hacerte ningún daño -le dijo con ternura-. Ni siquiera te tocaré. No me rechaces, ___*. Por esta vez, deja que ocurra.

______ no hacía más que repetirse que aquello era una locura, pero el breve contacto de los labios de Justin sobre los suyos después de tanto tiempo había sido para ella como el suplicio de Tántalo, y un recordatorio de lo que pudo haber sido y no fue.

Incapaz de negarse otro fugaz instante de felicidad, la joven no luchó contra ello, y dejó que sus labios se rozaran otra vez con los de Justin en una suave fricción que poco a poco se fue tornando más apasionada. Sin embargo, tal y como le había prometido, él en ningún momento la agarró ni la aprisionó.
Sólo sus labios se tocaron, durante segundos que parecieron interminables.
Cuando finalmente Justin levantó la cabeza, ______ estaba sin aliento, y los ojos azules del ranchero escrutaron su rostro con solemnidad.

-Eso es lo que podía haber sido, ___* --murmuró-. Y, aun así, sería sólo la punta del iceberg.

-No me atormentes -le rogó ella con amargura.

-¿Atormentarte? -repitió Justin frunciendo el ceño.

-No podría volver a pasar por eso -murmuró ______, contrayendo el rostro-. Barry siempre me decía que sólo habías jugado conmigo, que nunca habías sentido el menor deseo por mí porque era delgada y poco femenina, y...

-______, yo no... -comenzó Justin. Pero ella se dio la vuelta y abrió la puerta-. No es cierto que yo...

-Sí que lo es -replicó ______ tristemente, mirándolo por encima del hombro-. Tú mismo me lo dijiste aquella noche, en la fiesta del club de tiro.

-Te mentí -replicó él sin saber cómo hacer que lo creyera.

______ esbozó una débil sonrisa, intentando demostrarle que no le importaba.

-Está bien, Justin, no pasa nada. De eso hace ya mucho tiempo. Sólo te pido que, por favor... por favor no vuelvas a intentar hacerme sentir algo por ti. Los dos sabemos que ahora tienes... nuevos intereses.

Y se marchó antes de que Justin comprendiera a qué se estaba refiriendo: Lillian. En ese momento el ranchero se habría abofeteado. Después de todo era natural que lo pensase cuando la había invitado a cenar estando ella en la casa. Se preguntó si podría algún día hallar un modo de arreglar las cosas, de hacerle ver que se había dado cuenta de que estaba equivocado.

A Hidden History (justin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora