Capitulo 14

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______ no tenía nada que ponerse excepto la ropa que había llevado cuando se había caído del caballo, y, aunque la señora Bird se la había lavado, tenía algunos jirones, producidos seguramente al engancharse con los matorrales. Quería pedirle a Sandy que fuera a la casa que había compartido con Barry para que recogiera sus cosas, pero le inquietaba la idea de permitir que alguien viera la habitación que había ocupado. Por suerte, sin embargo, la señora Bird tenía una hija aproximadamente de su talla, y le prestó unas cuantas prendas para que pudiera arreglárselas entre tanto.

Los días siguientes a su llegada al rancho, Sandy tuvo que marcharse en un viaje de trabajo a Houston, y su hermano estaba ocupado adiestrando unos caballos que iba a vender a una escuela de equitación, así que la joven pasaba casi todo el tiempo sola en su habitación, a excepción de las visitas de la señora Bird, que subía de vez en cuando a verla por si necesitaba algo.
Después de desayunar y poco con lo que entretenerse a excepción de un par de libros que le había dejado Sandy, la joven se sentó junto a la ventana a ver al ranchero trabajar con los caballos en el picadero. Los animales eran nobles y hermosos, y la paciencia y suavidad con que Justin los trataba verdaderamente asombrosas. Si tan sólo fuera igual con ella..., suspiraba para sí la joven.

Sabía que Justin se enfadaría si se daba cuenta de que lo estaba observando, pero siempre parecía demasiado enfrascado en su tarea, y ella no podía reprimir el deseo de admirarlo, aunque sólo pudiera ser así, de lejos. Tenía un cuerpo atlético y la destreza de un cowboy de rodeo. Jamás fallaba cuando arrojaba el lazo, y sabía cabalgar a pelo tan bien como con silla de montar.
Sin embargo, también era un hombre temperamental, y el segundo día ______ lo había visto perder los estribos con uno de sus peones por estar descuidando los utensilios de trabajo. Al oírlo gritar, la joven se había apartado temblorosa de la ventana. Barry siempre le había gritado antes de golpearla. Probablemente debía alegrarse de que Justin no quisiera nada con ella, se había dicho, porque la intimidaban tanto su temperamento como su fuerza.

A pesar de ello, volvió a sentarse junto a la ventana el día siguiente, y finalmente Justin acabó por enterarse. Era algo inevitable, ya que la figura silenciosa asomada a la ventana había atraído la atención de sus hombres, quienes empezaron a tomarle el pelo con «esa chica de la ventana que lo miraba con ojitos tiernos».

Y así, la tarde del día antes del regreso de Sandy, Justin subió al cuarto de invitados y se detuvo en el quicio de la puerta abierta.

-¿Vas a cenar aquí, en la habitación, como de costumbre? -le preguntó de repente.

En efecto, desde que llegara, la señora Bird le había subido en una bandeja todas las comidas, y lo cierto era que ______ prefería que así fuera, ya que, de tener que comer con Justin Bieber mirándola fijamente desde el otro extremo de la mesa, estaba segura de que se atragantaría. Sin embargo, precisamente porque nunca había bajado a desayunar, almorzar, ni cenar con él, no comprendía a qué venía la pregunta, y vaciló a la hora de responder.

-Tengo una cita esta noche -añadió él a modo de explicación-, una abogada de Victoria a la que he invitado a cenar. He venido a decírtelo por si tuvieras pensado bajar y no tengas ganas de charlar.

Demasiada consideración para tratarse de Justin Bieber. Su verdadera intención había sido sorprenderla, pero ______ no se percató de ello a tiempo para poder ocultar el asombro que se reflejó en su rostro ante el anuncio de esa cita.

-Oh... yo... no quisiera molestar -balbució atropelladamente -. De hecho pensaba pedirle a la señora Bird que esta noche también me subiera la cena.
A pesar de su respuesta, Justin la miró con suspicacia.

-Bien -murmuró él -. Y otra cosa -añadió con brusquedad-: mientras estés aquí, más vale que te busques algún otro entretenimiento... aparte de observarme por la ventana mientras trabajo.

______ se puso roja como una amapola y apartó el rostro.

-Estaba mirando a los caballos, no a ti.

-Sea como sea, será mejor para ti que tengas alguna ocupación -le dijo Justin. «Y para mí también», añadió para sus adentros.

Las manos de la joven, ocultas bajo las sábanas, apretaron la tela de la bata que llevaba puesta. De nuevo estaba ensañándose con ella. Había sido una ingenua al creer que su estado convaleciente lo haría sentir la suficiente compasión de ella como para mantener a raya su hostilidad durante unos días.

-Sí -asintió sin alzar la vista-, será lo mejor.

Justin observó la cabeza gacha de la joven con sentimientos encontrados, el más fuerte de los cuales era la culpabilidad. ______ había empujado a su marido, a la bebida y eso lo había matado, y todo porque deseaba a un hombre al que no podía tener, por el que había rechazado una y otra vez a su marido.

Él se había sentido culpable desde el día en que Barry empezara a hablarle de lo infeliz que era en su matrimonio; al enterarse de su muerte esa carga se había triplicado; y, ahora, la presencia de ______ en su propia casa estaba agravando el desprecio que sentía por sí mismo, ya que le recordaba constantemente el dolor que había causado a su primo.

Por eso había invitado a Lillian a cenar, no porque tuviera ganas de aguantar su interminable cháchara, sino porque quería dejar bien claro a ______ que no estaba interesado en ella. No podía soportar que su huésped no deseada se pasara el día observándolo anhelante desde la ventana de su habitación. ¡Ni siquiera mientras estaba trabajando podía evitarla, por todos los demonios!

-Esto no va a funcionar -masculló sin darse cuenta de que lo había dicho en voz alta.

-Seguro que no me creerás, pero es lo que intentaba decirle a Sandy cuando me propuso que viniera aquí con vosotros -dijo ella con una leve sonrisa. Alzó la vista hacia él-. Empezaré a buscar un apartamento para alquilar en cuanto pueda ponerme de pie sin caerme.

Justin la miró incómodo.

-Trataré de ayudarte a encontrarlo.

-Gracias. Y nada demasiado caro, por favor: todavía tengo que encontrar un empleo.

-Tal vez haya algún modo de anular algunas de las disposiciones del testamento de Barry -le dijo él-. Se lo consultaré al notario. Y, aun en caso de que no pudiese hacerse, me aseguraré de que al menos tengas una asignación que te permita arreglártelas hasta que tengas un trabajo.

______ iba a darle de nuevo las gracias, pero sabía que él no quería su gratitud, y tampoco ella quería sentirse en deuda con él, así que se limitó a asentir con la cabeza.

-Le diré a la señora Bird que suba para preguntarte qué quieres comer.

-Lo que esté haciendo estará bien -contestó ella con una cortesía un tanto forzada-. No quiero causar más molestias de las que ya les he causado.

A Hidden History (justin y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora