★Capitulo 1★

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La apariencia no es sincera.

Narra Ekaterina/Katia:

El día ya no era día, llovía fuertemente, mientras yo reposaba sobre mi almohada, esos recuerdos aparecen más seguidos en estos días, no paraban de aparecer, mi cabeza ya se había acostumbrado a ellos, pero mi yo interior, gritaba y soltaba lagrimas involuntarias, no reaccionaba ante nada, solo me quede cerrando los ojos, para calmar un poco los recuerdos, pero la música empezó a sonar:

<< Acorralado, entre tu futuro y mi pared, cuestionando cada una de las frases.

¿Sabes? Nunca estuviste en la canción, pero, tan dulcemente te entregaste...

Y te oigo decir: "Dame tantas rosas como espinas me clavé, no encajo bien tus bromas. ¿Por qué serás tan cruel?Dame tantas rosas como espinas me clave, tan fácilmente explotas, ¿Qué infierno te posee?"

Extrayendo poco a poco todo de mis venas, tus agujas pellizcan suave la piel.

¿Sabes? Nunca hubo una droga peor, pero esta vez, tampoco te escuche...

Más de uno grito: "Dame tantas rosas como espinas me clave, tan fácilmente explotas, ¿Qué infierno te posee?Dame tantas rosas como espinas me clavé, no encajo bien tus bromas. ¿Por qué serás tan cruel?"

Podrías pensar lo peor, que la apariencia no es sincera, no, pasadas las noches en vela,¿Sera una condena de amargo sabor?

Podría perder el control con apariencia embustera. ¿O no?Pasadas las noches de espera ¿merezco que arda el corazón?

Acobardado, ahora callo en alto antes de huir.No resulta sencillo ser fiel a la conciencia.

¿Sabes? Nunca pesadilla me intimido, si yo no escogí. ¿Quién fue el que decidió?

Más de uno grito "Dame tantas rosas como espinas me clavé, no encajo bien tus bromas. ¿Por qué serás tan cruel?Dame tantas rosas como espinas me clave, tan fácilmente explotas, ¿Qué infierno te posee?"

Podrías pensar lo peor, que la apariencia no es sincera, no, pasadas las noches en vela,¿Sera una condena de amargo sabor?.

Podría perder el control con apariencia embustera. ¿o no?

Pasadas las noches de espera ¿merezco que arda el corazón? >>

Con cada, frase escuchada, mi corazón se sentía familiarizado con aquello que escuchaba, poco a poco mi ansiedad se calmaba, me daba fuerzas y así me levante de la cama y me dirigí a la cocina por un vaso de agua, era fin de semana, así que estaba libre.

(...)

- Madison: Buenos días, ¿Cómo amaneciste?

- Ekaterina: Bien, Mad.

- Madison: ¿Quieres hacer algo hoy?

- Ekaterina: No, Mad, hoy solo quiero descansar. -dije, mientras subía a la habitación.

- Madison: ¿Katia?

- Ekaterina: ¿Qué pasa?- Madison: Ten, te llego esta carta, esta sin remitente.

- Ekaterina: Gracias.

Subí directo a la habitación, esas cartas aún seguían llegando; por alguna razón, no sabía porque llegaban aquí, aunque ya tenía un tiempo viviendo en Cincinnati, esas cartas apenas tenían meses de haber empezado a llegar, las primeras cartas no las leía, pero poco tiempo después me gano la curiosidad y empecé a leerlas, la mayoría de ellas solo describían sentimientos atrapados en una red llena de ira y con deseos de sacar todo aquello con un solo golpe, no sabía cómo describir esas sensaciones, pero si me interesaba saber, quien era el remitente, solo firmaba al final como Moxley.

Eran las 3 de la tarde y aun no salía de la habitación, Madison viene a cada rato a tocar mi puerta, con intenciones que salga a distraerme un poco, hace 20 minutos vino por última vez, solo para decir que saldría con Mike, su novio; casi no tengo amistad con él, hay algo de él que no me agrada, pero como buena amiga que soy, prefiero simplemente apoyar a mi amiga con sus decisiones y esperar para estar con ella, cuando me necesite.Desde que se fueron me adentre a la ducha para darme un baño, aun esos mareos, me dan cada vez que me levanto o me veo al espejo, razón por la cual me limito a verme solo para medio arreglar mi cabello, y eso, que no me lo peino; bueno, después de alistarme como todo sábado, me dispongo a ir a la heladería, algo que se me hizo común, desde que llegue aquí, esta heladería, me hace tener recuerdos, de los cuales como me dice el doctor, mi cabeza aun no logra recordar parte de mi vida, situación que al inicio me puso más nerviosa, pero con el tiempo me acostumbre y decidí tener una nueva vida, aunque de vez en cuando me vienen recuerdos.

Narra Dean:

Al fin había llegado, el sábado, este día la vería, si, ya estaba decidido, hoy hablaría con ella, espero que se acuerde de mí, aunque, después de tantos meses de verla sentarse en el parque de enfrente de la heladería y chocar con ella una vez, no me reconoció, esta vez iré al punto.

- Roman: Otra vez, ¿Piensas en ella?. -dijo mientras abría la puerta de mi camerino.

- Dean: Si, no puedo dejar de pensar en ella. -dije sentándome en el pequeño sofá, que estaba en el camerino.

- Roman: ¿Qué ha pasado con el viejo Dean?

- Dean: No, lo sé, Roman. -suspire- Desde el día que la vi, mi mundo cambio por completo.

- Roman: ¿Cómo te hace sentir tanto, si ni siquiera la conoces? ¿Aún no hablas con ella? Sino, ya me lo hubieras dicho, ¿no?. -dijo mientras se rascaba la nuca.

- Dean: Claro, que te lo diría. -reí, mientras le daba un codazo- Es solo que, hay algo en ella que es distinto, no lo sé, Roman, solo no lo sé. Ella me recuerda a alguien, pero dudo mucho que sea ella, es muy distinta.

- Roman: Pero, Dean eso fue hace unos años y recuerdo que me dijiste, que ella se fue, por ti.

- Dean: Me dolió, cuando se fue, por eso cambie, bueno eso ya es otra historia, ahora, quiero conocerla a ella. -suspire.

- Roman: Bien, solo no te apresures, y recuerda no pueden ser la misma persona, no te dejes llevar por el pasado. -me dio un ligero abrazo y se disponía a salir.

- Dean: Hey, Roman! -dije, antes de que el saliera.

- Roman: ¿Si?

- Dean: Dile a Galina que paso por Joelle a las 2:30, ¿Ok? -dije, sonriente.

- Roman: ¿Iras a la heladería? ¿Verdad? -dijo, cruzándose de brazos.

- Dean: Si, bueno, ya sabes a Joelle, le encantan los helados y bueno, yo soy su tío preferido. -dije alegremente.

- Roman: Si, claro y soy idiota. -dijo, mientras reía- Esta bien, pero esta vez, voy con ustedes. -dijo sentenciándome.

- Dean: Esta bien, Rome. Solo no le digas a Seth, ¿Si?

- Roman: Bien, pero solo esta vez, ya sabes que después se enoja, cuando no lo invitamos a salir y menos si sabe que Joelle fue con nosotros. -dijo rápidamente y salió del camerino.

Aliste rápidamente mi mochila y salí de la empresa, rumbo a mi casa, aun tenia cosas que hacer, una de ellas visitar a un viejo amigo, sabía qué hace meses había regresado de Londres, se graduó como uno de los mejores en su clase, aunque no me gustara mucho su profesión, aún seguía siendo mi amigo, y esperaba con ansias darle la sorpresa, así que iría hasta su consultorio para verlo.

¿Cómo supe donde era su consultorio? Pues bien, tengo mis contactos, aunque esos contactos, no sirvieron de nada, cuando intente buscarla, ella solo se fue sin dejar rastros.


|| Cartas a Moxley || [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora