|| Cartas a Moxley || [EDITANDO]

★Capitulo 28★

Esta vez las respuestas llegaban a tiempo.

Dean había recuperado una chispa de esperanza con la confesión de Sami pero ¿Podría confiar en él? No había persona en el mundo que tuviera su confianza excepto Roman, sin embargo las respuestas que necesitaba, no las tenía él.

En una habitación del hospital estaba la pieza que armaba la historia de un pasado recién encontrado y en frente tenía el camino a un futuro con Ekaterina. El amor que le fue arrebatado.

En un cuarto oscuro, atada de sus manos, Ekaterina revivía su pesadilla, esta vez no había dolor, ni llanto.

La chica había derramado tantas lágrimas en sus pesadillas que para el momento que debió gastarlas, en ella ya no existían.

Solo por esta vez, Ekaterina tuvo la confianza de creer que Dean la buscaría, lo sentía en su corazón.

Recordó su primera noche con él. El miedo que sintió al hablar de su pasado sin saber que se estaba enfrentando a él en esos instantes.

Ekaterina y Dean ya no eran las mismas personas.

Jon Moxley tuvo miedo. Todas las noches se reprochaba los días que duro en buscarla, sabía que debía habérsela llevado antes.

Katia Memphis no lucho por lo que quería. En ese cuarto mientras esperaba que su atacante llegara, recordaba a Jon.

Ella deseaba regresar al momento que Jon le propuso irse con él. No estaría atada, no hubiese sido violada.

Ella amaba a Jon, sin embargo Jon Moxley ya no existía. Había muerto junto con Katia.

Por razones del destino volvieron a encontrarse, esta vez transformando una tragedia en una oportunidad para demostrar lo que en realidad valía el amor que se tenían.

Ekaterina y Dean lo hicieron de la manera correcta, primero se valoraron y se mostraron así mismo para después empezar con un nuevo amor.

Aunque un nuevo amor no debe empezar si tu ciclo aún no termina.

Narra Ekaterina:

- Drake: ¡Nena! Levántate —dijo entrando con unos hombres detrás de él— Nos vamos.

- Ekaterina: ¿Dónde?Drake: Muy lejos de aquí —rio— Le haremos saber a tu querido Dean que esta vez, serás solo mía.

Los hombres se aproximaron a mí, jalándome de los brazos hicieron que me levantara.

Drake caminaba delante de nosotros. Antes que lograra ver donde me encontraba vendaron mis ojos.

Me subieron a una camioneta. Pronto esta arranco y al cabo de unos minutos Drake hablo:

- Drake: Me sorprende que no te resistas. Debo admitir que para estos momentos ya estaría excitado pero no, me gustas mas cuando te resistes.

- Ekaterina: Eres un cerdo…

- Drake: Y te encanta pero me disfrutaras cuando lleguemos a nuestro destino. Antes dejare que escuches a tu amado.

- Ekaterina: ¿Me dejaras hablar con Dean?

- Drake: No, nena. Yo hablare con él, tú solo escucharas. Amordácenla —ordeno.

Seguidamente sentí unas manos tapar mi boca, esta vez hice fuerzas y mordí al imbécil que trataba de amordazarme.

Sentí un golpe en mi mejilla. El dolor no duro en apoderarse de mí y una lágrima resbalo por mi mejilla. Me amordazaron.

- Drake: Estoy llamándolo nena. Lo pondré en altavoz para que escuches.