|| Cartas a Moxley || [EDITANDO]

★Capitulo 2★

Helados con sabor a pasado.

Narra Dean:

- Dean: Buenas Tardes Señorita, ¿se encuentra el doctor?

- Secretaria: ¿Usted es la Cita de las 2:30? -dijo mientras me veía de arriba abajo.

- Dean: No señorita, soy familiar del doctor, ¿Puedo verlo? -dije indiferente, no sé porque todas siempre me veían así.

- Secretaria: Disculpe, pero tengo instrucciones estrictas de no dejar pasar a nadie a menos que sea la cita de las 2:30. El doctor no se encuentra y solo dejo instruido dejar pasar al paciente para que lo espere. -fuck!, pensé tendré que empezar a sacar mis encantos.

- Dean: Cariño, está bien que quieras hacer tu trabajo, pero nadie tiene porque enterarse. -le guiñe un ojo y le di una media caricia en su mano.

- Secretaria: Emmm, está bien, pero dime aunque tu nombre bebe -y esta me guiño el ojo mientras removía su cabello de un lado a otro.

- Dean: Me llamo Jon, cariño. -le agarre la mano, para depositar un beso en ella, seguido de eso me dejo entrar.

Genial, había podido entrar en el consultorio de mi amigo, hace tiempo que no hacia eso, me sentí algo incómodo, como si traicionara a alguien, bueno, no sé a quién, además le di un nombre falso, así que no creo, que intente como buscarme, nadie me conoce con ese nombre desde hace años.

Al entrar vi todo lo que sabía que habría en su consultorio, después de todo él era psicólogo, y por más que no quiera estar aquí, tenía que hacerlo; El y Roman, han sido grandes amigos; para esperarlo decidí recostarme en el sofá de cuero negro que estaba en la habitación, solo pensaba en la cara, que pondría al verme, y además creo que sea demasiado poco probable que no me reconozca, sigo siendo el mismo.

Ya había pasado media hora desde que llegue y nada que aparece, será que no vendrá o que, mierda ya voy tarde para recoger a Joelle, será mejor que me vaya y regrese otro día. En lo que salía de la habitación para subirme al coche, mi celular sonó, era Roman.

*Llamada telefónica*

- Dean: ¿Hola?

- Roman: ¿Dónde demonios estas? Joelle está esperándote y está a punto de llorar. -estaba furioso, y era para esperarse, Joelle es su adoración y odia que la hagan llorar-

- Dean: Discúlpame Roman, pero tuve un pequeño inconveniente. -esta algo mal, por Joelle.

- Roman: Conmigo no te disculpes, sabes que yo te moleré a golpes, cuando te vea, espera no cuelgues.

- Dean: Roman, voy manejando, me dilatare más si sigues hablando.

- (xxx): ¿Tío Dean? -dijo la pequeña, siempre me alegraba hablar con ella.

- Dean: Hola princesa, ¿Cómo estás?

- Joelle: Bien, Tío Dean, iremos a comer helado ¿Verdad? -estaba triste, lo sabía por su tono suave y dulce.

- Dean: Claro que sí, bebe, voy en camino, me dilate porque te tengo una sorpresa.

- Joelle: ¿En serio? Tío, ¿Qué es?

- Dean: ya te dije es una sorpresa así que prepárate, que pronto te veré.

- Joelle: Esta bien, Tío. Papi quiere hablar contigo.

- Roman: Dime que le prometiste, para golpearte más duro si no cumples tu promesa. -Aún estaba furioso.

- Dean: Es una sorpresa, la verdad no le tengo comprado nada, pero iría si me haces un favor.