★Capitulo 15★

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El inicio de una odisea.


Narra Roman:

Es jueves, apenas ayer me encontraba junto con Dean, charlando su recién encuentro con Katia o Ekaterina. Me confunde no saber cómo llamarla, pues Dean solo había mencionado que “Katia” es un diminutivo de su nombre —Ekaterina— pero que según lo que hasta el momento entendía, ya no le gustaba que la llamasen así. También dijo que ese comportamiento hacia su nombre le ocasionaba ciertas preguntas, tales como ¿Por qué ya no le gusta? O si solo está haciendo de cuenta y caso que su pasado no existe, aunque también le mencione que no podía ser así pues, es demasiado ilógico que hable con él y no recuerde lo que vivieron juntos.

La descripciones que Dean me había dado sobre ella, me daba a entender que si había cambiado, pues ahora más reservada con sus cosas y “pasado”, algo que según Dean anteriormente ella misma le había contado su vida que nunca fue fácil, debido a su padre —no entro en detalles—. Lo único que yo sabía es lo que Galina y en su debido momento Dean me había mencionado; ella estaba siendo vendida por su padre a un hombre —Drake— que había ofrecido su sociedad —a la Aerolínea, del padre de Ekaterina— a cambio de un casamiento con la hija del dueño —esto para cerrar el negocio.

Solo tenía tres días para ayudar a Dean, su plan es sencillo, averiguar lo más que pueda sobre Ekaterina, aquí en Los Ángeles.

Menciono que su apellido era “Memphis”, pero que cuando se presentó lo hizo como “Ekaterina McAllister”. Ambos sabíamos que no tenía ningún familiar con ese apellido.

Galina no dejaba de preguntarme por Dean, sabía que tenía que decirle algo importante, además que Joelle quería verlo desde la última vez que estuvo aquí no volvió a venir y en el transcurso de la gira solo hablo con ella unas cuantas veces por teléfono, pero se negaba hablar con Galina.

“¡Roman! ¡Roman!” —esos gritos me sacaron de los pensamientos.

Corrí desesperadamente por las escaleras de la casa, los gritos no cesaban, mi corazón palpito rápidamente y mi mente trabaja por calmarse.

Entre con desesperación al cuarto de Joelle y me encontré con Galina arrodillada en el piso, llorando desconsoladamente mientras observaba la estantería de las muñecas de colección —suspire pesadamente.

La escena en la que me encontraba era un total desorden, las muñecas estaban tiradas por todos lados, con sus vestidos rotos y pintura roja por todos las paredes de la habitación, las cobijas rosas de la cama, estaban destrozadas y las fotos en las que aparecían Galina y Joelle juntas rotas.

Abrace fuertemente a Galina tratando de entender ¿Quién lo había hecho? ¿Por qué? Y ¿Cómo habían entrado?
Galina seguía llorando, mientras señalaba el balcón, confundido salí junto con ella, para observar la pequeña mesa que se encontraba en una de las esquinas. La muñeca que Dean le había obsequiado a Joelle, estaba intacta.

Unas fotos encima de la mesa, mostraban a Joelle saliendo de la escuela junto con Galina, otras donde salían del centro comercial, además una donde salía Dean junto con Joelle, el día que le obsequio la muñeca.

Una furia comenzó apoderarse de mí, cada vez que veía las fotos, todas mostraban lo que hacíamos día a día. Opte por romperlas todas, pero Galina me detuvo, me entrego un papel.

“Aun no me olvido de ti. Espero que le guste mi muñeca a Joelle.”
-Elizabeth.

En estos momentos no podía hacer más que solo agradecer que mi hija no estuviera aquí, era día de semana y por supuesto está en la escuela.

|| Cartas a Moxley || [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora