|| Cartas a Moxley || [EDITANDO]

★Capitulo 13★

Anclas y Gaviotas.

Narra Dean:

Roman me ha estado llamando todo el día, no tengo la cara para hablar con él, no sé qué más quiera Galina y el decirme, puede que sirva para seguir atando cabos pero siento que si pongo un pie en esa casa, tendré que decirle a Galina, que la he encontrado y aun no quiero que sepa hasta que yo obtenga mis respuestas antes.

Puede sonar egoísta porque ella era su mejor amiga, pero ella no pensó en mí cuando me dijeron que había muerto, sufrí todas las noches por no tenerla.

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"Amigo, necesito verte, ¿Puedes en estos momentos?" -Dean.

"Es bueno que des señales, le diré a Galina, ¿Dónde nos encontramos?" -Roman.

"No le digas, por favor. Es algo privado, que prefiero que solo tu sepas en estos momentos." -Dean.

"Me estas preocupando. ¿Estás bien?" -Roman.

"Si Rome, solo apresúrate, estoy en el café cerca de la empresa." -Dean.

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Me apresure a sentarme en una de las mesas alejadas en el café, rápidamente una mesera se acercó a tomar mi pedido a lo que respondí que esperaba por alguien que regresara en unos minutos. Pronto empezó una brisa, empecé a observar a las persona ir de un lado a otro, unas corrían para no mojarse, otras dejaban empaparse por la brisa que a poco iba aumentando.

Una camioneta negra capto mi atención -Roman había llegado- el estacionamiento de la cafetería se encontraba lleno por lo que decidió estacionarse en frente, bajo del coche y con pasos ligeros entro a la cafetería.

- Dean: ¿Por qué te pusiste ese gorro? -señale el gorro negro con corazoncillos azules.

- Roman: Joelle, como no quise traerla a verte -interrumpí.

- Dean: ¿Le dijiste a Galina? -dije tocándome la frente.

- Roman: No, ya sabes que Joelle le gusta venir a la empresa, le dije que tenía mucho trabajo, que no podía venir. -el samoano pidió un café acto que seguí- y como "castigo" tenía que traer el gorro. -reí- No es gracioso.

- Dean: Créeme si lo es. -seguí riéndome- Bueno, olvidémonos de eso.

- Roman: Dime ¿Por qué querías verme y no a Galina? -dijo serio

- Dean: Iré al grano. -Asintió- Encontré a Katia.

La mirada del samoano pronto era confusa y después seria, sus manos formaron unos puños, cerró los ojos -meditando- para formar una oración.

- Roman: ¿Cómo? -exhalo.

- Dean: Fue hace unos tres meses. -se reposo en el espaldar de la silla y sus manos cubrieron su cara.

- Roman: ¿Por qué lo dices hasta ahorita? Sabes que Galina tiene que saberlo, ella... -interrumpí.

- Dean: Ella puede esperar -su cara se tensó y sabía que eso lo enfureció mas- Roman, Lo siento, aun no puede verla, créeme tengo una buena razón

- Roman: ¿Cuál es? Según tú.

- Dean: Es solo una hipótesis, pero lo que si te puedo asegurar es que la chica de la heladería y Katia son la misma persona.