Fuego en el Cielo

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En algun lugar del Desierto de Gobi.

La soledad llena con el sonido del viento al reseco paisaje lleno de dunas, la cua levanta nubecillas de arena de aquel lejano desierto, rodeado por algunas muy alejadas montañas. La vista arenosa rodea aquel lugar y la figura de un hombre sencillamente vestido con jeans y una camisa manga larga remangada, el cual esta parado de espaldas ante el imponente lugar. sus cabellos rubios y su blanca piel, lo delatan como un hombre occidental joven. el mismo decide voltearse y mira hacia una extraña luz que sale enfrente de el como si fuera una ranura. La misma se va cerrando lentamente y el hombre decide hablar algo en idioma ingles.

-Todo esta hecho Uriel, es hora de retirarnos de aqui y volver a nuestro trabajo.

Una extraña luz aparece detras del joven, dejando ver una gigantesca figura llena de luz, vestido con un manto blanco y ojos que brillan como el sol y un rostro mucho mas joven que el hombre. el mismo muestra seis alas a su espalda y las mismas brillan con la intesidad de la luz que salen de sus ojos.

-Como tu digas -Tronó la voz con una poderosa voz, la cual estremecio el polvo del desierto, haciendo que se levantará como si alguien lo hubiera pisado fuerte.

En ese momento los ojos del brillante ser empezarón a brillar mucho más y rodearon a los dos personajes, los cuales desaparecieron del lugar, dejando la abertura aun cerrandosé.

Por unos cuantos segundos quedo dicha abertura cerrandose muy lentamente, y entonces otro personaje apareció enfrente de la abertura, rodeado por un humo negro que giraba alrededor de el fuertemente y una risa maligna se escucho en medio de todo ese humo y una figura humana podia verse en medio del humo. La risa se hacia mas fuerte, segun la forma humana se materializaba.

Una hora despues, en la atmosfera de la Tierra.

El Vigilante habia regresado a su puesto, luego de curiosear una extraña batalla que habia ocurrido en el país de los Dos Oceanos. su asistente y el reian amenamente sobre lo que habia hace poco de ocurrir.  Ambo flotaban en el aire de la atmosfera como si fueran dos satelites, teniendo a Continente Africano abajo de ellos.

-No lo puedo creer señor, vencio a Darien, jamas pensé en ese tipo de reto en estos tiempos. No deberia haber ocurrido esa batalla, ese humano debe estar un poco loco. - Y empezó a reirse otra vez. El mismo vestia como el otro, un manto rojo cubria su cuerpo, donde una pequeña armadura dorada se veia en sus brazos y piernas. 

-Creo que hemo conocidos a muchos humanos "locos" en toda esta historia humana, antiguos y en esta epoca. Nunca sabemos que decision tomarán. De todas maneras estremecen nuestro entorno.

-Asi es...

Una extraña explosion se oyó en el planeta que tenian a su cuidado, y ambos voltearon la vista, la faz de sus rostros cambio por un tono más serio, cuando miraron de donde venia la explosion.

Desde un lugar de Asia Central podia verse un pequeño fuego que aparecia como una columna hacia el cielo de ese planeta, pero retumbaba a sus oidos como una bomba nuclear lejana. Ambos se miraron los rostro sorprendidos y el Vigilante cerró sus ojos.

Rapidamente voló hacia el lugar del acontecimiento como un rayo, y cayó en el desierto donde quedaba la abertura. Al caer al suelo arenoso sono como un trueno, pero no levantó el polvo del suelo. La abertura estaba delante de el y se acababa de cerrar frente a él. Miró a todos lados buscando que habia salido de esa abertura y del cielo cayó una bola de fuego hacia el con gran velocidad, era gigantesca.

Antes de que lo golpeara, saco un escudo de la nada con el rostro de un Leon esculpida en ella y la bola de fuego se estrello en ella. Una explosion de fuego rodeo todo aquel lugar, pero el Vigilante sostenia el escudo sin recibir ningun daño fisico visible. Cuando decidio quitar el escudo pudo ver en el cielo del lugar a cinco formas humanas rodeadas de fuego, con alas de fuego a sus espaldas. Cada uno de ellos lo miraban con sus rostros indescriptibles por causa del fuego que los rodeaba.

El Vigilante los miraba amenzante, como esperando el reto para luchar. Pero ello no ocurrio, ya que los seres empezaron a volar con pericia entre ellos y a reirse fuertemente entre ellos. El ser en el suelo podia verlos hacer esto y escuchar en medio de las risas sus palabras de alegría.

-Al fin somos libres... Es nuestro turno... El nos lo va a pagar. - Al hacer esto se lanzaban fuego entre ellos, los cuales los golpeaban pero no los afectaban. Asi siguieron hasta que siguieron elevandose en el cielo del lugar hasta irse del lugar, dejando al Vigilante totalmente solo, no sin escuchar un breve susurro antes de desaparecer por completo.

-Eshiel.

El Vigilante seguia mostrando temor y sorpresa al ver las figuras aparecidas en aquel lugar y empezó a brillar con un color dorado, mostrando un enojo que asi solo podia expresar.

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