El Hombre Federal

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Lago Manitoba, Canadá

El hermoso lago de esa región de Canadá muestra una paz inusitada y debido a su gran extensión a la vista de cualquier viajero, parecería que estuviera a las orillas de un océano. Tal es la gran extensión de dicho lago y la bella brisa marina mueve los arboles en una orilla de tierra en este gran lago.

Toda la pacifica escena es interrumpida por el sonido de un pequeño hidroavión, el cual se acerca velozmente hacia dicha orilla del lago, el cual tiene un pequeña playita en donde alguien puede caminar.

Dicha aeronave al parecer es un modelo DHC-3 Otter, la cual es llamada comúnmente como la Nutria. La misma trae un vuelo normal hacia dicha área y poco a poco empieza a aterrizar en el lago de la manera más normal hasta detenerse cerca de la costa de arboles adonde llegó.

Las puertas del mismo se abren y un hombre joven baja del mismo vestido adecuadamente para caminar por el lugar. Con botas negras, jeans gruesos y una chaqueta gruesa color azul fuerte para soportar el fuerte frío de esa región en dicha época del año.

El hombre es de cabellos cortos muy bien cortados, lentes oscuros, tez blanca y aproximadamente como 1.70 metros de altura. Lleva una gran bolsa en sus hombros y antes de saltar hacia el agua le grita algo al piloto del mismo.

-Recuerda que de no encontrar nada, volveré rápidamente. Te avisaré por radio.

El piloto asintió con su mano y el hombre bajo por la parte baja de dicho lago, el cual le llegaba hasta las rodillas pero eso no pareció importarle y camino lentamente hasta que pudo salir del agua y caminar en lo seco, teniendo al bosque en frente de él.

Se escuchaban algunos ruidos de los pocos animales que habitan en ese lugar y el hombre bajo su bolsa al suelo y empezó a sacar algunas cosas del mismo para el viaje que emprendería allí.

Una pistola Glock calibre 22, a la cual le coloca su cargador. Después un radio Kenwood color negro y al levantarse se coloca una gorra azul oscuro el cual lleva en su frente claramente unas siglas, FBI.

Luego de cerrar la bolsa y meter algunos cargadores adicionales para su pistola en sus bolsillos se adentra en el bosque accidentado en donde al parecer sigue una pista. Agarrando el arma con sus dos manos sin haber quitado el seguro. La bolsa la ha dejado en el lugar en donde la puso.

Poco a poco se aleja de la costa y el hidroavión también desaparece de su vista, caminado más y más adentro en dicho bosque. La brisa fuerte del lugar hace caer algunas hojas y a crear algunos ruidos que ponen nervioso a nuestro personaje.

-Si estás aquí, te voy a atrapar. Pensaba para sí. – vas a pagar lo que le hiciste a Bradley.

En su cabeza divagaba por las situaciones que lo habían llevado a ese lugar. Los asesinatos de un hombre a quien nadie conocía más que como un mito. Pero él en su investigación había dado un nombre al personaje: Little Horn (Cuerno Pequeño).

Ya había contado con varios muertos a lo largo de algunos estados de la nación americana. Solo él y su compañero Bradley Stevens había descifrado las pistas del pequeño asesino en serie. Sabían algo de los rasgos del personaje: pequeño de estatura, muy joven y de cabellos rubios, según las declaraciones de algunos testigos.

Las muertes eran lo más misterioso. No eran como los asesinos comunes y enfermos mentales a los cuales estudiaban en Quantico. Este hombre hacia de sus muertes todo un ritual ceremonial y no entendió esto totalmente hasta que atrapó a su compañero Bradley en San Francisco. Un total fallo de comunicación con su compañero, debido a una pelea personal que tuvieron durante la investigación en esa ciudad.

Bradley siguió una pista en solitario y desapareció por toda una semana hasta ser hallado debajo de un puente en las mismas condiciones de los demás. En posición de cruz, con el cuello cortado y brotando mucha sangre. Además de extraños escritos en su pecho y brazos en un idioma que ningún profesor de lenguas pudo interpretar.

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