Los Ardientes

Diplomacia Legal

Días después. Edificio del FBI.

-Estás seguro de eso, puede ser otra persona. -Preguntó Reynolds a su compañero de investigación.

-Yo estuve frente a frente con este hombre. Conozco todos sus rasgos, esa sonrisa es inconfundible. Querías una pista, la encontré. Tenemos nuestros casos relacionados, no entiendo cómo, pero lo están. -Le dijo Michael al otro agente con una mirada determinante. En esta ocasión no estaba bromeando.

Ambos hombres estaban parados en la sala de reuniones del Departamento de Narcóticos. Michael había preparado un informe completo sobre el perfil sicológico de Gorki, estableciendo lugares preferidos del individuo según las investigaciones hechas en Panamá por la policía panameña y sorpresivas fotografías tomadas por la CIA, las cuales eran ilegales, pero útiles para la investigación. La foto de Nicky en una fiesta orgiástica en Panamá estaba ampliada en tamaño poster para mostrar que tenía razón con el dibujo realizado por los artistas de la organización. Las similitudes eran impresionantes.

-Puede tener un gran parecido, pero sin una prueba contundente será difícil que te asignen a la embajada e Panamá. Las personas que quieres entrevistar no creo que te den mucha información por más FBI que seas. Hay gente peligrosa envuelta en esto y no hablarán, de eso estoy seguro.

-Debo hacerlo, por alguna extraña razón, mi sospechoso, está relacionado con tus sospechosos, son dos casos en uno que podemos resolver, convence al Viejo de que podemos ir y yo te ayudare en tu caso en todo lo que pueda. Solo déjame moverme un poco por ahí y ver que puedo averiguar, un nombre sería suficiente para mí.

Reynolds se quedo pensativo por las palabras de Michael, miraba la perspectiva de su plan y parecía muy beneficioso. Se movió de la mesa y camino en círculos pensando en sus opciones.

-No te prometo nada, pero hablare con el Viejo. Si nos da la posibilidad, te lo hare saber. Dame tiempo.

-Perfecto esa era la respuesta que esperaba. -Y mostró una sonrisa de satisfacción.

-Deja de hacer eso, tú no eres el Viejo. -Le recriminó el agente.

Michael no le respondió, solo se volteo luego de recoger sus expedientes y abandono el salón.

Reynolds se dirigió al teléfono del salón y realizo una llamada.

-Se dio cuenta, no pensé que fuera tan observador. Había olvidado cómo le encantan los bikinis.

Hace una pausa, escuchando al otro interlocutor. Y mueve su cabeza hacia la puerta, esperando que nadie apareciera de repente.

-Sí, Señor... haremos lo que sea necesario... yo me encargó de lo demás... si quieres ahora mismo, hare unas llamadas y preparare todo para el viaje.

Reynolds cerró el teléfono luego de hablar lo acordado, siguió mirando el teléfono por unos momentos y luego volvió a tomarlo. Haría las llamadas prometidas.

-Es hora, realizaremos el protocolo 616... si ya lo ordenaron... es ahora mismo... Michael Velásquez... quiere ir a la embajada de Panamá como diplomático legal... todo a estado listo como siempre... tu solo preocúpate de tener las cosas listas como la otra vez... avísame al teléfono de mi auto, saldré inmediatamente y llamare a Velásquez para que esté listo... está ansioso por irse, quiere vengar a su compañero, se siente culpable después de lo que le hizo... está bien, no demores más, salgo hacia mi auto.

El ser de luz estaba parado aun en el salón, no siguió a Michael, miraba a Reynolds con extrañeza y miraba a alguien más al lado de él. Lo señalo con el dedo de su mano derecha de manera amenazante. Luego de esto salió del salón para seguir al joven agente.