Michael había colocado algunas notas y fotografías en el lecho de su cama en el hotel donde estaba hospedado, observando la conexión que había en ese país con el personaje que estaba buscando. Los rostros de los dos contactos, la fotografía del cadáver del que ya había fallecido. Miro algunas fotos por varios momentos, y el proveedor de mujeres de estos hombres y el que manejaba algo de su dinero y drogas. A pesar de ser un joven de la alta sociedad, estaba metido hasta los huesos en el narcotráfico y la trata de blancas. Esperaba tener una larga charla con este joven y encontrar algunas respuestas. Su guardián se paró a su lado observando las fotografías también, las miraba como si hubiera algo más en esas fotografías.
-Tal vez las cosas hayan cambiado en estas personas. Puede que no encuentres respuestas en ellos.
-Lo crees así. –Le contesto el agente.
El brillante no le contesto, solo camino a su lado y siguió mirando las fotografías.
-Parece que ves algo más en esas fotos que yo, Shemayiel. –Le volvió a increpar Michael.
Aun no estoy seguro, Hijo de la Tierra, estamos muy lejos de casa. Aquí hay algo más que oscuros y delincuentes. Espero en Padre que sea algo que bendiga tu vida.
-Yo solo espero salir con vida de este predicamento, no quiero ser como esas películas japonesas, en donde el samurái bueno muere al final.
Autopista Arraijan-La Chorrera.
Denis manejaba su automóvil de segunda mano camino a su ciudad, a velocidad moderada por la autopista principal del país. La misma no sobrepasa los 20 kilómetros, pero unía a las dos ciudades más pobladas del área, la capital y la ciudad de la Chorrera, la cual mantenía casi la mitad de la mano trabajadora que labora en la capital.
La autopista estaba medianamente ocupada por ambos lados de la misma, por autos que iban hacia la capital y viceversa. Eldurin iba sentado arriba del auto en posición de loto. Ahora llevaba un gabardina gris encima de su ropajes y miraba al frente del auto como esperando algo. Durante ese momento escucho el ladrido de un perro y volteo su mirada a su lado derecho y en el auto a su lado había un perro criollo montado en el mismo, y parado en la ventana con los vidrios abajo. El perro le hizo una mirada amigable a Eldurin al verlo en el auto y moviendo la cola.
El ángel solo lo miró extrañado, se preguntaba cómo podría contestarle al animal. No era la primera vez que le ocurría con los animales, pero los perros eran muy impetuosos para hablarle, no parecían mostrar temor de ellos, aunque los oscuros eran un capítulo aparte. Sus aullidos nocturnos eran la mejor alarma para saber de la presencia de alguno. Eldurin solo sonrió al verlo actuar así.
En ese momento, el perro empezó a ladrar fuertemente, al mirar hacia otro lado y aullar desesperadamente. El brillante volteo su mirada a todos lados, y Denis también cambio su mirada al percatarse de los aullidos del perro, sabía muy bien que algo andaba cerca. Ya que al dejarse ver por un can, estaban por realizar alguna acción.
Eldurin miraba a los automóviles buscando al oscuro, la carretera tenía bastantes automóviles del lado donde estaban, lo que sea que haya visto el perro , desapareció rápidamente. Decidió pararse de su posición y brillar como el ser que es. Denis mantuvo la calma al conducir, sabía que su guardián se haría cargo. Pero si había alguien más, alguien de carne y hueso, sería entonces asunto suyo.
-Avísame si ves algún aliado. Un aliado con un auto podría ponerme en aprietos con todos los autos aquí, muchas almas para llevarse al Inferus. Debemos alejarnos de todo esto. No quiero a nadie herido.
-Estoy consciente de ello, Denis. –Le contestó al humano, sin dejar de mirar a todos lados y sacando una espada dorada de su gabardina, la cual flameaba un fuego dorado.
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Los Ardientes
PertualanganUn agente del FBI sigue la pista de un asesino llamado "Cuerno Pequeño". Su obsesion por atraparlo lo adentrara en un mundo espiritual del que nada conoce y lo llevara a Panama, siguiendo una pista que lo acercara a su objetivo y cambiara su vida p...