Capítulo 2 - Plumas negras

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Capítulo 2 - Plumas negras

Lovino caminó hacia el chico con pasos inseguros hasta tenerlo a pocos centímetros.

Dormía pacíficamente, su respiración era suave y su pecho se movía en un ritmo perfecto, en sus labios se dibujaba una bonita sonrisa.

-Bastardo, oye, tú- Lovino llamo al chico golpeando suavemente su hombro.

El chico abrió los ojos lentamente, sonriendo delicadamente en el momento en que sus ojos esmeralda se toparon con los de Lovino haciendo que como auto reflejo Lovino apartara la mirada mientras sus mejillas cobraban un color carmesí.

-Este es mi puñetero sitio ¿Lo entiendes bastardo de mierda?- dijo Lovino volviendo a mirar hacia el chico de ojos brillantes.

-Lovino...-susurro el chico con una voz melodiosa alzando su mano con una sonrisa suave sobre sus labios rojos pero agrietados.

El chico soltó un suspiro cargado de impotencia y dejo caer su mano cuando estaba a centímetros del rostro de Lovino.

-¿Como sabes mi nombre?- pregunto Lovino que al retroceder cayo sobre el montón de flores que llenaron su pelo de pétalos y humedecieron su ropa.

El chico con acento español y claros rasgos de serlo se incorporo y se estiro,haciendo que sus alas parecieran el doble de grandes de lo que ya eran y las batió suavemente bostezando de una forma delicada.

-Es una historia larga- respondió el chico volviéndose a sentar.

-Tengo dos años así que ya puedes ir abreviando- bufo Lovino claramente incomodo, esperaba que uno de los efectos secundarios de las ultimas pastillas que había consumido no fuesen alucinaciones.

El castaño batió las alas suavemente provocando que una pequeña brisa hiciera flotar el fino pelo del italiano y después de hacer eso plegó sus alas lentamente haciendo que un par de flores brotaran del suelo.

-Soy un ángel-.

Lovino cruzo sus brazos con nerviosismo mientras mordía los cuerillos que habían en sus labios.

-¿A si? Nunca lo habría adivinado si no es por ti, gracias por la información- soltó Lovino con el tono mas sarcástico que pudo hacer y que sus cuerdas vocales le permitieron.

-Me llamo Antonio- continuo el chico ignorando el comentario de Lovino y mirando al italiano a los ojos .

Lovino mordió su labio inferior para evitar soltar algún comentario grosero.

-Yo era un ángel pero me echaron del cielo - rectifico sonriendo - Me enamore de un humano, y ahora solo espero a que mis alas se vuelvan negras-.

Antonio hizo una pausa dirigiendo su mirada a las flores que se habían abierto lentamente a su lado.

-Si sabes mi nombre es porque , o estas enamorado de Matt, o estas enamorado de Gilbert o estas enamorado de mi adorable hermano Feli- dijo Lovino acariciando su mentón mientras trataba de pensar en alguien con el que alguna vez se hubiese llevado bien.

-Es una persona que es mas cercana a ti, mas cercana que esas personas, mucho mas-.

Lovino hizo una mueca de horror mirando al chico.

-¿Mi abuelo?- pregunto horrorizado.

-No tonto- se rió Antonio haciendo que las mejillas del italiano se tiñeran de un color carmesí intenso.

-¿Entonces quien?- pregunto Lovino a gritos intentando parecer mas enfadado que avergonzado.

Antonio se rió juguetonamente.

-Estaba enamorado de ti- dijo manteniendo su risa por lo bajo mientras señalaba el árbol que se encontraba detrás de él -Siempre mantuve este árbol en flor y su follaje lo suficientemente espeso para que cuando lloviese no te mojaras, mantenía la brisa cálida y las flores bonitas-.

Lovino miro al español algo impresionado pero a los pocos segundos frunció el ceño.

-Sabes que me estoy muriendo ¿Verdad?- pregunto Lovino intentando colocar las cosas dentro de su cerebro.

-Soy muy consiente de que te estas muriendo, aun así te amo, te amo tanto que me han expulsado del cielo por quererte tanto- se rió suavemente Antonio -Aunque tu ni siquiera me conozcas, te comprometo acompañarte hasta la muerte-.

Antonio suspiro desplegando sus alas cuidadosamente.

-Aunque ni siquiera llegues a amarme....Si muero primero seria peor para ti si me amaras....No me gustaría que me cojas cariño y morir primero y no ser capaz de limpiar tus lagrimas-.

-¿Te estas muriendo?- pregunto Lovino abriendo sus ojos como platos mientras observaba la sonrisa cálida de Antonio.

-Mi castigo por amar a un humano es que todas mis plumas se irán volviendo negras hasta que la ultima pluma blanca se vuelva negra y me mate...- explico el chico sonriendo de una forma mas brillante -Pero al menos pude verte antes de que eso pase-.

-Eres de esos que ven el vaso medio lleno ¿Verdad?- pregunto Lovino.

Antonio soltó un suspiro y sonrió ampliamente dejando a la vista sus dientes blancos como la nieve.

-Soy de esos que luchan por llenar el vaso- contesto Antonio volviendo a incorporarse.

Lovino miro al hispanohablante, alguien le quería, sonaba demasiado bonito para ser verdad, seria muy cruel que todo fuese una mentira.

-¿Como se que las pastillas no me han dejado completamente drogado?- inquirió Lovino con un tono demandante.

Antonio se inclino hacia él y pellizco su brazo haciendo que Lovino frotara la zona que ahora le dolía.

-¡Joder! Eso solo sirve con los putos sueños- grito Lovino intentando parecer lo mas amenazante que pudo.

Antonio tiro del brazo de Lovino con suavidad, intentando no ser muy brusco y rodeo con su mano derecha la cintura del italiano evitando que este perdiera el equilibrio.

-Ya sabes algo- sonrió Antonio escuchando el sutil sonido que el viento hacia al colarse por las hojas del árbol.

-¿El que?- pregunto Lovino frunciendo el ceño.

-No estas soñando....















Anche se cado (SpaMano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora