Capítulo 17 - Luces en la noche (Final)

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Capítulo 17 - Luces en la noche (Final)

El español rodeó la cintura del italiano mientras ambos se balanceaban al ritmo de la canción Boats and Birds de Gregory and the Hawk.

Antonio todavía recordaba el tacto cálido de Lovino hace unas horas. Aún sentía sus manos recorriendo su cuello y acariciando su espalda. La calidez de sus labios sobre los del italiano. Su olor dulce que se mezclaba con el de las flores que habían florecido esa primavera y la tierra húmeda.

Estaba tibio.

Los ojos avellana del menor no paraban de buscar los verdes de Antonio mientras acunaba sus mejillas con cuidado. Sonreía y le besaba.

La sonrisa de Lovino era la más bonita que había visto el español con diferencia. 

Sus manos temblaban y aunque intentase acunar las mejillas del moreno con firmeza se sentía débil. 

El español agarró sus manos con suavidad y besó su palma, después se llevó ambas manos al pecho y besó su frente.

-Te amo.

-Yo también te amo- Lovino alzó la cabeza apoyando su mejilla contra la de Antonio -Antonio, estas llorando.

-Estas débil, Lovino- las palabras se ahogaban en su garganta mientras las lagrimas se deslizaban silenciosamente por sus mejillas ligeramente rosadas.

-Te quiero.

-Lovino.

-Me has hecho tan feliz.

-Tu también me haz hecho muy feliz, mi amor- sollozó Antonio, sabía que esa iba a ser su ultima puesta de sol y sabía que Lovino también lo sabía aunque no lo dijese en voz alta.

-Tan feliz- susurró el italiano acariciando las mejillas del moreno.

El español no se pudo contener. Sujetó sus manos y las cubrió de besos.

-Te quiero- repitió Antonio besando su cara iluminada por las ultimas luces del día -Te quiero tanto.

-Antonio- Lovino susurró mientras el moreno le cogía en brazos, sus piernas temblaban y cada vez lo sentía más frío, su cálida piel se había vuelto tibia -Prométeme que me vas a buscar.

El más bajo limpió las lagrimas del otro chico con sus dedos, apartándolas y dedicándole una suave sonrisa.

-Cada uno tenemos nuestro propio cielo, Lovino, un sitio en el que nos quedaríamos para siempre, una casa, un bar, un edificio....- Antonio besó las mejillas del chico de brillantes ojos avellana -Y una persona con la que queremos estar.

-Esto no es un adiós.

-No, no lo es- el moreno no podía evitar gimotear -Es un hasta luego.

Lovino asintió.

Antonio caminó hasta llegar a un pequeño prado de flores  al lado del claro en el que había visto a Lovino por primera vez.

Las flores florecían a su paso e incluso aparecían más flores. Un montón de flores de flexionaron formando un pequeño hueco donde el español se arrodilló.

El pecho de Lovino bajaba y subía muy despacio, su respiración era apenas perceptible.

-Will you still love me - Lovino cantó con su voz suave y melodiosa - When I'm no longer young a beautiful?

Antonio rodeó a Lovino con sus alas negras.

-Will you still love me- el italiano acarició las mejillas de Antonio, el cual no dejaba de llorar -When I got nothing but my aching soul?

Antonio asintió besando sus manos.

-I know you will, I know you will.

-I know that you will- cantó el moreno con su voz rota.

El italiano le dedicó su última sonrisa y sus ojos, antes entrecerrados, se cerraron.

Antonio se recostó a su lado, acariciando su cada vez más fría, cara y lo rodeó con sus alas, como si estas fueran una manta que les arropara a ambos.

Las flores esta vez se flexionaron para cubrir a ambos y la última pluma blanca de Antonio se volvió negra.

Dos luces se abrazaron en la oscuridad de la noche.

Anche se cado (SpaMano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora