Capítulo 5

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Llevábamos una hora caminando por el bosque, incluso Edmund y yo habíamos coqueteado por un rato hasta cansarnos para molestar a Lucy.
El molestar de mi brazo me hizo torcer la cara y continué ignorándolo.

Mis ojos recorrían el bosque un tanto curiosos, había cambiado, en eso estaba segura. Sabía los caminos de memoria, ya que Peter siempre me pedía que lo acompañase a cualquier excursión.

–Peter – grité para que me escuchara ya que yacía hasta el frente – ¿seguro que es por aquí?

–Sí– confirma girando a verme – ¿Tú?

–No creo – dudé.

Un gemido de dolor salió de mis labios un tanto silencioso al hacer un movimiento brusco con mi brazo lastimado.

–¿Te duele? – pregunta Edmund bajando el ritmo de su paso para llegar junto a mí.

–He estado peor – respondí.

–Enséñame– habla con tono autoritario analizando qué parte de mi cuerpo estaba lastimada.

Rendida estiró con suavidad mi brazo y él se pone a mi lado. Lo toma con delicadeza y hace movimientos con éste.

Hago gestos dolorosos y trato de quejarme demasiado. Dolía, pero era aguantable.
– La buena noticia es que no está roto.

Me le quedo viendo y un cosquilleo surge en mi estomago al verlo concentrado y preocupado.

–El otro – indica dejando el otro con delicadeza.

Alzó el otro con facilidad y el cambia de lado para hacer los mismos movimientos que antes. No me preocupaba golpearme con un árbol en ese instante. Adoraba ver a Edmund concentrado o en silencio sin que se diese cuenta.

–Llegando vamos a ponerte ese en reposo hasta que sane.

Este me mira a los ojos notando que me le había quedando viendo.
Pone mi cabello detrás de mi oreja regalándome una mirada cariñosa. 

–¿Así me veo yo cuando te me quedo viendo todo el tiempo? – bromea.

Yo asiento sonriendo divertida.

–No recuerdo este camino – escuchamos decir a Susan al frente.

–No retienen caminos en la cabeza, eso es lo malo de las chicas – se burla Peter estando al frente guiándonos.

-¿Me debo sentir ofendida? -le susurró a Edmund.

–Eso es porque ya tenemos algo en la cabeza – se defiende Lucy.

–Desearía escuchar a QA de vez en cuando – susurra Susan cerca de Lucy y de mí.

Yo sonreí burlonamente dándole la razón acercándome más hacia ellas mientras Edmund subía por las rocas que se encontraban a nuestro lado.

–¿QA? – pregunta Edmund curioso.

–Querido Amiguito – responde Lucy sonriendo.

–Eso si que no es muy considerado ¿o si? – escuché decir al enano.

Al llegar al fondo encontramos un bloqueo de rocas evitando que cruzáramos.

–Me perdí – se queja Peter mirando frustrado al bloqueo.

–No – dice el enano caminando hacia donde él se encontraba – solo tomaste el camino equivocado.

–Dejaste a Caspian en el bosque Tembloroso y la única forma de llegar es cruzando el Río Rush – le reclama.

–Si no me equivoco, no encontrarás el cruce en estos peñascos – le responde el enano.

–Entonces eso lo explica – se burla – te equivocas QA.

Las Crónicas de Narnia y el Príncipe Caspian [2/4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora