Capítulo 15

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Desperté sin Edmund a mi lado, lo cual supe que ya se había marchado.
Estiré mi espalda y me levanté. Mis ojos pesaban e intenté ignorar el cansancio.
Caminé por los pasillos sin dirección alguna.

Me encontré a Caspian practicando con la espada.
Me quedé parada mirando sus movimientos y la agilidad que tenía.

Bufó enojado y regresó a posición de ataque.

Al girar con un movimiento sus ojos chocaron con los míos.

Se enderezó y guardó su espada.

–Lo siento, no sabía que estaba aquí.

–Acabo de llegar – hablo con voz ronca.

–Te acabas de despertar.

Yo asiento lenta y me acerco a él.

–Edmund partió hace dos horas. No debe tardar en llegar.

–Es bueno saberlo.

Ambos nos quedamos en silencio. No habíamos estado solos desde hace tiempo.

–¿Cómo estás?

Él me miró confundido.

–Con esto, tú tío.

Él traga grueso y juguetea con su cinturón.

–Hem – vacila – es duro saber que él asesinó a mi padre. Tal vez esto es consecuencia a sus acciones, como justicia.

–Sí – coincido.

–Peter es valiente en retarlo a un duelo.

–Sí – repito estúpidamente cerrando los ojos moviéndome de lugar – debe ser duro saber esa noticia, después de tantos años.

–Lo es.

–Yo también perdí a mis padres.

Él me mira melancólicamente queriendo escuchar.

–De donde venimos había una guerra entre países, así que lo eligieron para asistir – trago grueso – después de meses mi madre se alistó como voluntaria para enfermera al no saber nada de mi padre – sonreí débilmente y después la borré de mi rostro, no tenía ganas de fingir una sonrisa – me enviaron a casa de mi tío, en un pueblo de Inglaterra, alejado de la guerra. Me dieron la noticia de sus muertes dos meses después – pausé unos segundos recordando sus rostros – pasó un tiempo y llegaron los Pevensi. Y ya sabes la historia.

–Lo lamento.

–Bueno, ahora sabes algo nuevo de mí y yo de ti.

–El profesor ha sido un padre para mí, es por eso que necesitaba sacarlo del castillo. Ha sido mi mentor y mi guía. Él es quien me contaba historias de ustedes, de Narnia.

–Es sabio y pacífico – señalo – me actualizó de los últimos años que no hemos estado presente. Ya sabes, desde el día que desaparecimos.

–Sí – confirma Caspian con una sonrisa torcida – ¿te puedo preguntar algo? Sí no es muy grosero de mi parte.

Yo confirmo con la cabeza esperando su pregunta.

–¿Qué pasó después de tu compromiso con Edmund? Digo... – pausa pensando mejor la pregunta – ¿están casados?

–No – niego rápidamente – es raro que seamos jóvenes otra vez. Pero...– pauso respirando pesado – teníamos una vida aquí, y habíamos tardado en ser una pareja. El día que me pidió compromiso fue el día en el que regresamos a nuestro mundo y éramos jóvenes otra vez. Y decidimos que se cancelaba todo eso, cómo si hubiera sido otra vida. De hecho, tardamos un año en reconectar nuestra relación. Fue muy complicado – río sarcásticamente.

Las Crónicas de Narnia y el Príncipe Caspian [2/4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora