Bella POV...
¿Qué había hecho para estar
aquí? O mejor dicho ¿Cómo
demonios sucedió todo esto? Tan
rápido... tan desesperante, mi
estomago comenzaba a doler
debido a que no había comido
absolutamente nada desde que
esos malditos mal nacidos me
trajeron a este lugar; abrí los
ojos lentamente.
¿Qué hacía sobre la cama? ¿Acaso
me dormí aquí después de llorar?
Los ojos me ardían y tenía frío,
había dormido muy poco y mi
cuerpo me dolía, me levanté un
poco de la cama hasta quedar
sentada sobre ésta y miré a mi
alrededor, entonces escuché el
sonido de gotas de agua de la
regadera, me levanté de la cama
en silencio, posiblemente esta era
mi oportunidad para escapar...
caminé lento, intentado no hacer
nada de ruido pero mi corazón
palpitaba como si de un caballo
trotando se tratase.
Cuando llegué a la puerta, giré la
perilla y jalé, pero al momento de
hacerlo la puerta pareció volverse
a atascar y ocasionó ruido...
maldición... pensé y las gotas de
agua cesaron.
Comencé a jadear cuando me di
cuenta que él ya me había
escuchado y retrocedí pegándome
a la pared, hasta que choqué con
el buro que estaba cerca de la
puerta y un vaso se hizo añicos
cuando golpeó el suelo, el agua
que había allí se extendió en un
instante...
-no causes destrozos...- su voz me
hizo dar un respingo y giré mi
rostro para verlo. Inhalé con
fuerza al verlo casi desnudo por
así decirlo, era increíble como ese
imbécil caminaba de un lado a otro
de la habitación con solo una
toalla a la cintura...- ¿Por qué
intentabas escapar?- preguntó
sin mirarme y cogió su ropa del
closet... yo aun no contestaba y al
parecer a él no le importaba,
simplemente se puso de espaldas a
mí y se quitó la toalla, abrí los
ojos de par en par al ver sus
glúteos ¿Cómo se atrevía ese
maldito bastardo a hacerme eso a
mí? me giré sin pensarlo dos veces
e intenté tranquilizarme, ¿Qué tal
si ese imbécil quería hacerme
algo? Me di cuenta la noche
pasada, cuando llegué aquí, como
ese mal nacido me miraba, daba
escalofríos pero...
-aun no contestas...- murmuró
con voz fría y después de unos
minutos se echó una carcajada de
burla, ladeé mi rostro para
verificar que él ya estuviera
vestido... pegué mi espalda lo más
que pude a la pared y me crucé de
brazos como si con eso me fuera a
proteger.
-¿el gato te comió la lengua
acaso?- se burló y caminó hacia mí
mientras se abotonaba la camisa,
sus pasos eran vacilantes y si yo
no estuviera en esta situación de
mierda, posiblemente, esos
movimientos hubieran causado
algo en mí, porque, el estúpido que
tenía frente a mí era guapo, pero
era un completo bastardo sin
ninguna duda...- déjame aclararte
algo ya que vas a vivir aquí...- lo
miré a los ojos mostrándole que no
le temía...- cuando yo pregunte
algo, tú debes contestarme
¿entiendes?- no hice nada
simplemente lo seguí mirando...-
¿entiendes Isabella?- murmuró y
se acercó mucho más, yo no podía
estar más pegada a la pared y mi
respiración era irregular, mi pecho
subía y bajaba y ahora mis brazos
estaban a mis costados...- cuando
de una orden, tú lo haces sin
replicar... ¿comprendes?- tuve
que levantar mi rostro para
seguirlo viendo a los ojos y en ese
momento sentí sus manos tomar mi
mentón con fuerza, entre abrí mis
labios y solté un jadeo por la
presión, el tipo me miró a los ojos
y algo sucedió allí, su otra mano
cogió mi cintura con firmeza pero
aunque hubiera sentido algo
extraño, coloqué mis manos sobre
su pecho y lo empujé, haciendo que
el maldito perro me sujetara con
más fuerza...
-contéstame Isabella...- repicó
con la quijada apretada...
-suéltame...- siseé y lo empujé...-
no me toques...
-harás lo que yo te diga cada
maldito segundo...- solté un jadeo
cuando su mano hizo más presión
en mi mentón, me miró con deseo,
estaba bastante claro y se inclinó,
por un momento creí que me iba a
besar a la fuerza...- si te digo que
vas a estar aquí todo el día, lo
harás, si te prohíbo hablar con
alguien me obedeces...- se inclinó
aun mas y yo comencé a
retorcerme entre sus brazos....-
si te ordeno que te acuestes
conmigo, lo haces...
-no...- dije lo más firme que fui
capaz...
-¿a no? ¿Entonces no eres una
puta? ¿No eres una zorra? ¿No
puedes serlo?- su mano liberó mi
mentón pero solo lo hizo para
colocarla en mi cintura y ceñirme
más contra él, su cuerpo estaba
bastante pegado al mío y yo me
sentía incomoda, no solo eso, el
pánico comenzaba a llegar...-
¿eres fiel a tu marido? ¿Es eso?
-basta...- musité entre jadeos por
mis intentos fallidos de alejarlo...
-¿tienes miedo?- se burló y
hundió su rostro en mi cuello, hice
un sonido de asco...- es bastante
sencillo Isabella, solo imagina que
soy tu maldito marido... Jacob
Black ¿cierto? ¿Qué tan difícil te
puede resultar ser follada por
otro, eh?
-no... basta...- dije con voz
ahogada, sus labios trazaron una
línea desde mi mentón hasta mi
hombro y entonces mi cuerpo
comenzó a temblar, no quería que
llegara a más, tenía miedo de que
él me tocara...
-¿sabes? Seré honesto contigo...
solo porque... quiero acostarme
contigo...- dijo sin más...- tu
marido hizo cosas que nunca debió
hacer, y ahora... tú preciosa vas a
pagar por todo... así vamos a
estar a mano...- terminó y sentí
como me jalaba y caminaba
conmigo a su lado hacia la cama...
-no... para... basta...- rogué y
traté de zafarme...- no me
toques...- me empujó a la cama y
solté un jadeo, el tipo se colocó
encima de mí con rapidez, las
lágrimas estaban a punto de
salir... escuché claramente como
desgarraba mi blusa...- por favor
no... no me hagas daño...-
supliqué, no podía hacer nada, su
mano sostenía mis muñecas y la
otra comenzaba a tocar la piel de
mi abdomen, cada vez mas
arriba...- ¡por favor basta!- chillé
completamente desesperada,
cuando lo creí todo perdido, él se
alejó de mí, me quedé jadeante
sobre la cama y llorando, entonces
lo vi, su mirada parecía dolida,
pero por supuesto que él no sentía
eso... tenía el ceño fruncido y
respiraba irregularmente, no sabía
que decirle así que simplemente
coloqué mis brazos sobre mi pecho
para que él no pudiera ver nada de
esa parte...
-te quedaras aquí...- musitó
indiferente y caminando hacia
donde estaba su saco...- Peter
vendrá a darte comida, pero...
puedes salir de la habitación si así
lo deseas... todos mis guardias
estaba avisados de ti, si intentas
escapar, les di la orden de que te
maten antes de que pongas un pie
fuera de mi mansión y de mis
terrenos... ordenaré que te
traigan ropa.
-¿Por qué haces esto?- pregunté
sin pensar...- ¿Cuál es tu
nombre?
-eso no te importa...- espetó
furioso y caminó amenazante
hacia mí tomándome del mentón
otra vez y obligándome a verlo a
los ojos...- jamás vuelvas a
pedirme respuestas, nunca
¿entiendes? Y más te vale no
volver a comportarte así, no me
gusta tener sexo con una estúpida
y frígida mujer como tú... que
entre en tu cabeza que jamás vas
a volver a ver a ese maldito
bastardo con el que te casaste,
nunca... si decidí mantenerte con
vida fue solamente para que hagas
todo lo que yo te diga, no me
conoces y no creo que quieras
hacerlo así que más te vale no
sacarme de quicio...
-no voy a acostarme contigo si es
lo que planeas...- susurré, él
sonrió con sorna en respuesta.
-¿crees que pediré tu
autorización para follarte? Aquí
se hace lo que a mí se me
plazca...- me soltó con una
empujón y caminó hacia la
puerta...
-no me haz dicho tu nombre...-
volví a abrir mi boca, él solo se
giró para darme una mirada
amenazante y luego sonrió de lado
cuando abrió la puerta.
-eso, como dije antes... no te
incumbe gatita...- respondió y
salió de aquí; me quedé en esa
posición durante unos minutos más
y cuando me levanté la puerta
volvió a abrirse, un hombre de
cabello canoso entró, tendría poco
más de 50 años.
-el señor me pidió que le diera
esto...- dijo con voz seria y puso
una enorme bolsa negra en el
suelo...- el desayuno esta listo así
que puede bajar.
-quiero que me diga donde estoy y
como se llama su jefe...- exigí.
-no puedo hacerlo, no voy a morir
por culpa de una simple chiquilla...
pero si quiere un consejo, no
confíe en nadie de aquí, todos y
cada uno de los empleados solo son
fieles a una persona.
-¿a su jefe?- inquirí y el hombre
asintió.
-siento mucho que haya llegado
aquí, porque... jamás va a salir.
-mi esposo me va a encontrar...-
me atreví a decir y él se carcajeo.
-señorita, su esposo va a morirse
cuando este a cien metros de
distancia de aquí, le aconsejo que
no haga esos comentarios si no
quiere enfurecer al señor Cu... al
señor...- se corrigió y yo fruncí el
ceño...- debo seguir con mis
quehaceres, por favor... el
desayuno.- me recordó y luego
salió de allí.
Me quedé con el ceño fruncido
mirando la puerta entre abierta,
caminé lento hacia el bulto que
estaba en el suelo y después de ver
la ropa desgarrada que traía
puesta, saqué lo primero que cogí,
unos pantalones deportivos y un
top blanco, era ropa simple, me
arrodillé para seguir viendo lo que
ese tipo me había traído, era de
todo, ropa, algunos pares de
zapatos y lencería, ¿Cuándo
demonios había hecho esto? ¿Cómo
sabía tantas cosas de mí como
para conseguirme ropa interior o
zapatos de mi talla? Cada vez que
lo razonaba, lo sentía más y más
escalofriante.
Mi estomago comenzó a hacer
ruidos cuando pasó la hora y
media, nadie había venido a
buscarme, sonreí con amargura
ante mi pensamiento ¿Quién
demonios lo haría? Jake no estaba
aquí como para entrar por esa
puerta, decirme "hermosa" para
darme un beso y luego tomar mi
mano con dulzura para ir a
desayunar con él... caí de sentón
al suelo al pensar en aquello,
ahora estaba atrapada en una
casa que seguramente sería un
completo martirio, con un hombre
que claramente deseaba algo de mí
y para variar, completamente
confundida de porque o cómo había
llegado aquí, ¿Cuándo las cosas se
salieron de control? ¿Cuándo ese
hombre planeó mi captura?
¿Cuándo me vio? ¿De donde me
conoce? ¿Qué tiene que ver Jacob
en todo esto como para que yo
este en este lugar? Había tantas
cosas en mi mente ahora y solo
rogaba al cielo porque una fuera
resuelta y estuviera aunque fuera
un poco más tranquila y confiada.
Me di una ducha fugaz, no pasé de
los diez minutos desnuda dentro
del baño, me vestí con esos
pantalones deportivos y el top,
como hacia un poco de frío no
pensé dos veces antes de ponerme
un suéter delgado que también
venía en esa bolsa; caminé hacia la
puerta y saqué mi cabeza para ver
quien andaba por allí, no había
nadie así que salí, iba viendo hacia
todos lados por ese pasillo y
cuando vi las escaleras me
pregunté si era seguro seguir... en
medio de titubeos y temor, llegué
al piso de abajo, donde vi a dos
empleados haciendo varias cosas,
como ese tal Peter me había dicho,
no hablé con ninguno, mejor no
corría riesgos, al final llegué al
comedor, ahí había un plato con
comida, se me hizo agua la boca
solo de verla, tenía tanta
hambre...
-¿Qué haces?- sofoqué un gritó y
casi me atraganto con la comida
cuando escuché esa voz, me giré
bastante rápido y allí lo vi, era el
mismo hombre que había visto
cuando llegué aquí, me intimidaba,
parecía como si con solo un
empujón me iba a dejar en el suelo
rogando por piedad, preferí, como
siempre, no hablar, me limité a
mirarlo a los ojos...- ah... ya te
recordé... ¿Isabella Swan cierto?-
asentí lentamente y me gané una
sonrisa de su parte...- ¿quieres
más comida?- negué y él volvió a
sonreír, se parecía tanto al otro
imbécil...- soy Emmet... Emmet
McCarthy...- lo primero que pensé
fue ¿Por qué demonios me dijo su
nombre? ¿Es esto una trampa?
Pero entonces me extendió su
mano, lo miré como si estuviera
loco y él suspiró...- supusiste que
no te daría mi nombre ¿cierto? No
tengo temor de hacerlo, no hay
una razón ¿O sí?
-Bella...- murmuré bastante
bajito y él elevó una ceja...- así
me llaman.
-oh vaya, eso es genial porque
Isabella es largo y cansa...- curvé
mis labios en una muy pequeña
sonrisa por lo cual él correspondió
con una enorme, mostrándome sus
relucientes dientes.- es medio día,
¿dormiste tanto?
-n...no... es solo que...
-tenias miedo de salir de la
habitación ¿cierto?- no hice nada,
pero al final suspiré y asentí dos
veces... entonces él se acercó y
sin siquiera avisar me sentí
rodeada por sus fuertes brazos,
fruncí el ceño pero me atreví a
acomodar mi cabeza sobre su
pecho...- nadie te hará daño aquí,
yo me encargo de eso, puedes
estar tranquila... lamento que
hayas terminado en este lugar,
pareces ser una buena chica y
además una completa ignorante de
porque te ha pasado esto
¿cierto?- inquirió elevando mi
mentón con su pulgar, lo miré a
los ojos y él sonrió...
-¿Qué demonios haces?- esa era
su voz, di un respingo y Emmet
dejó una de sus manos en mi
espalda cuando nos giramos a ver
a mi agresor, a ese maldito
demonio de ojos verdes...- creí
que estabas trabajando.
-terminé y me encontré con Bella
¿tienes problema con ello?- él me
miró a los ojos con rencor y
después se fijó en Emmet, caminó
hacia nosotros...
-¿haz desayunado?- me preguntó
sin siquiera mirarme pero pasó
muy cerca de mí... asentí cuando
volvió a fijarse en mi rostro y lo vi
sonreír con sorna...- y también
haz aceptado lo que te di.
-no tengo de otra...- espeté de la
nada y Emmet soltó una muy baja
risita.
-ay por favor Edward, eso que
dijo fue gracioso...
-¿Edward?- inquirí al instante y
él me miró con resentimiento a los
ojos, fulminándome con sus orbes
esmeralda...- ese es tu nombre...-
agregué, él interpelado caminó
hacia Emmet y le dio un empujón
para alejarlo de mí...
-ven conmigo...- me ordenó, yo
miré a Emmet de inmediato, él
asintió...- ¡te dije que vinieras
conmigo!- me gritó con todo el
odio que una persona pudiera
tener, volvió hacia mí y tomó mi
muñeca al punto de casi cortarme
la circulación, iba jadeando
mientras subíamos las escaleras y
sentí alivió por mi mano en cuanto
estuvimos en su habitación otra
vez...
Me alejé lo más que pude de él...
-ya sabes lo que quieras...-
musitó viéndome a los ojos, yo me
mordí el labio, Edward, según
recuerdo su nombre, frunció el
ceño cuando hice ese gesto y
luego miró hacia otro lado como si
intentara concentrarse...
-¿Quién es Emmet? ¿Es tu amigo?
-eso no te importa...- gruñó...-
te prohíbo hablar con él y con
cualquiera de los que estén en
esta casa... desde ahora,
solamente hablaras cuando yo lo
desee...
-¿Por qué?- pregunté al
instante, esto era una broma de
mierda...- él es...
-¿él que?- intervino y se acercó a
mí...- contesta ¿Emmet qué?
-es bueno...- susurré, Edward
sonrió con amargura y se acercó
aún más ¿Por qué demonios yo no
me movía?- ¿Qué haces?- inquirí
al verlo más cerca, mi respiración
se agitó de inmediato...- no... no
te acerques, es suficiente...-
supliqué recordando lo que había
pasado antes, Edward pareció
también recordar lo mismo porque
me miró con rencor y se hizo hacia
atrás, se dio la vuelta y caminó
hacia la puerta de forma violenta,
me relajé un poco, pero cuando
creí que iba a salir, dio solo un
par de zancadas hacia mí, me cogió
con fuerza de la cintura y lo
siguiente que sentí fueron sus
labios contra los míos, firmes,
intensos y deseosos de más...
Mis manos que hasta el momento
estaban apresadas entre nosotros
comenzaron a empujar pero cada
vez que hacía eso, Edward
comenzaba a juntarse más a mí,
me sentía tan sucia solo de ser
tocada por él, no quería ni pensar
lo que me esperaba dentro de esta
maldita casa mientras mi marido
intentaba encontrarme ¿pero
como lo haría? No podía dejarme
vencer tan fácil, por supuesto que
no, yo era una chica fuerte, mis
padres siempre solían decírmelo,
además así me habían educado...
gracias a este pensamiento logré
zafarme del agarre de Edward y
como acto reflejo en defensa le
propiné un buena bofetada en la
cara, su rostro se ladeó y vi como
su mejilla comenzaba a enrojecer,
¿Cómo demonios fui capaz de
hacer semejante estupidez? ¿Por
qué lo hice? Edward obviamente se
molestó y sin detenerse a pensar
me devolvió el golpe, casi ni lo vi
venir, cuando menos me lo
esperaba mi rostro era cubierto
por mi cabello y sentía ese cálido
líquido fluir por mi labio inferior,
la mejilla me ardía a mas no poder
y mi cabeza daba vueltas, odiaba
esto, lo odiaba con todas mis
fuerzas... para terminar con esta
porquería, escuché el chasquido de
un arma... ¿Acaso iba a matarme?
-jamás...- siseó y tomó mi brazo
con fuerza antes de cogerme de la
cintura y obligarme a verlo...
tenía un arma en su mano derecha
y miraba alternamente a Edward y
al maldito revolver que estaba
sobre mi abdomen, presionando con
fuerza... me dio miedo su
expresión, sus ojos parecían estar
obscurecidos por la furia y sus
rostro parecía tenso...- jamás
vuelvas a hacer eso...
-¿vas a matarme?- me atreví a
preguntar...
-no dudes que quiero hacerlo...-
espetó mirándome directo a los
ojos y lo que pasó a continuación
fue extraño, su mirada pareció
perdida, era como si estuviera
perdido en sus propios
pensamientos, vagando en su
conciencia, pero eso solo fue por
medio minutos porque cuando
pasó, sentí como su mano
presionaba al propósito mi brazo y
el arma se enterraba más en mi
piel...- aun te falta soportar
mucho Isabella... esto solo es el
comienzo del maldito infierno en el
que voy a convertir tu vida... lo
juro... vas a terminar rogándome
por que te mate cuando termine
contigo... y todo... absolutamente
todo se lo vas a agradecer a tu
marido.- no contesté, solo lo
desafiaba con la mirada y
respiraba erráticamente cerca de
él, de un momento a otro la
puerta se abrió, Emmet cruzó la
habitación dando grandes
zancadas, tenía la misma altura
que Edward y en el momento que lo
empujó, pensé que el desgraciado
le iba a disparar al tipo que se
interpuso entre él y yo...
-muévete...- fue lo que dijo
Edward...
-estuve de acuerdo en una cosa
contigo... tenerla aquí... pero si la
tocas solo por vengar una
estupidez, entonces deberás
matarme a mí primero...
-¿estupidez?- reclamó el
interpelado y luego le propinó
tremendo puñetazo en el abdomen
a Emmet, él se encogió por un
momento y yo solté un jadeó de
terror...- ¿Por qué siempre te
metes en mis cosas, imbécil? He
tenido mucha consideración
contigo... tú eres el único de mis
empleados al que dejo dar
ordenes...
-¿ahora soy empleado?
-siempre lo haz sido... y siempre lo
serás... que entre en tu cabeza de
mierda que aquí se hace lo que yo
diga... y si quiero matar a esa
puta tú no te vas a meter...
-por supuesto que lo haré... ella
es inocente y no te das cuen...
-¡BASTA!- di un respingo y me
eché hacia atrás chocando con la
orilla de la cama... cuando Edward
me miró sonrió con sorna, dándose
cuenta del temor que provocaba en
mí...- ojo por ojo Emmet...-
apuntó hacia su colega y luego me
miró con odio y rencor...- como
castigo, será tu turno de
deshacerte de Dave... vete...-
agregó hacia Emmet.
-promete que no le harás daño...-
fue lo único que dijo Emmet,
Edward levantó una ceja y
compartió una mirada con el tipo
durante no más de dos minutos...-
promételo y mataré a quien
quieras.- la piel se me erizó
cuando Emmet dijo eso ¿matar?
¿A eso se dedicaban aquí?
-suena razonable... pero como yo
mando, entonces solo puedo
prometer que no la mataré... es
todo...- Emmet cerró sus manos en
puños a los costados y Edward se
dio cuenta de eso...- ¿Quieres
golpearme? Vamos... ¿Cuánto ha
pasado que no lo haces?
-no me retes...
-claro...- se burló el otro y pasó a
su lado para ir hacia un buro que
estaba cerca del enorme televisor,
Emmet me miró vino hacia mí
mientras Edward estaba de
espaldas.
-¿estas bien?- inquirió en voz
muy baja, yo asentí nerviosa...- él
no me hará nada, no te
preocupes...- dijo como si supiera
lo que estaba a punto de
preguntar; Edward se giró con
rapidez y de nuevo pareció
molestarse al ver nuestra
proximidad, pero esta vez no hizo
nada.
-muévete...- le ordenó a
Emmet...- lo que sigue promete ser
interesante.
-para ti sacar respuestas siempre
es interesante...
-no te laves las manos frente a la
zorrita que te gusta ahora... se
muy bien lo que puedes llegar a
hacer...- miré a Emmet por el
rabillo del ojo, él no hizo más que
soltar un suspiró muy bajo y
caminar hacia la puerta; pasé mi
mano por mi barbilla y luego por mi
labio, donde sentí el ligero dolor al
tocarla herida en esa zona;
Edward siguió buscando cosas en
la habitación solo por un par de
minutos más...
-¿vas a salir?- pregunté sin
pensar dos veces, él no me
contestó a la primera.
-no... tengo asuntos que atender.
-¿Quién es Dave?
-no te incumbe...- me miró a los
ojos...- tienes prohibido salir de
esta habitación... y también de
hacer amiguitos ¿Comprendes?
-Emmet se ha portado bien
conmigo...
-me importa una mierda como se
ha comportado...
-tu no eres mi dueño, Edward...-
rezongué y otra vez comencé a
actuar como niña estúpida...
-solo es cuestión de tiempo... tal
vez esta noche te haga olvidar a
Black, todo depende de ti.
-¿de que hablas?- inquirí y él se
acercó a mí, esta vez no me hice
hacía atrás, sus manos se posaron
en mis brazos, suaves y
recorriendo mi piel con delicadeza,
mi reacción fue inesperada, me
quedé viendo sus ojos y
maldiciendo las sensaciones que
comenzaban a nacer en mí, sus
manos llegaron a mis hombros y
después recorrieron mi cuello, él
se acercó aún más y me sonrió...
¿Qué estaba pasando ahora? Su
sonrisa parecía hermosa, el
hombre que me había dañado antes
parecía no existir, él era otro...
dejé de respirar al verlo aproximar
su rostro al mío, sus manos se
detuvieron en mis mejillas y sentí
sus labios sobre los míos, como
jamás en mi vida alguien me había
besado, Edward comenzó a
hacerlo, ¿Qué estaba pasando? Mi
cuerpo reaccionó ante tan
delicado toqué y sin ser consiente
de lo que hacia, mis labios
comenzaron a moverse al compás...
así fue durante solo un minuto
porque al momento que dejé de
sentir sus manos en mis mejillas,
solo fue cuestión de segundos
para que él se hiciera hacia atrás
y me perforara con la mirada, su
rostro estaba deformado en un
gesto doloroso, como si algo
estuviera atormentándolo, yo
tenía los labios levemente
separados y el ceño fruncido ¿Qué
acaba de pasar? ¿Cómo pasó mejor
dicho? Sin decir nada, sin explicar
lo que había hecho, Edward caminó
hacia atrás y se giró al momento
en que abrió la puerta y cerró de
un portazo haciéndome parpadear
por el sonido, bajé la mirada y me
llevé una mano a los labios antes
de comenzar a jadear en busca de
aire, mis piernas comenzaron a
temblar y caí de rodillas al suelo
antes de balancearme hacia mi
derecha para quedar sentada...
solo miré hacia la puerta...
-Jake...- susurré y traté de
pensar en él, de llenar mi mente
con sus besos, de recordar en
todas esas veces en que él me
hacia el amor, lo amaba y estaba
completamente enamorada de él
pero... ¿Por qué me sentía de esta
forma? ¿Por qué mis labios aun
sentían ese fino toque? ¿Por qué
comenzaba a desear que esa
puerta se abriera y Edward
entrara y me besara de nuevo
como lo había hecho antes?...
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Bleeding Love (+18)
General FictionEste Fics Pertenecen a Los Personajes De S.Meyers.. Solo Disfruten...