8- "Cayendo Lento"

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Bella POV...
-sobre... Isabella...- observé como
Edward se acomodaba en el
asiento frente a Emmet...
-¿Qué hace usted allí?- ahogué
un grito y me pegué a la pared por
culpa de Sofía, una de las tantas
sirvientas de la casa, parecía
enojada.
-nada...
-al señor no le gusta que
escuchen sus conversaciones.
-no lo hago.
-por supuesto que si, le voy a
pedir que se vaya, las cosas del
amo son...
-¿Sofía que pasa?- cerré los ojos
cuando escuché la voz de Edward
cerca y cuando me giré para ver,
me encontré cara a cara con él...-
¿hay algún problema?
-la señorita estaba...
-nada... no hay ningún
problema...- interrumpí con voz
indiferente y mirándolo a los ojos,
Edward frunció el ceño mientras
me observaba y sin saber porque
me quedé mirándolo sin decir
nada ...Edward... la imagen de mi
cuerpo siendo consumido por el
placer apareció en mi mente,
tragué en seco y aparté la vista
antes de que pudiera ver mi
sonrojo... simplemente me di media
vuelta sin verlo más y subí las
escaleras corriendo.
Cerré de un portazo y me pegué a
la puerta como si fuera parte de
ésta hasta que caí de sentón al
suelo, acomodé mi cabeza entre
mis manos intentando quitar esos
pensamientos de mi mente pero
era casi imposible, pasé mi mano
derecha por mi cabello, estaba
acalorada a casusa de la porquería
de película que se desarrollaba
ahora en mi cabeza, tal vez lo
mejor era dormir por el momento,
no lo pensé dos veces y me levanté
para ir a la cama pero cuando
estaba llegando la puerta se
abrió.
-¿Qué quieres?- pregunté a la
defensiva cruzándome de brazos.
-¿haz tenido molestias?- inquirió
y yo fruncí el ceño, odiaba sus
rollos bipolares y este era uno de
esos tantos...
-no te interesa, no finjas que
ahora te importa por favor...-
espeté y me giré para morderme el
labio, se me estaba formando un
enorme nudo en la garganta...
escuché sus pasos, cada vez más
cerca pero aun así no me giré,
comencé a quitar las sabanas de la
cama para poder acostarme, pero
cuando me incliné, sus firmes
manos en mi cintura me hicieron
ahogar la respiración y tensarme,
me fui levantando lentamente
hasta quedar completamente
erguida, me odié a mi misma por el
jadeó que se escapó de entre mis
labios gracias a que Edward me
ciñó más hacia sí y sus manos se
deslizaron por mis costados hasta
mi abdomen, mi pecho subía y
bajaba gracias a mi dificultad
para respirar, cuando ladeé mi
rostro, vi como me miraba
diferente, sus labios estaban
entre abiertos y entonces una de
sus manos se posó en mi mentón,
su pulgar se deslizó por mi labio
inferior y por fin se acomodó
frente a mí, mis bazos estaban
inmóviles desde que él había
comenzado a tocarme...
Lentamente y sin dejar de verme a
los ojos, su otra mano llegó a
hundirse en mi cabello, tragué en
seco, sabía lo que iba a pasar...
-dije que no iba a estar contigo
nunca...- musité con la poca
cordura que tenía todavía...
-no me importa...- aseguró y se
inclinó a mí hasta tocar mis labios
y comenzar a besarme con
necesidad, tomé aire como pude y
por acto reflejo correspondí la
acción, su mano derecha se
afianzó mucho más a mi cintura y
la otra aprisionaba parte de mi
nuca, impidiéndome alejarme de
él...
Llevé mi mano derecha al cuello de
su camisa y lo tomé con fuerza, él
soltó un jadeó en respuesta y sin
pedirme permiso, su lengua
comenzó a explorar mi boca, algo
en mi interior explotó cuando eso
pasó y emití un sonido parecido a
un gemido, arqueé mi espalda y
subí mi mano hasta su cabello,
sentía como me llevaba hacia la
cama, maldición, tenía que parar
esto ahora o después sería muy
tarde.
-Bella...- susurró cerca de mi oído
para después lamer el lóbulo de mi
oreja y volver a tocar mis labios...
-déjame...- intente decir...-
basta...
-no puedo parar...- dijo con voz
ronca y empezó a levantar mi
blusa.
-ahh...- gemí y me mordí el labio
cuando tocó uno de mis senos...-
no... no Edward...
-Bella quiero hacerte mía maldita
sea...- murmuró atacando mis
labios de nuevo, pero antes de que
cayera sobre la cama, me hice
hacia atrás aprovechando que una
de sus manos se apartó de mi
cintura.
-dije que no iba a acostarme
contigo Edward...- dije entre
jadeos y arreglando mi ropa y mi
cabello... sentía mi cuerpo arder
pero no iba a hacérselo saber...
Edward tenía el cabello despeinado
gracias a mí y entonces volvieron
los pensamientos de la última
noche... sus jadeos, su mirada...
como me tocaba... había sido
distinto, esa vez si sabía que era
yo la que estaba tomando,
reconocía cada uno de mis besos,
mi cuerpo... ¿pero que estaba
pensando? Yo para él no era más
que una puta barata... una mujer
con la cual pasar el rato, jamás
iba a significar algo y yo no
planeaba salir lastimada.
Fruncí el ceño ante esa idea, ¿Por
qué la pensaba? Hasta donde yo
sabía, lo único que sentía por
Edward era odio y rencor...
entonces porque ahora cada una
de mis terminaciones nerviosas
rogaba que él las tocara, que sus
labios recorrieran cada centímetro
de mi cuerpo... quería que me
hiciera suya de nuevo, lo sabía...
-no pienso ser usada como un vil
juguete como tu planeas hacer...
no estoy dispuesta a soportar que
me humilles como siempre lo
haces...- dije con la voz quebrada
y me giré para salir de allí, pero
inesperadamente, Edward me hizo
girar y yo solté un jadeo cuando
mi espalda impactó en la puerta
con fuerza... entonces todo pasó
muy rápido, sus labios chocaron
con los míos con fuerza y empezó a
tocarme por todos los lugares que
sus manos podían, sin dejarme
escapar...
-no voy a usarte...- espetó y me
miró a los ojos, yo estaba inmóvil
y lo único que se escuchaba ahora
era lo irregular de nuestra
respiración...- Isabella...- dijo
con un hilo de voz, se fuerte, se
fuerte ... repetía una y otra vez en
mi cabeza.
-suéltame...- musité lo más firme
que pude y después de unos
cuantos segundos él lo hizo.
-¿a si que ahora serás la dama
que no haz sido capaz de ser?
-cállate...- espeté molesta por la
ofensa...
-no finjas ser algo que no eres
Isabella, no finjas que no quieres
acostarte conmigo porque no
puedes... mírame a los ojos y dime
que no te gusta que te toque... es
diferente ¿cierto?
-¿de que hablas?
-no sientes lo mismo...- sabía que
se refería a Jacob ¿pero como
demonios lo sabía?- lo mismo me
pasa a mí...
-no voy a caer en tus maldito
jueguitos Edward...- dije y abrí la
puerta...- consíguete a otra con
la cual follar... yo estoy harta de
estar contigo...- murmuré y salí
dando un portazo y con lágrimas
en los ojos.
Edward POV...
¿Cuándo demonios esto se me salió
de las manos? ¿Cómo fui incapaz
de de detenerlo? Fue en la
primera vez, no lo se, pero era
una mierda darme cuenta que todo
lo que había planeado para
torturar al maldito de Jacob
estaba teniendo repercusiones en
mí. Sentía que cada parte de mi
cuerpo pedía a gritos estar con
ella, de sentirla cerca...
-¡mierda!- espeté en voz alta y le
di un golpe a la puerta a pocos
segundos después de que Bella
salió por ella, me llevé las manos a
la cabeza cuando comenzó a
punzar, me sentía desesperado,
acorralado en mi propia trampa,
¿Por qué me estaba pasando de
nuevo? ¿Acaso no había aprendido
ya mi lección? Ese maldito imbécil
mató a la mujer que amaba, por
que estuve dispuesto a dar mi
vida, entonces porque demonios no
podía sacar a esa simple mujercita
de mi cabeza, todo lo que
estuviera en esta habitación olía a
Isabella, era dulce y embriagante,
en esto momentos deseaba salir y
alcanzar a Bella para besarla a mi
gusto, para tomarla en mis brazos
y hacerla mía en el lugar que
fuera, no me importaba, solo
necesitaba estar con ella, había
algo que estaba creciendo y yo
mismo estaba consciente que no
era solo simple deseo, era más...
me estaba volviendo loco...
-¿Edward?- Emmet abrió la
puerta después de dar dos golpes y
me vio sentado en el suelo con la
espalda recargada en la cama...-
¿Qué te pasa ahora?
-soy una mierda...- musité en voz
baja y me cubrí el rostro, Tanya...
intentaba pensar en ella, en los
momentos que pasamos solos, su
risa, todo pero... maldita sea,
Bella aparecía cada maldito
segundo...- estoy jodido Emmet.
-eso lo sabía desde hace mucho...
¿Qué pasó?- levanté la vista para
verlo a los ojos y ahora fui
aguijonado por otro pensamiento,
mi propio hermano besando a la
mujer que quería... apreté los
dientes y fruncí el ceño...- vaya
hombre, habla de una puta vez...
-es algo que no te incumbe...-
musite y me levanté del suelo en n
movimiento fluido...- déjame solo.
-no lo haré hasta que no me digas
que fregados tienes en la
cabeza... ¿es por Bella?- una
rabia se formó en mi interior, por
la forma en que decía ese
nombre... lo miré a los ojos
demostrándole lo molesto que
estaba, Emmet solo comenzó a reír
y a negar continuamente, caminó
de un lado a otro aun riendo hasta
que se dejó caer de sentón en uno
de los sofás...- ya entiendo...
vaya... vaya... haz arruinado el
plan que tanto cuidabas ¿cierto?-
chasqueó un par de veces y volvió
a mirarme...- ¿Qué diría papá si
supiera que sus tres hijos se han
fijado en la misma mujer, eh?
No... ¿Qué diría si supiera que su
primogénito se ha estado
acostando con la esposa de su
segundo hijo? Que a mi me guste
Bella es como la cereza del pastel,
de hecho yo casi no importo, no
tengo su sangre...
-vete a la mierda Emmet...- dije
entre dientes y él volvió a echarse
carcajadas, no le encontraba nada
de gracioso a lo que estaba
pasando...
-gracias hermano...- volvió a
reírse.
-¿Bella lo sabe?- inquirí después
de unos segundos...- ¿sabe que
Jacob es...?
-no, no lo sabe... aún... pero tiene
el conocimiento de que tú y yo
somos medios hermanos...
-mierda, como...
-yo se lo dije, creí que ya te lo
había dicho... en fin... eso no le
importó en absoluto, pero cuando
se enteré que tú y su maridito
comparten la sangre, eso la va a
dejar helada.
-no tiene porque enterarse.
-lo va a saber en algún momento y
lo sabes, solo es cuestión de
tiempo... pero no hablemos de eso,
retomemos la conversación que
teníamos hace un par de minutos,
sobre... la respetable señora de tu
hermano...- se burló al final.
-si vuelves a mencionar a ese
imbécil, te juro que hago mierda
tu cara...- Emmet levantó las
manos en son de paz y contuvo la
risa, solté un suspiro y me senté
en el sofá de enfrente.
-¿y bien? ¿Cuándo descubriste
que sientes algo por...?
-no siento nada por ella...
-claro, ¿entonces porque estas
así? Te conozco Edward... y si lo
único que te impide dar el paso soy
yo pues, no te preocupes, te dejo
el camino libre.
-ese paso no tiene nada que ver
contigo, si no con ella y... conmigo
también...- maldije en voz muy
baja...- no se como demonios esto
se me salió de control.
-eso es bueno, creí que desde la
muerte de Tanya eras incapaz de
sentir algo mas que odio, me
alegro por ti hermano.
-no lo entiendes imbécil... estamos
hablando de Isabella, la esposa
de... del perro que mas odio, la
mujer de mi puto hermano, una
mujer completamente ajena a toda
la mierda en la que estamos
metidos...
-es tu culpa haberla metido... todo
lo que estas sintiendo tú lo haz
provocado, ¿Creías que ibas a
salir librado? ¿Qué solo te ibas a
divertir? Nunca aprendes de tus
errores, por eso sigues metido en
todo esto...
-deja de comportarte como si
fueras mi madre, no te queda el
puto papel...
-entonces no me vengas con
mierdas de querer hablar como
hermanos, imbécil...- dijo elevando
la voz y se levantó del asiento...-
aclara todas tus putas ideas de
una buena vez Edward, date
cuenta que entre mas intentes
quitarla de tu mente más va a
estar presente... solo una cosa te
advierto, ella no es igual a Tanya
y tu lo sabes, así que mas te vale
que no la metas a fondo en tus
problemas, si te decides a decirle
claro todo, intenta no hundirla
contigo o tendrá el mismo fin que
Tanya y estoy muy seguro que
esta vez te va a doler más, a ti y
a Jacob...
-¿Emmet?
-olvídalo... si te importa como
parece, haz el favor de no joderle
más la vida...- genial, ahora
estaba más frustrado que antes,
me recargué en el sofá todo lo que
pude y cerré los ojos por un
momento... ¿Qué pasaba conmigo?
-Bella...- susurré con los ojos
cerrados, ¿Qué sentía por ella
ahora? ¿Deseo? Desde hace
mucho... ¿me gustaba? Eso era
bastante obvio, ella es una mujer
guapa... pero... ¿estaba
enamorado?... abrí los ojos al
instante de cuando pensé eso y
sonreí con sorna, no, eso era
imposible, no podía estar
enamorado de ella, no podía
enamorarme de una chiquilla
testaruda y tan intrépida que me
sacaba de quicio con bastante
facilidad...- mierda, mierda... sal
de mi cabeza maldita sea...-
musité bastante bajito solo para
mí.
-¡ eres un poco hombre!...- gritó
su voz en mi mente y acto seguido
se vino la imagen de cuando le di
la bofetada con fuerza en la cara,
cada fibra de mi ser reaccionó
ante esa maldita imagen ¿Cómo
fui capaz de dañarla tantas
veces?... volví a cerrar los ojos,
solo para encontrarme con su
rostro de nuevo...
- no te detengas... más ...-
prácticamente sentí su piel contra
la mía cuando recordé eso, su
rostro llenó mis pensamientos...-
Edward... Edward... - tragué en
seco y pasé mi mano por mi
cabello, no podía dejar de pensar
en eso a pesar de que supiera que
solamente me torturaban
lentamente...- no finjas que te
importo, por favor no lo hagas... -
me giré como pude en el sofá
hasta acomodarme lo mejor que
pude y mantuve los ojos
cerrados ...- te gusto más de lo
que deseas ¿cierto?...- veía mi
cuerpo chocar con el de ella
haciendo que corrientes
placenteras me recorrieran de pies
a cabeza...
-¿Qué haces?- abrí los ojos de
inmediato al escucharla y me
levanté lo más pronto que pude,
ella caminó hacia mí lentamente
pero yo me adelanté, la necesitaba
demasiado...
-pesando en ti...- apunté y la cogí
de la cara antes de comenzar a
besarla con fuerza, sus manos se
aferraron a la tela de mi camisa y
yo coloqué mis manos en su
espalda baja para después
cargarla y llevarla hasta la cama,
no había palabras, simplemente le
saqué la blusa y comencé a
desvestirme... busqué su cuello
pero ella me cogió el cabello
obligándome a besarla en los
labios, así lo hice, ambos ya
estábamos completamente
desnudos cuando volvimos a tocar
la cama...- Bella...- jadeé cerca
de su oído y la halé hacia mí, me
acomodé de rodilla frente a ella...
-Edward... ahh...- soltó un jadeo
bastante bajito y se abrazó a mí
haciendo contacto con mis labios,
la ayudé a colocarse a horcajas
sobre mí y no evité gemir en su
boca al sentirme dentro de ella...
entonces los jadeos comenzaron,
nos mirábamos a los ojos y yo la
sostenía con fuerza de la cadera y
la cintura, su pelvis se movía al
compas de la mía y echaba la
cabeza hacia atrás entregándose
por completo al deseo que no iba
consumiendo lentamente...-
¡ahhhhh!- chilló completamente
extasiada y cerró los ojos con
fuerza...
-uhmm Bella...- solté algo
parecido a un gruñido y le mordí el
cuello, comenzó a moverse más
rápido, a impulsarse de mis
hombros y hundía sus uñas
malditamente suave sobre mi
piel...
-Edward... ahh... me gusta... ¡Oh
Dios! - chilló y no lo soporté más,
la eché a la cama y sin avisarle la
embestí de forma brutal
haciéndola soltar un grito, sus
labios hicieron contacto con los
míos de nuevo...- así... ¡más!-
hice caso a cada uno de sus
ruegos, veía como su rostro se
deformaba en gesto placer infinito
y de su boca no salían más que
suspiros... sus piernas estaban un
poco más arriba de mi cintura y yo
entraba y salía de ella con
desesperación, me sentía tan
cerca...
-¡Bella!
-ahh... Edward, Edward...
¡Edward!- gimió deliciosamente y
después sentí su cuerpo vibrar
entre mis brazos... pero entonces
cuando yo más lo necesitaba, abrí
los ojos de golpe para
encontrarme solo en esa maldita
habitación... estaba jadeante y en
el fondo podía escuchar algunas
notas de piano, me senté
lentamente y me cubrí el rostro
con las manos... maldita sea, todo
había sido tan real... la canción
siguió sonando, ella estaba en la
tercera planta, necesitaba ir
allí...
Salí de la habitación
completamente cegado por lo que
estaba sintiendo en este momento
y subí las escaleras corriendo.
Como lo había predicho, Bella
estaba allí sentada sin hacer nada
más que tocar...
-¿Bella?- la llamé y mi voz fue la
vil evidencia de cómo me sentía en
estos momentos, ella se detuvo y
se giró, fue entonces cuando cerré
la puerta a mis espaldas...- ¿Qué
haces? Vete de aquí...
-Bella hay...
-dije que te fueras...
-perdóname...- dije de la nada y
sin siquiera pensarlo. Ella solo
frunció el ceño y se levantó del
asiento...
-¿Qué dices? Que demoni...- no la
dejé terminar porque di dos
grandes zancadas hacia ella y le
robé el beso que tanto estaba
deseando, una de sus manos
intento alejarme puesto que la
otra aun tenía la herida.
-Ed... Edward...
-Bella te necesito...
-n...no... basta...- decía mientras
se resistía...
-no puedo...- murmuré besándola
de nuevo y coloqué mis manos
sobre el borde del piano forte,
acorralándola entre mi cuerpo y el
enorme instrumento...- no puedo
sacarte de mi mente Bella...-
listo, lo había dicho, el inicio de mi
condena ya estaba sobre mí, por si
fuera poco, lo que dije hizo que
Bella dejara de resistirse o mejor
dicho se quedara inmóvil... su
respiración era errática pero yo
no me atrevía a abrir los ojos y
dejarla ir, no... necesitaba hacerla
mía en ese momento... coloqué mis
manos en sus mejillas y cuando
volví a besarla todo se
desencadenó rápidamente, sus
brazos subieron a mi cuello y me
acercaron más a ella...
-Edward...- jadeó contra mis
labios y fue en ese momento
cuando la cogí de la cadera y la
levanté para acomodarla sobre el
piano, sus piernas quedaron a
cada lado de mi cintura y yo me
pegué más a ella haciéndola soltar
un gemido bastante bajo... no me
detuve a pensar y le saqué la
blusa cuando levantó los brazos,
besándola con ímpetu casi dos
segundos después, bien... creo que
mi infierno había comenzado a
partir de ahora... que se fuera a
la mierda todo lo demás, incluso
yo... no me importaba, siempre y
cuando pudiera estar con ella
siempre que yo quisiera... de todas
formas, si esto iba a ser todo un
infierno, no me importaba en lo
absoluto quemarme...

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