3- "Resistencia"

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Bella POV...
Toda la maldita tarde estuve
dentro de esa habitación, sentí
como si el tiempo pasara lento e
inexorable frente a mí y tal vez
así era, no había encendido el
televisor ni tampoco había
recorrido la casa como para
conocerla mejor, simplemente
estaba aquí, a veces sentada en el
suelo, a veces acostada en el
sofá, viendo los árboles por la
ventana, paseándome de un lado a
otro de la habitación, se podría
decir que conocía perfectamente
estas cuatro paredes que me
rodeaban ahora; hacía ya cinco
horas desde que Emmet y Edward
había salido de la habitación y
también desde que él me había
besado.
Resoplé y caminé hacia el bulto de
ropa que había acomodado en una
esquina, allí estaban las cosas que
él había ordenado darme para que
pudiera vestirme a lo largo del
tiempo que fuera a estar aquí.
-Jake...- suspiré y recargué mi
espalda en la pared para después
observar mi mano izquierda, donde
podía ver mi anillo de matrimonio,
me sentí mal por las cosas que
sentí hace un par de horas, me
arrepentía de haber sentido sus
labios, de haberlos disfrutado,
pero sobre todo de haber deseado
más... ¿Qué tipo de mujer era
ahora? Si tanto decía amar a
Jacob porque demonios ahora
tenía tantas dudas sobre él, ¿Por
qué Edward decía que Jake era el
único culpable de lo que estaba
pasándome? ¿Qué había pasado
entre ellos? Seguramente fue
antes de que conociera a Jacob,
pero eso me dejaba con otra
pregunta ¿Por qué nunca me dijo
que tipo de relaciones había
tenido? ¿Qué tipo de amigos?
Ahora que tenía bastante tiempo
para pensar en mis cosas, había
descubierto que conocía muy poco
de Jacob, sabía que había crecido
en una familia adoptiva, pero
nunca me dijo nada de ellos, su
trabajo era algo que yo
desconocía completamente...
entonces ¿Cómo demonios estaba
con él? ¿Cómo era posible que
lleváramos tanto tiempo casados si
yo casi desconocía su pasado?
Después de otra hora más,
comencé a escuchar mi estomago
rugir, tenía ganas de salir de esa
habitación y buscar la cocina,
seguramente estaba cerca del
comedor; me levanté del suelo y
caminé a prisa hacia el pasillo,
dejé la puerta abiertas en caso de
que necesitara volver con rapidez
para encerrarme en "mi lugar
seguro" puesto que no sabía a que
se dedicaban aquí.
Según sabía, este era el segundo
nivel, el pasillo se extendía casi a
los largo de la mansión, solo que
desde el lugar en el que estaba
podía ver que hacia el fondo a la
derecha el pasillo continuaba y a
la izquierda comenzaban las
escaleras para el tercer piso,
aunque quisiera no iría allá
arriba, no aún, me apresuré a
bajar las escaleras y traté de
andar en silencio, no había nadie
por allí y cuando vi la puerta fue
como si los ángeles estuviera
ayudándome, ¿Cuál era la
posibilidad de que escapara?
... mis empleados tienen la orden
de matarte si pones un pie fuera
de esta casa y de mis terrenos...
dijo la voz de Edward en mi cabeza
y como acto reflejo miré hacia la
parte superior dela puerta, había
una cámara, resoplé y di media
vuelta para ir al comedor, cuando
llegué miré a todos lados, había
dos puertas, una de ellas era algo
así como giratoria y la otra tenía
una perilla plateada...
Caminé hacia la que estaba más
cerca, la giratoria y sonreí
extasiada cuando entré a la
enorme cocina, un refrigerador
que era más alto que yo estaba
cerca de la puerta, la mesa de
centro parecía ser de mármol con
madera y había tres enormes
ventanas al fondo, solo un poco
más chicas que los ventanales del
comedor, sin lugar a dudas Edward
era un hombre rico, la utilería y
los muebles lo demostraban...
Abrí el refrigerador y la luz blanca
iluminó más de lo debido la zona
puesto que solo había una lámpara
alumbrando y el cielo casi estaba
negro ya que no había luna, tomé
lo primero que me encontré, leche
y un pedazo de pay, me importaba
un comino si era algo saludable o
no, yo estaba hambrienta; puse lo
que quería en la mesa y me
acomodé hasta terminármelo todo,
comencé a limpiar, se me hacia
extraño que nadie me hubiera
descubierto aun, bueno, tal vez
andaba con suerte; salí de la
cocina y mientras atravesaba la
habitación del comedor escuché un
grito que provenía de la puerta
que estaba a mi lado, la de la
perilla plateada... me acerqué allí
y pegué un poco el rostro para
escuchar...
- es tu ultima oportunidad... he
perdido mucho tiempo contigo...-
¿ese era Edward?
- lo juro... no... te he dicho todo lo
que se... por favor...
- aun te falta lo más importante
Dave... ¿Jacob Black sabe de este
lugar? ¿Sabe donde buscar? -
¿Jacob? ¿Mi Jake? Me pegué más
a la puerta intentado escuchar la
respuesta...
-n...no... él piensa que tú... estas
fuera del país...
-¿seguro?
- por supuesto ...- respondió el otro
y después escuché un golpe
seco...- por favor te lo dije todo...
por favor...
-exacto Dave... ya no me sirves...
- te lo ruego... yo no tuve nada
que ver...- gritó aun más
fuerte...- yo no le hice daño, todo
lo hizo él, yo solo lo obedecía...
-¿de que hablas?- inquirió Edward
con la voz deformada como si casi
no pudiera respirar...
-Jacob sabía que tú te
entregarías si la atrapaba... era
una trampa pero te juro que yo no
hice nada... no la toque... él lo
hizo... él la mató... te lo juro...
-¿y no pudiste detenerlo cierto
imbécil?- gritó Edward...- Emmet
hazlo...- sin querer apoyé mi mano
mas de lo debido en la perilla y
esta se abrió, tragué en seco
temiendo haber echo ruido pero
todo siguió su curso...
-¡no! Por favor... te lo ruego...
por favor... yo no hice nada... lo
lamento... por favor... dije todo lo
que se... por favor...
-¡hazlo Emmet! - volvió a ordenar
y lo siguiente que escuché fue
otra suplica y el sonido de un
disparo... me llevé las manos a la
boca intentando callar el grito que
estuve a punto de dar y me hice
hacia atrás chocando con alguien,
era un tipo que no conocía, la
bandeja que traía en las manos se
cayó al suelo haciendo un ruido
estridente, después siguieron
pasos de ese sótano, estaban
subiendo... sin mirar al tipo con le
que choqué salí corriendo
escaleras arriba y cuando llegué a
la habitación cerré de un portazo,
intenté poner seguro pero no
tenía la llave, sin darme cuenta de
cuando, ya tenía lágrimas en mis
mejillas... por Dios, lo había
matado... a sangre fría,
simplemente disparándole... ¿esto
eran? ¿Un montón de mafiosos
sicarios? Y... ¿Qué había hecho
Jacob? ¿A que demonios se
dedicaba como para estar dentro
de esto?
Después de unos minutos, la
puerta se abrió, Emmet no estaba
con él, venía solo, yo estaba
encogida en la esquina más lejana
y no pensaba moverme de allí, no
quería que él me tocara, tenía
miedo...
-¿Qué haces allí?- preguntó en
voz baja, yo negué y me abracé
las rodillas...- es tarde, vamos...
-n...no...- me atreví a decir...
-¿no dormirás en la cama?- lo vi
caminar hacia mí y yo me puse de
pie, al menos así no me sentía tan
indefensa...- ¿Isabella?
-no...- murmuré sin aire, Edward
dibujó una sonrisa de burla y
caminó hacia el enorme closet,
estuvo allí dentro por unos
minutos y después salió para
entrar al baño, dejó la puerta
abierta, ¿Qué era lo que
intentaba? ¿Qué me metiera allí y
dejara que me follara un asesino?
Por supuesto que no...
Cogí una almohada de la cama y
después me acomodé en el sofá,
apagué las luces y cuando Edward
salió del baño solo con un
pantalón corto para dormir yo
fingí estar en el quinto sueño,
sentía su presencia cerca de mí
también sentía su mirada
recorriendo mi cuerpo...
Cuando volví a abrir los ojos, tuve
que levantarme un poco para ver
que él ya estaba acostándose en la
cama, una fina línea de luz se
dibujaba en el suelo, esto era
porque la puerta estaba entre
abierta, no hice nada más,
simplemente intenté dormir, tal
vez así era mejor, no hacer
preguntas, simplemente seguir
aquí, soportando todo lo que fuera
a pasar, viviendo con incógnitas
hasta que pudiera salir de aquí,
aunque siendo realistas, eso lo
veía muy lejano...
Dos semanas después...
Estar en la misma habitación que
Edward se había vuelto casi
insoportable, los primeros tres
días fueron pura repulsión, no
soportaba que estuviera cerca, le
tenía miedo, también perdí la poca
confianza que había sentido con
Emmet, él era lo mismo que su
maldito amigo, aquí no había nadie
con quien hablar, lo mejor era
quedarse callado... al finalizar la
primera semana, Edward me
obligaba a bajar a comer cuando él
lo hacía, en la tarde desaparecía
por completo, a veces veía como la
camioneta que lo transportaba
salía de la mansión y otras
simplemente lo veía andar por el
jardín, dando ordenes o hablando
con Emmet, yo solo había salido
una vez a ver ese lugar, era
enorme y bonito, pero tener a
decenas de hombres armados cerca
me causaba pánico y prefería
estar en la habitación.
No sabía nada del mundo exterior y
siempre que estaba bañándome
lloraba todo lo que quería... a
mitad de la segunda semana las
cosas cambiaron un poco, no me
explicaba porque, estar cerca de
Edward me inquietaba, un par de
veces había despertado a la misma
hora que él y lo había visto
vestirse, ¿Cómo era posible que
alguien tan hermoso fuera tan
maldito? Me odiaba a mi misma por
el pensamiento que a veces llegaba
a tener al ver su torso desnudo, al
ver su cabello con gotas de agua
cuando recién salía de bañarse.
¿Acaso él no me veía de otra
forma aparte de cómo su rehén?
Posiblemente si, cuando yo salía
del baño o cuando me descubría
andando por la habitación en short
bastante corto, fruncía el ceño,
me recorría con la mirada y cuando
llegaba a mi rostro se quedaba
observándome solo por unos
segundos antes de sacudir su
cabeza y girarse para alejarse de
mí, en estas dos semanas no me
había vuelto a besar, nunca... pero
si había compartido la cama
conmigo, sin tener un contacto
íntimo obvio, pero la tensión que
había entre nosotros estaba
bastante clara y aunque me odiara
no podía negarla... algo estaba
creciendo frente a nuestras
narices y ninguno de los dos
quería aceptarlo... yo porque
estaba casada y porque según
sabía, estaba completamente
enamorada de Jacob y sería
incapaz de engañarlo y él porque
yo solo era su presa y la forma de
cumplir una venganza de la cual yo
era ignorante...
-hola...- di un respingo al
escuchar a Emmet a mis espaldas,
me giré y traté de componer una
sonrisa...
-hola...- murmuré bastante
bajito...
-no hemos hablado últimamente...
desde hace... dos semanas... ¿se
puede saber porque?- tal vez
porque había escuchado como
mataban a un hombre, solo por
eso...
-no lo se...- mentí y él se rió
bajito y caminó hacia mí.
-¿de verdad no lo sabes? Por que
creo que yo si se la respuesta.
-¿a si? ¿Cuál?
-Bella... lo que escuchaste... el día
que discutí con Edward por ti...
bueno... es parte de... nuestro...
-¿su trabajo? ¿Asesinar gente es
su trabajo?- pregunté a la
defensiva.
-no... bueno, no exactamente...
todo tiene una razón.
-matar a una persona es
injustificable Emmet...- espeté y
lo miré a los ojos, parecía
apenado...
-lo siento...- yo no contesté nada,
más que nada porque Edward
apareció caminando a un lado de
Peter, su más fiel sirviente... su
expresión no cambió cuando nos
vio juntos pero al escuchar su voz
estaba más que claro la
incomodidad que sentía.
-¿desea algo más señor?-
preguntó Peter.
-que le des las indicaciones que te
di a Emmet...- el interpelado
suspiró...
-¿son importantes?- inquirió
Emmet.
-más importantes que andar mal
gastando tu tiempo con Isabella...
si... son mucho más
importantes...- fruncí el ceño al
escuchar eso y después fui presa
de su mirada ruda...- ven
conmigo...- no me quedé a
esperar, simplemente caminé
detrás de él, pensé que iríamos a
la sala o al jardín a que me
gritara ofensas como solía hacerlo
cada vez que me veía con Emmet,
pero no lo hizo, subió las
escaleras hasta llegar a la
habitación.- cierra la puerta...-
así lo hice y me giré lento hasta
verlo a los ojos, demonios, como
odiaba estos momentos.
-¿Qué sucede entre Emmet y tú?-
me preguntó.
-n...nada...- no se porque
respondí eso la verdad, a él que le
importaba... Edward no hizo nada
más, pasó a mi lado...- ¿eso era
todo?- pregunté antes de que
saliera...- ¿Solo eso querías
decirme?
-¿Qué otra cosa podría ser? ¿Qué
te pregunté como estas?
-deberías... tú eres el que me
tiene aquí en contra de mi
voluntad...- espeté y lo hice
sonreír con sorna, odiaba cuando
lo hacía, me miraba con
superioridad- ¿aun no haz
arruinado mi vida lo suficiente?
¿No me haz ofendido lo suficiente
como para dejarme ir?
-já... Isabella... eso no es nada
comparado con lo que quisiera
hacerte...
-no te entiendo... no se porque
estoy aquí, no se porque me
tratas así, a que te dedicas, por
que eres tan...
-¿tan que?- me interrumpió y se
acercó a mí...- ¿Cómo crees que
soy Isabella?
-un asesino...- su respuesta fue
una carcajada...- tú mataste a
ese hombre ¿al tal Dave? ¿Por qué
lo hiciste?
-yo no lo hice, no técnicamente y
tuve mis razones...
-¿Qué tiene que ver Jacob en
esto? Yo lo... lo... escuché...- me
atreví a decir y su rostro se
crispó.
-¿Qué escuchaste?- preguntó
amenazante...
-lo escuché suplicar para que lo
dejaras vivir, que él era inocente
y tú no escuchaste, simplemente
lo...
-tú no sabes porque hago esto...-
me recriminó y me miró a los ojos
como nunca lo había hecho
antes...- no sabes lo que es sufrir
por no poder hacer nada por la
persona que amas, el sentirte
impotente cuando te necesita,
cuando cuenta contigo y tú no
estas allí...- retrocedí cuando lo vi
caminar amenazante hacia mí...-
no sabes lo que es sentir que ya
no esta contigo simplemente
porque tu no fuiste capaz de
hacer una mierda por salvarla... y
todo eso... todo... fue por culpa de
un desgraciado con ansia de poder
y sed de venganza...
-alguien igual a ti...- dije sin
detenerme a pensar... Edward
sonrió con amargura.
-alguien igual a tu maldito
marido.
-Jacob no hizo nada, él no... es
incapaz de hacer algo así.
-tú no sabes absolutamente nada
de lo que él es Bella...- sentí como
mi cuerpo reaccionaba ante ese
nombre, lo había dicho tan
diferente, como si sintiera algo al
decirlo...- no sabes nada.
-entonces dímelo...- murmuré casi
en un susurro... di un paso hacia
él y eso fue lo suficiente para
estar más cerca de lo debido,
levanté mi rostro para verlo a la
cara, a los ojos, estaba
frunciendo el ceño, ¿Por qué no
sentía lo que yo? ¿Por qué no
quería acercarse más? Sin saber
porque, ambos comenzamos a
respirar erráticamente, vi como
elevaba sus manos y las posaba en
mis hombros... no me moví y
tampoco temblé, al contrario,
ahogué un jadeo cuando se inclinó
hacia mí y rozó sus labios con los
míos, pero fui yo la que hizo el
ultimo movimiento y levanté más el
rostro hasta tocar sus labios como
quería hacerlo; su mano se posó
en mi cintura y la otra en mi
rostro, acercándome más a él,
pensé que se iba a alejar como lo
había hecho hace tiempo, que me
dejaría con la cabeza dando
vueltas pero fue todo lo
contrario, escuché como soltaba
un gruñido bajo, como si estuviera
molesto por lo que hacia y me ciñó
más a su cuerpo, mi abdomen chocó
con él haciéndome soltar un jadeo
por lo que sentí y sin detenerme a
pensar, subí mi mano hasta
enredarla con su cabello cobrizo,
justo en ese momento, sus labios
se volvieron mas insistentes y un
jadeo abandonó mis labios cuando
él se adentró en mi boca... mi
estomago cayó al suelo y perdí
todo sentido de cordura que tenía,
todo era como si fuéramos
personas completamente
diferentes, como si Jacob no
existiera y tampoco esta
venganza estuviera en su mente...
Quería tocar todo, sentir todo,
quería que él hiciera lo mismo
conmigo... busqué sus labios
cuando él los apartó de los míos,
pero su mano sujetó mi mentón
para que lo dejara hacer lo que
quería, llegar a mi cuello y pasar
su lengua por esa zona, eché mi
cabeza hacia atrás y hundí mis
manos aún más en su cabello...
-uhmm...- jadeé y arqueé mi
espalda, él colocó su mano en mi
espalda baja y comenzó a empujar,
mis piernas temblaban y sentía lo
que nunca, comenzaba a
excitarme...- ahh...- volví a
jadear y mis pantorrillas chocaron
con el borde de la cama, Edward se
fue inclinando, llevándome consigo
hasta que ambos estuvimos sobre
el colchón, sentí su cuerpo a más
no poder sobre el mío y sus labios
volvieron a atacar los míos con
más fiereza que antes... por si
fuera poco, lo único que llevaba
encima era una falda de holanes
negra y un top blanco de
tirantes... sentía su respiración
sobre mi cuello, y sus besos en mi
garganta, sus manos no eran nada
tímidas como las mías, él me
tocaba sin vergüenza y de un
momento a otro posó su mano
derecha en mi muslo, me mordí el
labio al sentirlo tan cerca...
-eres tan...- dijo con la voz
ronca...
-¡Edward!- chillé
interrumpiéndolo cuando se
atrevió a tocar mi sexo, mi cabeza
dio vueltas y olvidé todo,
absolutamente todo... lo único que
había en mi mente era la imagen
de mí, siendo tomada una y otra
vez por él...

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