7- "Atando Cabos"

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Bella POV...
-suelta eso...- musitó con voz
tétrica...
-no haz contestado...- dije a
penas con voz audible por la
sorpresa...- tú... pero...
-deja de hacer suposiciones
estúpidas en tu cabeza...- gruñó y
me arrebató el cuadro para
meterlo en un cajón del escritorio
y evadir mi mirada, pero ya era
tarde, era obvio que seguiría
preguntando hasta saber toda la
verdad...
-¿suposiciones estúpidas?
Estamos hablando de tu familia
Edward...
-yo no tengo familia...
-por supuesto que si, tú padre...
Carlisle... ¿sabes cuanto sufrió
por haberte perdido? Ellos te
creen muerto.
-que lo sigan creyendo...- dijo y
me miró con rencor, pero esta vez
si le sostuve la mirada- no
necesito de ellos, no necesito de
su maldito dinero, tengo el
suficiente como para pedir su
ayuda.
-no tiene nada que ver con las
cosas materiales, Edward... ¿Cómo
eres capaz de hacerles esto?
-¡eso no te importa!- me gritó y
yo di un respingo.
-mírate... solo mírate maldita sea,
la clase de persona que eres por
no tenerlos a tu lado...- él solo se
quedó callado así que yo seguí
hablando- no puedo creer que
hagas esto, es tan bajo de tu
parte, los estas engañando,
piensa en ellos, en tu madre... tu
hermana.
-¿Qué sabes tu de mi familia?
-me sorprende que tú no sepas la
respuesta...- musité bajito...- yo
los conocía.
-claro que no, te recordaría.
-tenía 19 años Edward, dime si me
recordarías, además... solo hablé
una vez con tu padre- Edward
dejo de mirarme y se sentó como si
me diera a entender que ya no
quería hablar, pero yo lo seguiría
haciendo...- ¿Sabes donde están?
-no quiero hablar más de eso,
vete...- espetó.
-no, quiero hacerte entrar en
razón, que dejes de ser un
estúpido prepotente y te des
cuenta del daño que haces a otras
personas.
-cierra la maldita boca, no sabes
nada entiéndelo de una buena
vez...- levantó el rostro y me miró
a los ojos...- no intentes o mejor
dicho no creas que tienes el
derecho de meterte en mi vida solo
porque me acuesto contigo... si
quisiera a una mujer para
consolarme y hacerme entrar en
razón, ya me hubiera desecho de
ti... para lo único que me sirves es
para pasar el tiempo Isabella...
nada más...- me mordí el labio
para no decir cosas de las cuales
me arrepentiría y simplemente lo
miré con el ceño fruncido, otra
vez como tantas, me había
ofendido.
-tal vez me aburra de hacerte
pasar el tiempo- intenté mostrar
indiferencia pero mi voz se quebró
al final.
-ya lo veremos... gatita...
-eres un cerdo, solo un maldito
perro bastardo... eso serás
siempre Edward- nos miramos
retadoramente durante solo dos
minutos y final me di la vuelta
para salir del despacho dando un
muy fuerte golpe en la puerta...
¿Y ahora que demonios me estaba
pasando? Pasé el dorso de mi mano
sobre mi mejilla, me sorprendí al
sentir esa única lágrima en ese
lugar, ¿Tanto me había dolido su
insulto? No podía si quiera creer
mi propia reacción, sentía algo
extraño por dentro, era esa
molesta sensación que hacía que
tu ritmo cardiaco se acelerara y
comenzaras a sentir un extraño
frío recorriéndote de pies a
cabeza.
- te odio... maldito perro imbécil ...-
iba murmurando para mi misma
mientras recorría los pasillos de
esa enorme mansión, sin tener un
lugar en mente al cual ir en este
momento; ahora me daba cuenta
que si no era hablar con Emmet,
dormir o acostarme con Edward yo
no tenía ningún maldito
pasatiempo en este lugar ¿y como
demonios lo iba a tener si me
mantenían vigilada como un
maldito animal salvaje?
Eran solo las doce del día y yo
andaba como un vil fantasma de
un lado a otro, creo que ahora me
atrevía a decir que conocía esta
casa al revés y al derecho, bueno,
solo me faltaba una habitación a
la cual entrar, la que estaba al
final del pasillo largo del tercer
piso, del lado contrario de donde
encontré la habitación con las
fotografías de Tanya.
-¿Peter, estas aquí?- lo llamé,
desde hace un par de días, mi
relación con el empleado había
crecido un poco, claro, siempre y
cuando se tratara de alguna
necesidad o algo así, no es que le
confiara mi vida o hablara de mis
problemas con él; lo único cercano
a un buen amigo aquí era Emmet...
Fruncí el ceño por la sorpresa que
me dio ver semejante piano forte,
era color negro y no evité sonreír
cuando la imagen de mi madre
tocando mis canciones favoritas
asaltó mis pensamientos, suspiré,
extrañaba mucho a mis padres.
- ven aquí Bella... ¿quieres que te
enseñe como se hace?...- la fina
voz de mi madre resonó en mi
mente y mi rostro de niña me
mostró lo feliz que me hizo
compartir ese momento con René;
no solo fue eso, recordaba todo,
cada una de mis "clases de piano"
con mi mamá, aun recordaba las
canciones, las risas y también
cuando nos poníamos a cantar y
papá sonreía alegre por nuestros
logros... fui inconsciente de cómo
terminé sentada frente al enorme
piano y con la yema de mis manos
acariciando las teclas, sonreí
inconscientemente y comencé a
tocar, mi mano izquierda punzaba
un poco pero no me importaba en
absoluto ahora que me encontraba
tocando lo que a mamá y a mi
tanto nos gustaba... pasados unos
minutos, las lagrimas caían
silenciosamente por mis mejillas
hasta que mi vista terminó
completamente nublada, fue ahí
cuando me detuve y cubrí parte de
mi rostro con mi mano buena,
sentía un enorme nudo en la
garganta y mi cabeza comenzaba
a doler.
-¿Qué haces aquí?- ahogué un
grito que amenazó con escapar
cuando lo escuché, giré mi rostro
lento hacia la puerta y lo vi allí
recargado en el marco de madera,
tenía el ceño fruncido y los brazos
cruzados.
"... ¿Cuándo dejas de trabajar
amor?"... me sorprendí cuando
visualicé a Jacob de esa forma,
cuando recién nos habíamos casado
y comenzábamos a vivir
juntos..." vamos... apuesto que te
vendría bien un descanso...", mi
sonrisa en respuesta cuando él me
preguntaba eso, me hizo darme
cuenta que todo lo que había
tenido en mente los últimos
minutos era solo mi pasado, ya
nada era igual... me levanté del
asiento y caminé hacia la puerta...
-no haz contestado Isabella...
-déjame pasar...- murmuré pero él
no se movió, al contrario, intentó
tomar mi brazo, solo que esta vez
logré zafarme...- hazte a un
lado...
-no hasta que tenga una
respuesta.
- Estaba aquí porque es el único
lugar que me mantiene tranquila y
me hace olvidar que todas las
malditas noches debo soportar
acostarme contigo y portarme
como un prostituta solo porque es
la única forma de que me dejes en
paz...- con todas las fuerzas de
las que fui capaz de lo empujé y
pasé a su lado para irme- como
siempre- a encerrar a la
habitación.
Cuando llegué al cuarto, cerré la
puerta con fuerza y me fui directo
al sofá, intenté con todas mis
fuerzas no llorar pero al final las
lágrimas volvieron a hacer acto de
presencia; solté un bufido por mi
frustración y por primera vez
desde que llegué aquí encendí la
televisión.
-¿Se han hecho avances en la
investigación oficial?- levanté el
rostro al instante cuando escuché
esa voz tan malditamente familiar.
-por supuesto que si, solo que
lamento decirle que no tengo la
autorización de dar ningún tipo de
información...- el que estaba
hablando era Jared, al que yo
conocía como el amigo casi
inseparable de Jacob.
- pero por favor díganos ¿Cómo ha
tomado Jacob Black todo el
secuestro de su esposa?- solté un
jadeó y mi pulso se aceleró.
- esta tranquilo, es todo lo que
puedo decir, hasta el momento
seguimos buscándola, ahora que
sabemos que todo es obra de... -
Jared se calló de inmediato cuando
estuvo a punto de decir el nombre
¿Por qué?- lo siento, no puedo
decir más .- apuntó y se alejó de la
reportera, dejándome a mí
totalmente confundida y
frustrada, ¿Qué no iba a decir
más? ¿De verdad Jacob estaba
tranquilo? ¿O... porque no dijo el
nombre de Edward?
Tres golpes en la puerta me
hicieron salir de mi ensoñación.
-señorita Isabella, el señor la
solicita... por favor acompáñeme.
-no quiero hablar con él, Peter,
díselo por favor...- mi voz sonó
ronca mientras yo me limpiaba las
lágrimas, mis ojos ya debían estar
demasiado rojizos e hinchados.
-debe ir, es una orden del amo.
-me importa una mierda si es una
orden o no... no voy a ir, puedes
decirle que yo me rehusé si acaso
tienes miedo de que te haga algo.
-señorita...
-¡no iré Peter!- le grité viendo a
la cara y levantándome del
asiento...
-solo intento no causarle algún
problema con el señor- inhalé con
fuerza y tragué en seco...- por
favor señorita, haga lo que el amo
le pide, por favor venga.
-no...- contesté después de unos
minutos...- dile que estoy cansada
de sus órdenes y que si quiere
matarme que lo haga, me importa
muy poco si lo hace o no...- siseé y
le cerré la puerta en la cara.
Me sorprendió que Edward no
viniera a buscarme, ni tampoco
ninguno de sus empleados, estuve
sola el resto de la tarde, tampoco
bajé a comer, después de todo lo
que había pasado y lo que Edward
me había gritado ya estaba
bastante hastiada como para verle
la cara; me di una ducha, una muy
larga ducha, cuando salí, me vestí
con lo primero que saqué del
closet, eran unos pantalones
deportivos grises y un top a
juego... La puerta se abrió, no era
raro que Edward entrara sin
avisar.
-si intentas parecer molesta
conmigo te aviso que no va a
funcionar...- me mordí el labio
para no contestarle e intenté
ignorarlo... comencé a guardar las
cosas que había sacado, odiaba
tener un desorden en cualquier
lugar en el que estuviera...- ¿no
piensas ir a comer?
-no tengo hambre...- avisé en voz
baja.
-¿podrías mirarme cuando hablas?
No me gusta que...
-a ti no te gusta nada...- le grité
llena de rabia y esta vez si lo vi a
los ojos...- si hago cualquier cosa
a ti te molesta, no puedo tener un
momento sola porque no te parece,
y para variar no soportas que este
cerca de Emmet... claro, es obvio
que me importa muy poco si te
hago feliz o no, pero no soporto
tenerte encima de mí día y noche...
simplemente quiero...
-¿Qué te de paz?- inquirió el otro
con sorna...
-no puedo creer que seas tan vil y
despreciable... ¿Qué sucede
contigo? Por qué cuando...- tomé
valor para decirle lo que seguía, él
simplemente frunció el ceño al
darse cuenta solo un poco a lo que
me refería...
-¿Qué más? Dime lo que querías
decir...
-solo olvídalo... ¿para que lo
hago? ¿Para que me esfuerzo en
hablar contigo si al final me haces
sentir como una maldita puta?- mi
voz se quebró y me lleve las manos
a la cara...
-Bella...
-no me toques...- chillé y me hice
hacia atrás...- cada maldito
segundo me pregunto que te he
hecho para que me tengas aquí,
¿sabes si quiera como me siento?
por supuesto que no y se que no te
importa... no te importa nada más
que tú... y claro, como iba a
pensar que yo podía significar algo
si finges ante tu propia familia
que estas muerto, no hay una
persona mas egoísta y asquerosa
como tú... tal vez Jacob y tú
tengan eso en común, ambos
juegan a hacerse los grandes
hombres y solo son unos cobardes
por no querer enfrentar su
realidad...
-podrías dejar de gritar como una
niña caprichuda y dejarme
hablar...
-¿para que? ¿Qué vas a decirme?
¿Qué lo sientes? Lo dudo... ¿Qué
quieres acostarte conmigo? Lo
siento mucho Edward, no pienso
volver a estar contigo nunca...
prefiero morirme a manos de uno
de tus maldito perros falderos a
tener que revolcarme otra vez
contigo, estoy harta de todo,
estoy harta de ti... me tienes
asteada... no te...- mi cuerpo
quedó aprisionado por sus brazos y
mis labios fueron silenciados por
los de él, cerré los ojos con fuerza
y metí mis manos en medio de
ambos, mientras lo empujaba, mi
mano izquierda dolía a más no
poder, posiblemente ya estaba
sangrando de nuevo...-n...no...-
murmuré pero él...
-¿me odias?- jadeó contra mis
labios y me aprisionó más contra
él...- compartimos el sentimiento
Isabella... odio deserte como lo
hago...
-basta...- dije entre jadeos e
intenté alejarlo pero era casi
imposible...-su...suéltame...- sus
manos sujetaron mi rostro con
fuerza y por primera vez sentí su
beso diferente, no había ni una
maldita pizca de deseo por sexo,
se sentía desesperado, por algo
que yo no comprendía, algo que tal
vez yo también compartía... pero
no, no podía...- ¡basta!- espeté y
le di una bofetada en la cara, me
quedé jadeante viéndolo, su
respiración era errática y aunque
pasó por mi mente que me iba a
devolver el golpe nunca lo hizo...-
no quiero que me vuelvas a tocar,
nunca...- dije intentado sonar
fuerte, aunque me estuviera
sintiendo fatal por dentro...
-¿Bella?- llamó a mis espaldas con
voz firme pero yo no lo miré, abrí
la puerta y gracias a ir limpiando
mis lágrimas, choqué con alguien...
-¿Bella, estas bien?
-Emmet...- musité y lo vi a los
ojos, como acto reflejo y sin
ninguna explicación rodeé su
cintura con mis brazos y él me
correspondió el abrazo, se lo
agradecí mucho...
-ven... vamos abajo...- dijo bajito
y lo seguí...
Mientras bajaba dando traspiés
iba limpiándome las lágrimas, mi
ánimo el día de hoy estaba por los
suelos y el tener que estar sola no
ayudaba para nada; sentí la mano
firme de Emmet tomar la mía para
conducirme por el pasillo del ala
derecha, no sabía a donde me
llevaba pero no quise preguntar,
ladeé mi rostro para ver hacia
afuera a través de los ventanales.
-ahora si...- dijo con un suspiro y
yo comencé a observar alrededor,
vi la entrada a la piscina a pocos
metros de donde estábamos...-
¿tienes ánimos de nadar?
-no en realidad...- murmuré y me
crucé de brazos mientras caminaba
hacia el pequeño asiento blanco,
Emmet me miró con una sonrisa
plasmada en el rostro y se
acomodó enfrente de mí...
-haz llorado bastante ¿cierto?...-
sonreí con desgana y sorna...- tus
ojos no podrían estar mas rojos,
estoy seguro.
-no es mi mejor día, Emmet...- me
burlé... y lo miré a la cara.-
¿puedo hacerte una pregunta?
¿Personal?
- por supuesto...- dijo pero antes
titubeó un poco.
-bien... ¿Qué tanto conoces a
Edward?
-mucho, pero no se porque
preguntas eso.
-eso quiere decir que conoces a su
familia ¿no?- vi como Emmet
tensaba la mandíbula y apartaba
su vista de la mía...- Cullen, están
viviendo en Australia ¿no es así?
-¿Cómo sabes eso Bella?- me
preguntó con voz seria y él
también estaba así, lo cual me
decía que las cosas de las quería
hablar en este momento eran algo
así como un tabú en esta casa,
odiaba estar rodeada de secretos
pero al mismo tiempo estaba
dispuesta a responder cada una de
mis preguntas mientras yo
estuviera aquí.- ¿te lo dijo
Edward?
-no... yo lo descubrí.
-¿Qué tanto sabes de ellos? O
mejor dicho ¿en que partes de la
mansión haz estado buscando?
-se poco de ellos y... he...
-no debes andar por allí sola
Bella...- se inclinó hacia
delante...- entre menos sepas de
toda esta historia mas segura vas
a estar.
-¿Tanya sabía más de lo que
debía? ¿Por eso la... por eso Jacob
la mató?- sentí un escalofrío
cuando pregunte eso pero lo dejé
pasar, Emmet prácticamente no
podía estar más serio, cada línea
de su rostro mostraba lo tenso
que estaba ahora, definitivamente
había algo que él y Edward me
estaban ocultando y era algo
importante.
-por todos los cielos Bella...
¿Cómo te enteraste de Tanya?
-tengo una fotografía.
-¡¿Qué? Sabes lo que Edward
puede hacerte si descubre que tu
andas metiéndote en...
-¿su vida? Su vida no me importa
Emmet, solo quiero, saber porque
demonios estoy aquí, quiero saber
cada una de las razones por las
que él me tiene aquí.
-una venganza, eso ya lo sabes...
-y eso no es suficiente, quiero
saber lo que Jacob hizo y porque...
-estas jugando con fuego y va a
llegar un momento en que yo no
podré ayudarte, Bella... mantente
al margen, por tu bien solo hazlo.
-¿Por qué no quieres que siga?
¿Cuál es el peligro? ¿Qué otra
cosa puede hacerme Edward
además de lastimarme?
-no es algo que Edward te haga,
es lo que... mira, Edward se metió
en un grupo al que no debía, lo
hizo gracias a Jacob, para
conseguir el suficiente poder que
necesitaba para vengarse...
intenté convencerlo de que no lo
hiciera y obviamente fracase, de
todas formas, no iba a dejarlo
entrar solo así que... lo ayudé,
cuando conoció a Tanya estaba
intentando salir poco a poco, pero
Black le arruinó el plan cuando la
asesinó, Edward volvió a cegarse
de furia y decidió echarse atrás...
-entonces... Jacob... no comprendo
¿Qué tanto hay entre Jake y
Edward?- inquirí y mi mente volvió
a llenarse de preguntas, Emmet
soltó un suspiró y se llevó la mano
derecha a la frente antes de
echarse hacia atrás en el asiento.
-no puedo decírtelo.
-¿Por qué? Somos amigos... confía
en...
-exacto, somos amigos... por esa
razón no te diré nada más, como lo
dije antes, entre menos sepas es
mejor y si tienes razón, Tanya
sabía mucho, supo en lo que
Edward estaba metido, supo lo que
Jacob había hecho desde antes,
sabía a lo que se estaba metiendo
pero aun así decidió seguir aquí...
esas es la diferencia que hay
entre ella y tú.
-voy a descubrir todo Emmet... -
dije con voz muy baja.
-no cometas el mismo error que
ella, no sería bueno que
terminaras muerta también.
-Jacob no me matará, aun
sabiendo todo lo que deseo, él es
incapaz de asesinarme.
-él no, tampoco Edward... pero no
los otros, esos otros te seguirán
hasta que te maten con tal de
mantenerte callada, no sabes de lo
que son capaces todos esos tipos
con tal de mantener su poder.
-no diré nada de ellos solo
quiero...
-no investigues más Bella... por
favor no lo hagas, no seas
estúpida y quédate callada, estoy
haciendo todo lo posible por
sacarte de aquí, no me eches a
perder el plan.
-no, tú no hagas cosas estúpidas,
no necesito que me cuides.
-a mí no me va a pasar nada,
Edward no puede hacerme nada.
-¿Por qué te confías tanto? Ser
su amigo no es suficiente para...
-es mi medio hermano...- dijo
interrumpiéndome y yo me quedé
con la boca abierta y los ojos como
platos.
-¿Qué? No...
- Cullen McCarthy... solo uso mi
segundo apellido, por seguridad
para ambos, en este mundo no
debes mostrar que tienes un punto
débil, nunca o si no, estas muerto.
-oh por Dios...- jadeé y me llevé
las manos a la cara intentando
digerir la noticia.
-hazme el favor de no comentar
esto a Edward, no mientras yo no
hable con él- asentí un par de
veces y después suspiré- ¿haz
comido hoy?- preguntó después de
unos minutos, descubrí
rápidamente que estaba cambiando
de tema, pero aún así decidí no
hacérselo saber, simplemente le
seguí la corriente, ya tendría mis
momentos libres para descubrir
todo lo que yo necesitaba, recordé
que en el ultimo piso había dos
habitaciones a las que no había
entrado porque tenían llave,
seguramente Edward la tenía bien
escondida.
-no... no tenía apetito...-
murmuré y le sonreí para
demostrarle que su trampa había
funcionado. ¿Cómo conseguiría
esas llaves? No lo se, pero si para
conseguirlas debía seguir
soportando a Edward, estaba
dispuesta a hacerlo, no iba a
quedarme como una ignorante
estúpida viendo cosas inexplicables
pasar en mis narices, necesitaba
respuestas.
-vamos, debes comer algo...-
parpadeé par salir de mis
pensamientos y tomé su mano
extendida hacia mí, cuando
volvimos a la sala, Edward estaba
paseando de un lado a otro de ese
lugar, en cuanto nos miró, apretó
la quijada y cerró sus manos en
puños a los lados, entonces me di
cuenta que miraba hacia la unión
de nuestras manos, miré a Emmet
rápidamente y lo solté.
-¿Ya no te duele?- la pregunta de
Edward me dejo confundida,
¿desde cuando le importaba si me
sentía bien o no? Emmet apenas
en ese momento se dio cuenta que
tenía la mano izquierda vendada.
-estoy bien.
-¿Qué te pasó?- preguntó mi
amigo preocupado...- Edward
que...
-nada...- interrumpí cuando vi que
se molestaba con el otro...- fue mi
culpa, yo... rompí un cristal es
todo... estaré en la habitación, los
dejo hablar...- murmuré y vi como
Edward asentía, le di una ultima
sonrisa a Emmet y me di media
vuelta para salir de allí o mejor
dicho, para ocultarme detrás de la
pared frente a las escaleras y
escuchar un poco de lo que iban a
hablar.
-¿Y bien, que ha pasado?-
preguntó Edward secamente.
-Black se mueve rápido...
-¿sabe de este lugar?
-no, nadie lo sabe...- se hizo
silencio por unos segundos...- él
también maneja este caso por
debajo del agua, aun no ha dado a
conocer tu nombre a la prensa.
-que bien, eso demuestra que esta
en el lugar en que quiero que
este.
-es peligroso para los tres y
también para la familia ¿tienes
eso en mente?
-por supuesto que tengo en mente
a la familia Emmet, ¿crees que los
pondría en peligro?- así que no
era tan maldito como lo
imaginaba.- ¿a que te refieres
con que Jacob se mueve rápido?
-sus investigaciones avanzan
rápido, claro, aun no hay peligro
para nosotros, pero... va más
rápido de lo que habíamos pensado
en un principio.
-eso quiere decir que Isabella si le
interesa.
-es su esposa, era obvio que le
interesaba.
-no lo creo... hay que mantenerlo
vigilado, esta acostumbrado a
actuar en silencio, no me
sorprendería si el supiera que ya
hay hombres míos infiltrados en su
grupo, ese maldito perro sabe
como jugar- fruncí el ceño, no
entendía como demonios estas
cosas estuvieran pasando...-
Emmet, hay algo que quiero hablar
contigo, algo personal- terminó
diciendo con la voz mas baja.
-¿sobre que?- inquirió Emmet y
entonces no soporté más y asomé
un poco la cabeza para ver,
Edward estaba sentándose a penas
y levantó el rostro para ver a su
hermano...
-sobre... Isabella...- murmuró al
final para dejarme completamente
confundida...

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