17- "Impotencia"

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Bella POV...
Solté un jadeo cuando él me cogió
los glúteos y me cargó hasta
acomodarme sobre la cama,
comencé a jugar con su cabello y
arqueé mi cuerpo todo lo posible
para estar cerca de él...
-uhmm Ed...- gemí al sentir que
comenzaba a bajar mis bragas, yo
fui deslizando una de mis manos
por pecho hasta llegar al borde de
sus bóxers y sentí como contraía el
abdomen en cuanto yo me atreví a
meter mi mano en su ropa interior
y deslizar muy suavemente la yema
de mis dedos por toda la extensión
de su miembro... me mordí el labio
al sentirlo y cerré los ojos cuando
de un momento a otro introdujo
un par de dedos en mi sexo; ambos
nos encontrábamos moviendo la
pelvis contra el otro mientras con
nuestras manos nos encargábamos
de darnos placer...
-Edward...- jadeé y comencé a
besarlo del cuello, Edward estaba
jadeando y eso era la mejor señal
de que le gustaba lo que yo hacía
con él, empecé a mover mi mano
más rápido y él hizo lo mismo
conmigo, debía detenerlo ahora si
no quería correrme sin sentirlo
dentro de mí... - ahhhhh... Edward
te necesito... - dije con ronca y
me retorcí en el momento justo
para que él me quitara las bragas
de encima y yo hiciera lo mismo con
su bóxer, sentí sus labios sobre los
míos mucho más insistentes que la
ultima vez y llevé mis brazos
alrededor de su cuello, Edward se
comenzó a acomodar entre mis
piernas, deslizando sus manos
suavemente por mis piernas...
Solté un gemido contra su boca, lo
mismo hizo él cuando me penetró
más lento de lo que yo hubiera
querido, Edward se quedó quieto
para que yo me acostumbrara a él
y ambos recordáramos lo que se
sentía el ser uno...
-eres tan estrecha Bella...
cálida...- murmuró dándome besos
en los hombros y en el cuello...
-ahhhhh...- gemí bajito cuando él
dio la primera embestida...-
Edward...- sus brazos estaban
sosteniendo su peso y yo tenía mis
manos sobre sus glúteos, eché mi
cabeza hacia atrás y gemí un poco
más fuerte, intentaba contenerme
pero era casi imposible, Edward me
embestía lento pero con mucha
fuerza, justo como yo quería...
cuando abrí los ojos, me deleité
viendo su rostro haciendo gestos
de placer...- ¡ahh! ¡Edward! No
pares... ¡ahh!
-di mi nombre Bella...- jadeó
viéndome a los ojos y
embistiéndome aun más fuerte,
abrí mi boca sin emitir sonido
alguno... sentía como mi cuerpo se
movía contra el colchón en un
vaivén malditamente
placentero...- ¡Bella!
-ahh...- gemí de nuevo y como
pude nos hice girar, eché la
cabeza hacia atrás y coloqué mis
manos sobre su pecho para
impulsarme...- tócame...- chillé
con los ojos cerrados y jadeando
para tomar aire... Edward comenzó
a deslizar sus manos por mis
caderas, subiendo lentos hacia mi
cintura y masajeando suavemente
mis senos al final... arqué mi
espalda en cuanto sentí el primer
escalofrío de placer recorrerme de
pies a cabeza y en lugar de seguir
moviéndome en círculos como lo
hacia, ahora iba de arriba hacia
abajo sobre él, Edward apretó mis
pechos con fuerza y tuve que
morderme el labio para no gemir
su nombre en alto como yo
quería...
-sigue... mierda Bella...- gimió en
voz baja y echó la cabeza hacia
atrás, comencé a sentir su
miembro palpitar en mi interior
cada vez que mis paredes se
tensaban a su alrededor,
estábamos tan cerca... aumenté la
velocidad, estaba a punto de tocar
el cielo, mi cuerpo se arqueaba
contantemente y sentía como si un
fuego terrible recorriera mis
venas...
-Edward... Edward...- chillé
cerrando los ojos con fuerza y
sentí como colocaba su mano en mi
nuca y me jalaba hacia él para
besarme y ahogar el gemido de
ambos cuando el orgasmo llegó por
fin... me corrí con fuerza, al igual
que él y soy capaz de decir que lo
fue todo en cuanto sentí su cálido
líquido llenarme, seguí moviéndome
lento, disfrutando la sensación y
haciéndola lo más larga posible...
Apoyé todo mi peso contra él y
solté un sinfín de suspiros cuando
empezó a deslizar sus manos por
mi espalda, sus labios recorrían la
piel de mis hombros sin dar besos,
simplemente rozaba piel contra
piel... salió de mí con cuidado,
como siempre lo hacía y en cuanto
me acomodó a su lado comenzó a
besarme lentamente, llevé mis
manos a su rostro y no hice nada
más que seguir besándolo...
-te amo Bella...- susurró contra
mis labios y yo le respondí con una
sonrisa...- siempre vas a ser mía,
amor...
-siempre...- acepté y volví a
besarlo en los labios; no volvimos a
hacerlo, pero estuve a su lado,
llenándome de besos y caricias
hasta que me di cuenta que eran
casi las siete de la mañana, la
hora en que la familia comenzaba
a despertarse para ir a trabajar...
-debo irme...- murmuré contra sus
labios, evité pensar que mis labios
ya debían estar lo suficientemente
hinchados y rojizos para que Jacob
comenzara a hacer sus
suposiciones...
-no... quiero que estés aquí...
quiero tenerte cerca, amor...-
sonreí con los ojos cerrados y
empecé a retorcerme para
liberarme de su abrazo, pero cada
vez que intentaba hacerlo, él me
sostenía con más fuerza, hasta
que logró sacarme un risita...
-vamos a tener problemas
Edward... déjame ya...- dije entre
risas...
-no me importa.
-si importa...
-esta bien... pero con una
condición...- ladeé mi rostro para
verlo a los ojos, tenía esa pizca de
malicia en los ojos y además
estaba sonriendo...
-¿Cuál condición?
-que esta no será la ultima vez...
-por supuesto que no será la
ultima, amor...- lo besé rápido...-
me encanta estar entre tus brazos
Edward... me gusta todo lo que me
haces sentir...- él sonrió y se
estiró hacia mí para besarme...
-me vuelves loco, Bella... muy
loco.
-eso es bueno...- reí...- debo ir a
ver a Lizzie...- murmuré jugando
con los vellitos de su brazo...
-¿puedo ir contigo?- lo miré a los
ojos...
-no ahora, pero... hablaré con ella
¿de acuerdo? Antes de que Jacob
lo haga, es capaz de decirle a
Lizzie cosas malas sobre ti y
meterle miedo... no quiero que es
suceda.
-las cosas van a cambiar desde
ahora Bella y estoy seguro que mi
hermano lo tiene muy en cuenta...
-no digas eso, por favor...-
puntualicé y me levanté de la cama
aprovechando el momento, busqué
mi ropa interior y comencé a
vestirme, Edward se sentó sobre
la cama y después de unos
segundos se levantó.
-Bella, lo siento... pero, lo que te
dije es cierto, hablaré con...
-no Edward, aquí no puedes hacer
las cosas a tu modo... no sabes
como es tu padre...
-por supuesto que lo se.
-no lo sabes...- espeté con voz
elevada...- serías un verdadero
imbécil si piensas arruinarle su
felicidad... se que las cosas van a
cambiar pero eso tomará tiempo,
no será de un día a otro como se
que tú lo quieres.
-¿entonces que prefieres? ¿Qué
sea a tu modo, al modo de Jacob?
¿Qué sigan engañados? ¿Eso
quieres? Como tú lo dijiste anoche
Bella, ya no solo somos tú y yo,
también esta Lizzie... si es mi hija
quiero que ella me vea como su
padre, no a ese maldito perro
bastardo...
-¡basta!- chillé... - además...
¿Cómo se que te quedaras? La
ultima vez que dijiste que me
amabas te fuiste... ¿Qué me
garantiza que lo que esta pasando
ahora es real y que tú te quedarás
aquí con nosotras?
-Bella, ya te lo dije, voy a...
-debo irme...- le interrumpí antes
de que yo me pusiera a llorar y
comenzara a gritarle cosas de las
que después me arrepentiría... salí
de la habitación lo más rápido que
pude y bajé las escaleras casi
corriendo, caminé rápido hasta la
cocina, necesitaba un vaso de
agua, me limpié las lágrimas
cuando entré a esa zona pero me
quedé casi paralizada en cuanto vi
a Jacob completamente arreglado
para el trabajo... intenté
mantenerme tranquila pero no era
una trabajo fácil...
-¿Dónde estabas?- me preguntó
sin siquiera mirarme...
-en... en el jardín...- mentí...-
creí que seguías durmiendo,
normalmente despiertas a las siete
y media.
-¿el jardín? ¿Estabas en el jardín
Bella?- volvió a preguntar y esta
vez si se giró para verme a la
cara, tragué en seco al ver su
mirada lúgubre...- yo se donde
estabas...
-Jacob...
-pasaste la noche con él ¿no es
así? Que tan imbécil crees que
soy...- llegó a mí en un abrir y
cerrar de ojos y tomó mi brazo con
fuerza...- desperté hace una hora
Isabella... no soy un idiota.
-tienes razón... para que te
miento si tu sabes muy bien lo que
hice.
-claro que lo se, estabas
revolcándote con él, como una
maldita puta...
-y eso a tu que te importa, lo que
yo haga con mi vida no te incumbe,
tú y yo no somos nada, todo es
falso, sabes que no te soporto y
si... pasé la noche con Edward,
pasé la noche entera con él... y me
importa una mierda si te gusta o
no...- sofoqué un grito y me llevé
las manos a la mejilla un segundo
después de que sentí el primer
golpe.- ahh...- gemí por el dolor
que me provocó cuando él me hizo
chocar contra la pared...
-¿olvidas que estas casada
conmigo? ¿Olvidas qué significa
esto?- elevó mi mano izquierda,
donde estaba ese maldito anillo...-
cuando estabas con él podías hacer
lo que quisieras Isabella, pero
aquí, en esta casa haces lo que yo
diga por la simple y sencilla razón
de que me perteneces...
¿comprendes? Contéstame
estúpida... ¿entiendes lo que te
estoy diciendo? Vas a hacer lo que
yo te diga y vas a permanecer
alejada de él mientras estemos
aquí o si no nuestra hija deberá
separarse de la familia y tú no
querrás eso ¿o si?
-ella no es tu hija... Lizzie no es
tu hija y Edward ya lo sabe...-
puntualicé viéndolo a los ojos con
rabia.
-¿Qué dices?
-le dije que ella era su hija, tú no
tienes el derecho de nada con
ella...
-eres una estúpida Isabella...-
como antes, no vi venir la segunda
bofetada que me propinó y mi
cabello cubrió la mayor parte de mi
rostro...- de todas formas no sirve
de nada, ante todos, ella es
nuestra hija y antes de que eso
cambie soy capaz de matar al
maldito bastardo que esta
arruinando mis planes...
-suéltame...- murmuré con voz
temblorosa...
-no juegues conmigo Bella... no te
atrevas si quiera a pensar que
puedes jugar conmigo...
-¡suéltame! Me estas
lastimando...
-es la ultima vez que te revuelcas
con él ¿comprendes?- tomó mi
mentón con fuerza para que me
pudiera ver...- dilo, es la ultima
vez que...
-déjame, Jacob suéltame ya...-
terminé lo ultimo en un sollozó y
él se alejó de mí no sin antes
darme un empujón hacia la pared
-por un demonio no llores ahora...
eres la culpable de todo, cariño...
-te odio, me das asco... ¡maldito
cerdo!- solté un jadeo cuando vi
que levantaba la mano para
golpearme de nuevo pero antes de
que alcanzara si quiera a tocarme
Jasper apareció...
-ey ¿Qué demonios esta pasando
aquí?- inquirió y miró a Jacob
antes que a mí.
-nada que te importe...- respondió
el imbécil y pasó a mi lado para
salir de la cocina... yo me quedé
jadeante.
-¿Bella estas bien? Escuché los
gritos desde las escaleras... y se
que ustedes discuten la mayor
parte del tiempo pero, Alice me
dijo que las cosas entre ustedes
se estaban arreglando...
-no importa Jasper, estoy bien...-
murmuré mirando hacia él suelo,
pero era obvio que él no se
convencería con eso, caminó hacia
mí y tomó mi mentón con
delicadeza para elevar mi rostro,
en cuando lo hizo, frunció el ceño
y apretó la quijada...
-¿desde cuando pasa esto Bella?-
preguntó con los dientes
apretados y refiriéndose a mi
mejilla rojiza...
-Jasper, no importa, por favor...
-si importa... dime desde...
-buenos días...- llegó saludando
Alice, Jasper se hizo hacia atrás y
recibió a su esposa en brazos
antes de darle un beso...- santo
cielo, Bells... ¿Qué te pasó?
-me caí esta mañana cuando
recién me desperté, no es nada...-
dije con una sonrisa muy
convincente y compartí una mirada
con Jasper.
-ten mas cuidado... ¿no te duele?
-no, para nada... yo... voy a ver si
Lizzie ya ha despertado...- me
excusé...
-Bella, luego quiero hablar
contigo...- apunto Jasper cuando
yo iba saliendo de la cocina.
-claro... cuando vuelvas estará
bien...- Alice me sonrió como
siempre lo hacia cuando yo salí y
evité no llorar hasta que me
encontraba en la seguridad de mi
habitación, vi por la ventana que
Jacob, Jasper y Carlisle
comenzaban a irse, después de ver
que Lizzie seguía dormida me metí
al baño para darme un ducha,
cuando terminé, vi mi reflejo en el
espejo y también el pequeño
moretón que tenía en el pómulo
izquierdo...
Me puse un short y una blusa de
vestir a juego y unos zapatos un
poco altos, ya era costumbre
andar por la casa bien vestida.
-¿mami? Buenos días mami...-
susurró mi hija mientras se
tallaba los ojitos, acaba de
despertarse...
-hola bebé... ¿dormiste bien?
-si mami...- murmuró.
-¿Qué quieres hacer primero?
¿Desayunar, arreglarte o abrir
tus regalos?
-todo mami...- dijo entre risas...-
me reí y la tomé en brazos para
llevarla a la tina y bañarla, a
Lizzie siempre le gustaba estar
limpia, después de haberle puesto
el vestidito de mezclilla que más le
gustaba, tomé su manita para
salir y bajar a desayunar, nos
encontramos con Alice y Ben en el
comedor...
-buenos días tía, hola primito...-
mi hija corrió a la sillita de Ben y
le dio un eso en la mejilla.
-hola preciosa...- la saludó Alice y
se inclinó para darle un beso en la
coronilla...- ven, aquí traigo tu
desayuno.- le sonreí a Alice por el
favor y yo me fui a servir un vaso
de leche...cuando volví al comedor,
vi a Rosalie andando de lo más
despreocupada con un simple
cachetero y un top rojo a juego...
-hola chicas... ¿Cómo durmieron?
-muy bien... y vaya... si tu
hermano te viera así...
-calla...- dijo Rosalie entre risas
a lo que Alice le dijo...- no esta
¿cierto? No hay de que
preocuparse...- Alice se echó una
risita y en eso apareció Emmet,
venía desordenándose el cabello y
se quedó literalmente con la boca
abierta cuando vio a Rosalie...-
cierra la boca cariño, pueden
entrar moscas...- se burló la rubia
y Alice comenzó a carcajearse, yo
solo sonreí.
-lo tendré en cuenta...- fue lo
único que dijo Emmet y caminó
hacia la cocina, yo lo seguí...
-lamento no haberte dado la
bienvenida como debía...- me
disculpé a sus espaldas...- ¿Cómo
han estado?
-bien... hubo algunas
complicaciones pero ahora ¿que
importan? ...se giró encogiéndose
de hombros y me sonrió... caminé
hacia él y le di un abrazo...
-te eché de menos.
-soy inolvidable Bella... era obvio
que me ibas a echar de menos...-
me reí de lo que dijo y fue cuando
lo volví a ver a los ojos cuando él
se dio cuenta del golpe en mi
cara...- ey ¿Qué te pasó?
-nada...- dije restándole
importancia...- bueno, estas en tu
casa, voy a ver a Lizzie.
-ah si, esa pequeña es muy bonita,
se parece a ti...- me reí y me giré
para salir de allí, pero cuando
volví al comedor me quedé helada...
Edward ya estaba allí y reí
amenamente con Alice y Lizzie...
-otra vez...- dijo mi hija muy
entusiasmada mirándolo, fue ahí
cuando él se dio cuenta de mi
presencia.
-será luego Lizzie, lo prometo...-
respondió con una sonrisa hacia
ella, mi hija hizo un mohín pero
después de que él le diera la mano
volvió a sonreír...
-¿te pasa algo Bells?- preguntó
Rosalie que ya estaba sentada...
-no...- aseguré y miré hacia el
suelo...- ¿Lizzie terminaste?
-no mami... estaba jugando con
él...- dijo señalando a Edward, él
me miró con una sonrisa a la cual
yo no correspondí, pero frunció el
ceño, demonios, obviamente se dio
cuenta de la pequeña mancha
purpura...
-¿puedo hablar contigo en
privado, por favor?- me preguntó
Edward poniéndose de pie...
-n... no creo que...
-ve Bella... yo cuido a Lizzie... así
ya conoces a tu cuñado...- dijo
Alice muy animada, me mordí el
labio y asentí, pasé a un lado de
Edward y sentí su presencia detrás
de mí hasta que llegamos a la
sala...
-¿Qué quieres?- pregunté a la
defensiva.- te dije que yo
hablaría con ella antes de...
-no pasó nada malo Bella... solo...
-apreciaría que no lo hicieras de
nuevo...- lo interrumpí, Edward
apretó la quijada y caminó hacia
mí, por algo inexplicable, yo no me
moví...
- si eso es lo que quieres... yo...
-solo déjame hablar con ella
antes, es todo lo que pido...- él
miró hacia el suelo y suspiró
rendido, llevó su mano a mi mejilla
y pasó su pulgar por mi pómulo...
-dime que no es lo que estoy
pensando...- murmuró algo
molesto...
-no es nada...
-¿fue Jacob?
-Edward, no es nada, por favor
no...
-¿fue Jacob?- volvió a preguntar
elevando la voz, yo solo bajé la
mirada...- voy a partirle la cara a
ese imbécil...
-no lo harás.
-¿Cómo puedes decir eso?- acunó
mi rostro entre sus manos y juntó
su frente con la mía...- no puedo
soportar que ese imbécil te ponga
las manos encima...- cerré los
ojos para disfrutar las cercanía y
coloqué mis manos en su cintura...
su aroma comenzó a llenar todos
mis sentidos...- quiero besarte,
amor...
-hazlo...- susurré sin pensar en el
riesgo que esto implicaba y él se
inclinó lo necesario para chocar
sus labios con los míos, me
estrechó más contra él y yo
acomodé mi manos, una sobre su
cintura y la otra en su cabello,
acercándolo a mí como él lo hacía
con sus manos en mi espalda...
nuestros labios se movían lento y
con sincronía, era uno de esos
besos tiernos, suaves y
completamente deliciosos...
-lamento si te molesté en la
mañana...- dijo contra mis
labios...
-no importa...- aseguré y seguí
besándolo, fue como si
estuviéramos completamente solos
allí, un gran error...
-¿Pero qué demonios están
haciendo?...

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