Me mantengo alejado, viendo la gran pelea que se efectúa a apenas unos cien metros de mí. Nadie se percata aún de mi presencia. Justo lo que quiero.
Hay varios árboles que rodean aquella escena. Cómo ya había dicho, daré una entrada espectacular.
Con un pequeño movimiento con mi dedo índice provoco que cada uno de los árboles se congelen en menos de un segundo por completo. Incluso puedo apreciar que hay un poco de nieve debajo de éstos. Bajo la temperatura considerablemente. Para mí, es cómo dar aviso de que estoy cerca.
Absolutamente todos, incluyendo a los robots, al darse cuenta de mi pequeño acto, miran su entorno, de un lado a otro, buscando quién fue el causante. Sus caras están realmente sorprendidas. Especialmente la Reina de las Nieves y la princesa alegre. Ja. Seguramente está pensando '¡¿Hay alguien, también, con poderes de hielo y nieve?!' al igual cómo yo lo hice.
Es hora.
Hago aparición volando a máxima velocidad. Congelo con mi cayado cualquier robot que aparece en mi campo visual.
Echo un vistazo a la Reina de las Nieves, está observandome con los ojos bien abiertos. No aparta su mirada de mí. Y por consecuencia no se percata de que hay un robot, aprovechando su distracción, acercándose por detrás hacia ella.
¡Diablos! ¡Date vuelta!
No lo hace. Tengo que salvarla.
Redirecciono hacía ella. Está cómo en un tipo trance, no hace ningún gesto ni se mueve. Me sorprende ya que yo esperaba que por lo menos se desconcertara de que voy hacia ella a mil kilómetros por hora.
Cuando al fin estoy justo enfrente suyo, al tiempo en el que el robot esta justo detrás, lanzó un rayo de hielo. Congelando así la parte superior del robot. No me detengo, así que paso por encima de la cabeza de la Reina de las Nieves y formo con mi mano un puño.
Esto va a doler.
Golpeo con toda la fuerza que tengo la parte congelada del robot, rompiendolo.
¡AAAAAHH! ¡DIABLOS! ¡ESO DOLIÓ!
Pero contengo mis ganas de gritar. Eres hombre, Jack.
Supongo que el gran ruido causante al haber golpeado al robot y sus trozos cayendo al piso hizo que la Reina de las Nieves reaccionara, porque ya dejó de mirarme. Eso se siente mal, me encantaba que me mirara.
Todos dejaron sus caras impresionadas por mi llegada y continuaron luchando. Ja, ja. Logré el efecto esperado. ¡Sí!
Congelo robots, los destruyo. Congelo más robots y los destruyo. Congelo aún más robots y los destruyo. ¿Cuántos hay?
Vuelo a una gran altura para apreciar el entorno. Me doy cuenta del gran desastre que provocamos.
No tenemos plan. Sólo estamos peleando, cada quien por su cuenta. Salen y salen más robots. Apuesto a que Superton a de tener una máquina clonadora. La nave es grande, pero no lo suficiente para alojar a tantos individuos.
Me río en voz baja, disimuladamente, imaginandome animadamente a millones de robots amontonados y apretados hasta en el vidrio de las ventanas de la nave, poco probable pero, con los cachetes inflados y aplastados en ellas. Y a Supertron intentando muy difícilmente pasar entre ellos, tocandoles partes que no debería y hasta diciendo unos cuantos "lo siento". ¡Ja!, ¡ja!
-No tenemos organización, ¿no es así?
Giro a la derecha, encontrándome con el vikingo misterioso y a su dragón a mi lado.
-Claro que no. Además, creo que tienen una máquina clonadora. No se terminan los robots.
-Justo lo que pensaba. Necesitamos organizarnos.
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'The Big Eight' -SuperHéroes del Mundo
FanfictionSoy Jack Overland. Un chico que su única preocupación es divertirse. O al menos así era, hasta que descubrí en qué podría usar mi más grande secreto: mis poderes de hielo y nieve. Un día, la Tierra se vio amenazada por un villano, que ni las fuerzas...