Capitulo 6

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Después de 1 hora de camino al fin los Hummel habían llegado a su nuevo hogar en Nueva York. Todo parecía haber cambiado en sus vidas; Kurt sentía un aire diferente y Burt notaba como su mirada había cambiado y sus ojos azules brillaban a la par con el destellante sol. La compañía de mudanza comenzó a bajar las cosas mientras Kurt y Burt estaban parados enfrente de la que sería su nueva casa.

—Bienvenido a nuestro hogar, hijo —dijo Burt mientras atraía a Kurt a su lado.

—Bienvenido a casa, papa —respondió emocionado.

Ambos comenzaron a caminar al mismo tiempo en dirección a la entrada de mármol que adornaba la su nuevo y bello hogar. Burt respiró profundo y después de un gran suspiro abrió aquella puerta dejando a la vista de sus ojos una gigantesca casa vacía, llena de luz y que aunque no tenía nada adentro aún, lucia muy acogedora.

4 Horas Después.

Pasaron varias horas organizando las cosas y al fin ya todo estaba listo, cada mueble estaba en su lugar y cada uno ya había seleccionado sus respectivas habitaciones. Kurt había escogido la que quedaba en el ático; era la más grande y ahí sin duda alguna podría poner muchas de las cosas que siempre había soñado tener en su santuario sagrado.

Ya era la hora del almuerzo y ambos estaban comiendo en su viejo comedor. Kurt notaba algo raro en la expresión de su padre, era como si quisiera soltar una carcajada pero algo lo reprimía, le parecía raro, era muy gracioso verlo tratando de tragarse la risa.

—Vale, ya no puedo más —comentó Burt soltando la cuchara y dando una palmada a la mesa, se levantó de su silla y se quedó mirando a su hijo —te tengo una sorpresa más —añadió impaciente.

Kurt levantó su mirada y comenzó a girar la cabeza para todos lados tratando de reconocer en alguna parte la sorpresa de la que su padre estaba hablando. Sin embargo por más que buscaba no hallaba absolutamente nada.

—No te esfuerces que aún no ha llegado —dijo Burt divertido.

¿No ha venido? ¿Que querrá decir su padre con "No ha venido"? ¿Era una persona? ¿Quién podría ser? Llevaban poco de estar viviendo allí, a duras penas habían terminado de organizar las cosas en su respectivo lugar y ¿Ya había visita?

Ambos oyeron el sonido del timbre que despertó los sentidos de Kurt y cuando se iba a parar para abrir la puerta su padre lo detuvo evitando que el menor se abalanzará sobre la visita. 

—No, no, espera. Yo abriré —Indicó levantándose de su lugar.

Kurt inclinó un poco la silla donde estaba sentado para ver si lograba ver algo, lastimosamente su visibilidad no  llegaba hasta allá. Su padre se acercaba cada vez más a la puerta mientras los nervios se iban carcomiendo su mente cada vez más. ¿Sera Emma Watson o Daniel Radcliffe? bromeó en su subconsciente.

—Te estaba esperando —Saludó Burt al abrir la puerta, pero Kurt no escuchó una respuesta de vuelta, solo unas pequeñas risillas en la lejanía.

—Bien, pasa cariño —indicó Burt dándole paso al desconocido y cerrando la puerta detrás de él. —Kurt, creo que no hay nadie que te complemente mejor como la persona que te voy a mostrar a continuación. Dale la bienvenida a la nueva miembro de esta familia...

Oh no, no, no. Pensó Kurt antes de darse cuenta que la mujer que estaba saliendo de una de las paredes de la entrada no era nada más ni nada menos que...

—¡RACHEL! —Gritó Kurt consumidos por la emoción. Después se levantó para abalanzarse contra la castaña y darle un gran abrazo que inmediatamente la dejó sin aire.

Love At First Sight (Klaine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora