Capitulo 10

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CAPITULO 10

– ¿Kurt? ¿Estas bien? –Una voz retumbaba en los odios del castaño. Mientras trataba de abrir los ojos para ver quién era, se ve interrumpido por un punzón en la cabeza que le nubla le vista.

–Despierta por favor pequeño estúpido. –Decía la voz. Poco a poco mientras Kurt iba recobrando la conciencia, se le iba haciendo conocida la voz.

Kurt se estrega los ojos tratando de aclarar la vista. Trata de levantarse pero todavía se siente muy mareado y un poco cansado. – ¿Quién eres? –Pregunto con los pocos alientos que tenia.

–Yo... yo –Susurra dudoso de decir la verdad.

– ¡TU! –Grita sorpresivamente el de ojos azules al ver la figura que tiene sentada al lado de su cama.

– ¿Porque estas en mi casa? –Gruñe molesto.

–Esta no es tu casa –Esboza una sonrisa–. Esta es la enfermería del colegio.

Kurt levanto su cabeza y empezó a mirar para todos lados tratando de identificar el lugar donde estaba, sin frutos obviamente ya que nunca había estado allí. Era una habitación con 3 camas, un escritorio y muchas cosas que solo se ven en un hospital, hasta las paredes eran increíblemente blancas.

– ¿Que... Que estoy haciendo aquí? –Pregunto, mientras se sobaba la cabeza.

–Según lo que escuche... te desmayaste por el dolor y por la pérdida de sangre. –Dijo Blaine un poco avergonzado. –Kurt yo...

– ¡TODO ESTO ES TU CULPA! –Replico en un tono de voz alta.

–Perdóname Por favor –Dijo Arrepentido.

– ¡CÁLLATE, CÁLLATE POR FAVOR! –Dijo mientras recordaba todo lo que había pasado unas cuentas horas antes. Un par de lágrimas bañaban sus mejillas mientras estas se iban tornando coloradas.

Blaine lo miraba atónito por su reacción. Un nudo en la garganta impedía que tragara saliva y sus ojos se estaban poniendo brillantes como si estuviera utilizando todas sus fuerzas para no dejar escapar una sola lágrima.

–Yo... lo siento –Dijo finalmente antes de ponerse de pie y marcharse.

Kurt se recostó, y se voltio dejándose llevar por el dolor en el corazón que estaba sintiendo. Unos minutos más tardes llego la enfermera, la Señora Finnigan. Era una mujer alta, esbelta, rubia y muy amable con los estudiantes.

– ¿Cómo estas dulzura? –Pregunto al momento de cruzar la puerta de entrada.

–Bien... eso creo –Respondió inexpresivo. – ¿Que me paso?

La enfermera agarro una gran bocanada de aire y comenzó a explicarle a Kurt que su desmayo se debía a la acumulación de dolor producido por las cortadas y del derrame de sangre que aunque no había sido tanto como para mandarlo a un hospital si había hecho que perdiera el equilibrio y se le fueran las luces contra el piso.

–Debes reposar un poco, aun estas un poco débil. Te aconsejaría que tomaras mucha agua esta tarde y te quedaras en la cama lo más que aguantes. Aquí tienes tu permiso de salida. Te puedes ir ya, tu padre te está esperando en la entrada.

Kurt se paró inmediatamente, agarro su mochila y cuando estaba a punto de salir la señora Finnigan lo detuvo.

–No te olvides, en dos semanas debes venir para que te quite los puntos de la sutura.

En este momento, confundido, miro su mano la cual parecía un suéter mal tejido. Por poco y se queda sin mano. Su incredulidad llegaba a niveles exorbitantes.

Love At First Sight (Klaine)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora