Nueva Novela Sobre Kurt y Blaine de GLEE ❤
El amor puede presentarse en tantas maneras como cualquiera las pueda imaginar, a veces llega sin avisar como un susurro en medio de un silencioso bosque o simplemente aparece ante tus ojos como la mas mara...
Habian pasado 3 días desde que Burt se reunió con la abogada y desde entonces no había parado de trabajar, mientras tanto su hijo Kurt había estado muy metido en la escuela, sin embargo Burt esos últimos días había estado notando algo diferente en su hijo. Cuando él llegaba se encerraba en su habitación y ponía música a todo volumen, como si no le importara si interrumpía la calma de alguien, pero poco a poco se fue dando cuenta las verdaderas intensiones del estruendoso ruido que invadía la casa de vez, era solo una distracción para que no lo oyeran llorar.
Un padre siempre sabe cuándo a su hijo le pasa algo, además siempre que lo llamaba a almorzar tenia los ojos hinchados y rojos, y aunque siempre que lo veía así su corazón se partía en mil pedazos, Burt no había sido capaz de preguntarle nada, simplemente lo abrazaba muy fuerte y le repetía las mismas palabras, una y otra vez "Sabes que puedes contarme lo que sea hijo, aquí estaré siempre". Todo esto con la intensión de que su hijo se abriera más a él y supiera que él, más que un padre es un amigo.
Sin embargo lo que su padre ignoraba es que en la cabeza del pequeño pasan alrededor de mil cosas, entre lo solo que se sentía la mayoría de días, el Bullying que le hacían en el colegio, lo bastante que extrañaba a su madre y lo que últimamente traía su mente más atormentada era su orientación sexual.
Kurt desde pequeño se había sentido atraído por los niños, él nunca lo vio como algo malo, de hecho antes ni sabía que a las personas como él se les llamaba Homosexuales, el castaño siempre jugaba con sus amigos en la primaria, los abrazaba e incluso jugaba a las muñecas con Rachel pero a nadie parecía importarle, después de todo eran solo unos niños.
Conforme fueron pasando los años, él comenzó a sentirse más cohibido mientras oía cuanta discriminación había en la sociedad que lo rodeaba y como la gente usaba la palabra "Maricas" para referirse a esas personas. Él siempre había sido un niño muy fuerte y luchaba día a día para tratar de ignorar todo tipo de comentarios que le parecieran burlones o groseros.
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Hubo una vez, una sola vez en que su delicado corazón se partió en mil pedazos y desde entonces su miedo se había incrementado cada vez más. Fue hace tres años, cuando él tenía apenas 13, en las vacaciones de verano de aquella vez. Kurt conoció un chico; cabello rubio, ojos verdes y muy apuesto, tenía solo un año más que él en ese entonces, se conocieron en un campamento al que su padre lo mandaba cada año, su estancia en el lugar duraba nada más dos semanas, pero esas dos semanas le sirvieron para que estos dos pequeños inocentes se enamoraran, su amor era puro y no estaba manchado con la porquería de sociedad en la que vivían, fueron pocos días pero cada uno supo aprovechar cada segundo de su tiempo para pasarlo juntos, jugaban, se reían, molestaban a sus otros compañeros, nadaban juntos, comían juntos...
Todo fue bello durante esos 15 días donde solo la inocencia de las almas de estos niños adornaba las montañas del sur de california. Cuando cada uno volvió a casa no habían ni siquiera puesto esa etiqueta a la que el mundo llamaba "Novios". Todos los días se juntaban a jugar y ver películas juntos y cogidos de la mano pasaban toda la tarde, todo transcurría con mucha normalidad, estos dos niños eran los más felices del mundo, no tenían preocupaciones, problemas, amarguras o conflictos, solo ellos dos y nadie mas importaba.
