EXTRA

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El día había acabado, su rutina de tomar fotografías también. Hongbin volvía a su casa después de estar toda la tarde dando vueltas por la ciudad en busca de una buena foto, fotografió a unos niños jugando en el parque, flores, animales, parejas...

Al entrar a su casa fue directamente a darse un baño, a pesar de las altas horas de la noche nunca dejaba su higiene. Una vez terminado su deber fue directo a su habitación para por fin descansar, vio toda su colección de fotografías hasta que lo vió. Ese rostro que dibujo en una tarde lluviosa, su mente se saturo de recuerdos hermosos los cuales extrañaba pero en parte odiaba. No podía creer que momentos valiosos los paso bajo un engaño, ¿Qué hizo para pasar por eso? Siempre se lo preguntaba, pero nunca supo el porqué, por más que pensaba jamás encontraba una explicación lógica. De pronto le dieron unas ganas de arrancar ese dibujo y quemarlo pero no podía. Su mano ya había sido extendida para tirarlo, pero al contrario, acaricio su rostro como si realmente Taek Woon estuviera allí. Por más que luchaba no podía olvidar, entrego todo a ese asesino que lo uso. Su corazón dolía y estaba a punto de llorar nuevamente pero solo apago la luz y se recostó con la esperanza de que su sueño no volviera.

'¡NO!'

Hongbin se levanto de golpe, sudando y con su respiración acelerada. Nuevamente, soñó que moría en manos de los Park junto con su familia, lo peor, Leo era quien disparaba esta vez. 'Fue un sueño, todo esta bien, calma'; se repitió mentalmente hasta lograr calmarse, había escuchado su puerta ser golpeada tres veces de manera pacífica. '3 AM'. Extrañado tomo su bata y fue a abrir. Intentó ver por el picaporte, pero solo se veía una mancha negra, atemorizado abrió.

Instintivamente llevo una mano a su boca y calló de rodillas al suelo con lágrimas adornando su cara, pensaba que era su imaginación pero no. Delante suyo estaba aquel hombre que marcó su vida, Jung Taek Woon. Quizo abrazarse a su pierna pero esta estaba enyesada, sin dudarlo se puso de pie para abrazarlo pero lo inspecciono un poco. Su frente estaba envuelta en una banda, su labio estaba algo morado al igual que uno de sus ojos. Su brazo izquierdo y pierna derecha estaban enyesadas, le dolio de todo corazón mirar aquello, todo odio que sintio hacia el en algún momento había desaparecido.

-Taek Woon-shi, lo, lamento -susurró Hongbin en el oído del mayor-. Lo siento, lo siento
-Hongbin, por favor, yo lamento nunca haberte dicho nada, necesito y siempre necesitaré tu amor

Con su mano sana tomó el mentón de Hongbin, le secó unas lágrimas y lo beso de manera tierna. Hongbin paso sus brazos al rededor del cuello de Leo profundizando el beso, ambos se necesitaban urgentemente pero Taek Woon soltó un leve gemido de dolor y Hongbin le dejo pasar en su casa. Lo recostó en su cama poniendo en alto su pierna, acomodando su brazo bajo una almohada y lo arropó ya que estaba fresco el ambiente. Bin no tardo en entrar con una taza de café para Leo.

-Toma hyung, necesitas descansar mucho
-Hongbin, eres buen fotógrafo y dibujante también -en su mano sostenía su retrato-. Ha pasado tanto...
-Taek Woon, Respóndeme una cosa
-Lo que sea
-¿Podrías contarme como sucedió todo? -el pelinegro se quedo pensando unos momentos, soltó un suspiro y empezó a hablar-.
-Después de que te fuiste fui a hablar con los Park, me habían alejado de ti y jure que lo lamentarían demasiado. No contaba con que habían mandado a gente para asesinarme, logré salir vivo de allí. Estuve como loco buscándote por toda la ciudad por más de un mes, me entró el pánico y la desesperación al no saber de ti. Pronto llego la ansiedad y empecé a tomar cada noche sin falta, me volví un maldito alcohólico que no sabía controlar sus sentimientos. Hace un mes apenas, recordé que el único lugar en donde estarías sería aquí en Corea, compre un boleto de avión por internet y al llegar aquí unos hombres me secuestraron, me mantuvieron en cautiverio mucho tiempo, me golpeaban, raramente me daban comida, era un infierno -Hongbin noto como unas lágrimas empezaron a salir, no dudo más y se abrazo al torso de Leo reconfortandolo un poco mientras secaba sus lágrimas-. Gracias a N, un amigo de toda la vida, pude salir de allí pero fue difícil, salí de ese lugar hace una semana. Me llevaron al médico y quede así. Me dijeron que debía descansar dos meses en casa y que me enviarían de nuevo a Japón pero rechace la oferta. Necesitaba encontrarte, no podía seguir alejado de ti. Tu dirección me llego hace una hora, el sueño se me iba de tanto esperar a que hubiera noticias tuyas, vine en taxi hacía aquí, no sabes cuan arrepentido estoy de todo, como no tienes idea
-Taek Woon,si no me hubiera ido, estarías bien, esto es mi culpa
-Hubiera sido peor si te hubieras quedado
-Hyung, ¿como empezaste a ser asesino?
-Desde pequeño he tenido impulsos violentos pero paso a mayores cuando conocí a varios chicos los cuales eran mala influencia para mi, N hyung me ayudo a salir pero necesitaba más, me fui convirtiendo lentamente en un psicópata que no tenía remedio y cuando me entere de que N estaba dentro de ese mundo no dude en seguirle aunque el me lo negara para mantenerme vivo y sano. La gente empezó a contratarme pero los rechazaba, hasta que uno de ellos apareció en mi casa asesinando a mis padres y abusando de mi hermana para después venderla y que corriera el mismo camino. Desde entonces todo en mi se rompió, mis sentimientos murieron y me dedique a buscar a los asesinos. Me volvieron a contratar y acepte hasta que llegaste tu. Dejé aquel mundo Hongbin, N hyung me esta llevando con un psicologo para cambiar todo, comenzaremos una nueva vida, juntos, te lo prometo -entrelazo su mano con la de Hongbin y le dio un beso el cual empezó a hacerse más profundo a tal grado de que Bin terminó sentado encima de Leo-. Dime, susurrame como solías hacerlo, di mi nombre como lo hacías antes cuando hacíamos el amor -dijo Leo en un pequeño lapso de tiempo que hubo entre el beso para buscar aire, con su mano recorría el torso de Hongbin-. Di que aún me amas...
-Leo -gimió el menor al sentir el roce de sus hombrias-. Nunca deje de amarte...

Ambos querían sentirse nuevamente, el problema era que Taek Woon no debía moverse mucho ni hacer mucho esfuerzo pero su necesidad les ganó. Hongbin se deshizo de las prendas de ambos, quedando completamente desnudos. 'Eres perfecto'; susurro Leo en el oido de su amante mordiéndole el oido. Hongbin se estremeció al sentir la mordida pero le gustó. Bin acercó el miembro de Leo a su entrada y comenzó a moverse para que Leo no se lastimara. Ambos se recorrían como si hubiera pasado una eternidad sin tenerse, lo que les importaba era sentirse como antes. Los movimientos eran suaves, lentas, con cariño. Hongbin tenía sus brazos al rededor del cuello de su amante mientras que la mano de Leo masturbaba al menor. El rechinar de la cama y los gemidos de ambos se escuchaban por toda la casa. Pronto llegaron juntos al orgasmo.

-Leo -susurró Hongbin estando recargado en el pecho de su amante-.
-Hongbin...
-Prometeme que nunca te alejaras de mi -ambos se abrazaron fuertemente como si alguien los estuviera tratando de separar-.
-Ni en mis pesadillas te dejaría.
-Te amo -Hongbin volvió a besar de manera tierna a su hyung-.
-Te amo como no tienes idea...

Bañados en sudor y con una sonrisa en su rostro durmieron abrazados. Por fin el alma de ambos se apaciguó al sentir a su otra mitad.

A la mañana siguiente Hongbin se levantó temprano aprovechando que Leo seguía profundamente dormido. Sacó su diario y empezó a escribir, era difícil para el decir adiós a esa actividad que le gustaba tanto, pero ya no la necesitaría más. Sacó una caja que tenía guardada en lo más profundo de su armario, hecho una mirada por ultima vez a su fiel compañera y la acomodó dentro de ella para volver a guardarla.

-El lugar es hermoso -dijo Leo contemplando el atardecer mientras comía un helado-.
-Sabía que te encantaría -deposita un beso en su mejilla-.
-Es perfecto -unos niños pequeños pasan corriendo frente a ellos y por un momento les ponen más atención a ellos que a la puesta del sol -. Hongbin, quisiera, tener un bebé -el menor se recarga en el hombro del contrario y se queda pensativo, ¿un hijo? Una enorme sonrisa apareció al pensar la alegría que traería todo eso-.
-Con una condición...
-¿Cual es?
-Yo no voy a parir al niño -ambos ríen por su comentario-. Me gustaría tener un niño
-Yo quiero una niña -Leo vio a una pequeña pasar en su bicicleta rosa y se le quedo viendo un rato-.
-Creo saber cual es la solución...

-Ella se llamará Jung Eun Soo -dijo Hongbin al ver la foto de su futura hija, una hermosa niña de cabellos castaños parecida a Leo-.
-El se llamará Jung Nam Yeon -Leo estaba encariñado con la foto del pequeño, parecía que habían clonado a Hongbin-.
-¿Será fácil? -preguntó Hongbin sosteniendo la mano a la espera de los pequeños-.
-Estamos para apoyarnos y nos amamos, el amor puede con todo -le deposita un fugaz beso en sus labios y sonríe al sentir la mano temblorosa de Bin-. Tranquilo, esta experiencia es de lo más hermosa, no pasará nada malo
-Señor Taek Woon, señor Hongbin -en ese momento apareció una mujer algo mayor con dos niños sosteniendoles la mano-. Están listos -los nuevos appas se acercan a los pequeños agachándose a su altura para verlos mejor-.
-Hola pequeña, soy tu appa Taek Woon, prometo cuidarte siempre junto con tu appa Hongbin
-¿También jugaran conmigo y me querrán mucho? -pregunta la pequeña de ojos grandes algo timida-.
-Siempre te querremos y jugaremos contigo a lo que quieras -instantaneamente la niña lo abraza-.
-¿Appa Hongbin cuidara de mi?
-Junto con tu appa Taek Woon -ambos se abrazan y el niño le susurra al oido-. Gracias

Dos años pasaron y la feliz pareja seguía junta y nunca se separarían, ahora eran mas felices que nunca. Un día Leo estaba recogiendo el lugar hasta que se topa con una caja, la curiosidad le mata y decide ver lo que hay dentro. De su interior sacó un diario lleno de polvo, se sentó en la cama a leer un poco, todo le sorprendió demasiado, conocer realmente todo a fondo, Hongbin nunca le había hablado acerca de ese diario, suspiró y volvió a poner todo en su lugar. Sabía que no debía decirle a Hongbin que vió su diario oh lo haría sentir mal, en cambio, lo haría sentir feliz día con día, no dejaría que estuviera triste ni un momento, no volvería a sufrir nunca más. Hecho un vistazo al anillo que portaba en su anillo anular recordándole el día de su boda, siempre unidos en las buenas y en las malas. Nunca le abandonaría, no quería que volviera a caer en depresión y por eso mismo, hará que de ahora en adelante sus días sean los mejores junto a las personas que aman. Pronto la voz de Nam Yeon lo sacó de su pensamiento y fue a ayudar al pequeño con el fútbol.

Desde ese momento la vida para ellos estuvo llena de alegrías y bendiciones para ellos. El pasado quedó atrás ahora solo veían hacia adelante en todo momento.

Blossom TearsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora