El instituto Charles Darwin es un centro educacional importante en la región, todos sus alumnos son educados para llegar a Universidades de prestigio y con ello convertirse en los mejores profesionales del mañana. Cada profesor le enseña a no más de veinticinco alumnos, por lo que todos poseían una educación focalizada en sus aptitudes.
O eso era lo que decía la publicidad del instituto.
La verdad era que el instituto no era muy diferente a cualquier instituto promedio, había clases y actividades extra-programáticas. Habían alumnos buenos, malos y feos, los estudiantes se dividía entre los inteligentes y los deportistas, los alumnos problemáticos y los alumnos modelos, etc, etc, etc... Solo un insti normal.
Y como en cualquier instituto normal, había clases; a los que Kevin llegaba algo tarde debido a que se quedo embobado con la demostración de cierta joven bailarina desconocida.
—¡Ah! Aquí estabas Kevin —fue el recibimiento de su amigo Rob, que ya se encontraba sentado en su escritorio—, te estuve buscando durante todo el almuerzo, ahora me muero de hambre.
—Claro, claro —aceptó Kevin, tomando asiento en el escritorio de al lado, que se encontraba al lado del ventanal de la sala—. Después te compensaré, ¿llegó el profesor de ciencias?
—Gracias a tu suerte del porte de un elefante... No —fue la respuesta de su amigo, quien giró su silla hacia él—, parece que se le hizo algo tarde.
—Qué raro —habló Kevin al aire—. El profesor Tejada suele ser muy puntal.
—Y por eso digo que tienes la mejor suerte del universo, el único día que por alguna razón te retrasas y profesor también lo hace —dijo Rob—, y a todo esto ¿Por qué llegaste tarde?
—El baño me retuvo —fue lo primero que se le ocurrió.
—¿Estás bien?
—Mejor, mejor —luego, como preguntado de pasada, soltó—. ¿Conoces alguna chica que se llame Grian?
—¿Grian? —trató de recordar extrañado—. ¿Grian? no, no me suena —respondió y luego con cara de suspicacia preguntó—. ¿Con que los malestares en el baño se llaman Grian?
Kevin sonrió y negó con la cabeza, no pretendía darle material para futuros chantajes a su amigo contándole que estuvo escondido en el salón de danza, espiando a una chica bailar. Solo se limitó a observar hacia afuera, mientras Rob le contaba, no sabía qué cosas de una pareja del 2-B, que había roto hace poco. Kevin solo asentía cuando debía hacerlo, era un completo misterio para él como su amigo lograba ser un recopilador tan bueno de chismes.
—¿El profesor no ha llegado? —preguntó Valery quien recién llegaba, lo que en ella era habitual.
—Nop —respondió Rob con una sonrisa—. Aprovechando, me acabo de enterar que Margaret y Josh del 2-B terminaron y...
Kevin suspiró aliviado, Rob tenía un nuevo objetivo con quien descargar sus chismes, cosa que se lo agradecía infinitamente a Valery, su amiga desde que tenía memoria.
Rob y Valery eran sus mejores amigos, siempre estaban allí en las malas, las buenas y las peores, no los cambiaría por nada del mundo. Valery siempre lo animaba hacer cosas y siempre aparecía cuando se comenzaba a sentir solitario, por otro lado, Rob siempre lo distraía con sus infinitos temas de conversación, todos intrascendentales, y lo hacía reír con verdaderas ganas de vez en cuando. Pero justamente ahora, no deseaba hablar con ninguno de ellos, el recuerdo de lo que había visto en el almuerzo aparecía una y otra vez en su mente, volviendo a sentirse cautivado por la muchacha que podía moverse de forma tan.. tan.. tan... No sabía cómo describirlo.
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Querida Señorita Invisible
Teen FictionKevin, uno de los jóvenes más queridos en el Instituto Charles Darwin, sin quererlo ni beberlo , se encuentra espiando a una solitaria joven bailarina, la cual lo deja cautivado. "... si la persona frente a él se cansaba y necesitaba agua, no debía...