V (Editado)

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Sousuke se quedó atónito al ver a Haruka ahí, frente a él, tragó saliva antes de entreabrir su boca para que, algún sonido saliera de su boca.
-Nanase... ¿Qué estas haciendo aquí?

Haruka iba a contestar, pero Nagisa lo interrumpió aferrándose a la camisa de Sousuke cómo un niño pequeño, y restregando su cabeza contra su brazo, como si se tratara de un pequeño cachorro.

-¡Por favor "Sou-chan" dile al señor que nos deje entrar!-chilló Nagisa con los ojos suplicantes y un puchero en su rostro.
-¿"Sou-chan"?-repitió Sousuke con el entrecejo fruncido, ese sobrenombre no le gustaba en lo absoluto, realmente no es como si fuera un niño pequeño o en todo caso una mujer, para ser llamado de esa forma.
-¿Los conoces?-preguntó Sasabe algo sorprendido por la naturalidad en la que Nagisa había optado por llamarle Sou-chan.
-Sí...-Respondió Sousuke aún dudando de lo que iba a hacer, pero estaba acorralado, suspiró hondamente y después se acercó a Sasabe-déjalos entrar, por favor.

Y Sasabe sonrió, afirmando con la cabeza.
-Está bien. Solo porque son tus amigos.

Entonces Haruka y Nagisa entraron, Nagisa estaba radiante de alegría, mientras Haruka le seguía con una ligera mueca de vergüenza.
Sousuke se quedó atrás mirando. Haría lo que fuera para que Rin y Haruka no se vieran, sería su perdición.
-Nanase... -Habló Sousuke y Haruka se detuvo para encararlo-¿Qué te parece si te quedas aquí, yo volveré en un rato.
Haruka asintió mirando a Sousuke perderse entre la multitud.
Entonces Sousuke comenzó a buscar a Rin entre la gente que se encontraba en las gradas. Al fin lo encontró, asientos más adelante de dónde había dejado a Haruka, se abrió paso en la multitud hasta que llegó junto a sus amigos y su pareja.
-Volví-habló Sousuke llegando a lado de los tres. Rin alzó una ceja e hizo una cara de molestia.
-¿Dónde estabas?preguntó.
-Me quedé saludando a Sasabe-san-respondió Sousuke-Mikoshiba, tengo que hablarte de algo-Susurró al oído de Mikoshiba.
Y en seguida ambos caminaron alejándose de los hermanos Matsuoka, poniendo como excusa ir por algo de comer.
-Nanase está aquí... ¿Qué hago?
Y Mikoshiba le miró con la ceja levantada, y se cruzó de brazos.
-¿Qué tiene? Dijiste que no lo verías más.-
Y Sousuke mordió su labio inferior y después soltó una risita denotando que había hecho algo no muy inteligente para su edad.
-De acuerdo, me atrapaste.
Y Mikoshiba frunció el entrecejo molesto, cosa que Sousuke captó de inmediato.
-Yo no lo busque, el fue quien me buscó a mi-Se defendió en seguida.
-Pues dile que estas con alguien.
-No puedo-aceptó desviando la mirada y llevándose una de sus manos a su nuca.
-¿Por qué? ¿Acaso serias capaz de perder la relación de tantos años y después de tantos problemas solo por un chiquillo que conociste en una cafetería?- Mikoshiba dio en el clavo, justamente donde más podía dolerle a Sousuke.
-No digas eso, no quiero perder a Rin. Es solo que no puedo decirle a Nanase la verdad; no te pido que me apoyes ni que apruebes mi conducta. Pero somos amigos, ¿no? Solo te pido que me comprendas.
Y Mikoshiba negó.
-No puedo comprender.
Sousuke frunció ligeramente el entrecejo y suspiró después.
-Entonces si no lo comprendes, ve y dile que tengo pareja y no pienso dejarla- Le dijo Sousuke con el ceño fruncido.
-¿Yo por qué?-preguntó Mikoshiba.
-Porque eres mi amigo.
Mikoshiba aceptó, sin más remedio por supuesto. No iba a ponerse a pelear con Sousuke por algo como eso. Era un cobarde, de eso no había ninguna duda.

Compraron algunas cosas para comer y ya volvían a sus respectivos lugares.
No fue hasta que Sousuke sintió un agarre suave en la manga de su camisa, y miró entonces a Haruka detrás suyo con la mirada fija en él. Miró también a Mikoshiba alejarse, sí, no se había percatado que Sousuke había sido atrapado por el fruto del Edén.
-Lamento que Nagisa te haya pedido que nos colaras. Pero esta mañana cuando veníamos para acá nos robaron-esa fue la excusa del joven de pálida piel.
Sousuke asintió con la cabeza, demostrando entonces que no pasaba nada.
En ese instante las luces se apagaron, sustituyendo entonces la iluminación del escenario con luces blancas y azules, suaves y tranquilas... Aún así, la oscuridad era la reina de aquel lugar.
Oscuridad, como el negro de su cabello.
Sousuke se quedó mirando a Haruka por unos momentos y después, pudo observar gracias a la luz escasa del lugar como los párpados de su dulce pecado cubrían sus globos oculares, sus pestañas eran largas, muy largas. Aunque sin llegar a la exageración.
Sus rostros se acercaron, y de nuevo su vista se mantuvo en los delgados y finos labios de Haruka que le rogaban a los suyos un abrazo.
Haruka... Cuanto lo amaba. Cuando al fin sus labios y los de Haruka se unieron, Sousuke sintió los delgados brazos de Haruka rodear su cuello, sintió sus manos rozar con su nuca y sus dedos enredarse en el su cabello; los dedos de Haruka eran delgados y largos, sus manos estaban frías, y eran pequeñas a comparación de las de él.
Sousuke entonces llevó sus manos a las caderas de Haruka atrayendolo más hacia él, rozando sus ropas.
Haruka... Haruka... ¿Qué haz hecho con Sousuke?
La gente ya no existía, los gritos y risas emocionadas no se escuchaban. Ahora ambos estaban en un Universo único y exclusivo para ellos.
Para Sousuke ahora más que nunca, Rin no existía.
Rin era algo fuera de lugar. Rin no formaba parte del jardín del Edén en dónde estaba.
Haruka... Pobre Haruka.
Si él supiera que su presencia solo terminará en caos.
Porque, tal vez si Haruka supiera que romperá el corazón de otra persona no lo haría.
Porque Haruka podrá ser inexpresivo, pero nunca lastimaría a alguien con intensión.
Y es porque Haruka no sabe que Sousuke está con otra persona.
Porque Haruka cree que es el único.

Sousuke rompió el beso finalmente por falta de oxígeno.
Llevó sus manos al suave rostro de Haruka y acarició sus mejillas, con una dulzura casi inimaginable. Pues, Haruka podría pensar que las manos de "Sou" podrían romper un muro si así lo deseará.
-¿Qué somos?-preguntó Haruka.
Sousuke soltó una risita y mordió el labio inferior de Haruka.
-Lo que desees que seamos.
Entonces Haruka frunció el entrecejo, ¿Qué clase de respuesta era esa? Sousuke notó aquel gesto y volvió a reír para después plantarle un rápido y suave beso en los labios.
-Seré lo que quieras que sea, novio, esposo... Lo que quieras.
Y Haruka apenas y sonrió, no porque no quisiera sonreír sino porque sus músculos risorios se lo impedían.

Mientras tanto, Mikoshiba llegaba, tratando de no chocar con la' oleada de gente que está reunida.
Gou está feliz, Rin no tanto.
En cuanto miró a Mikoshiba, buscó a Sousuke, pero para su sorpresa, no había rastro de Yamazaki Sousuke. Su entrecejo se arrugó y de nuevo clavó sus ojos ardientes por su color rojo cual fuego en Mikoshiba.
-¿Dónde está Sousuke?
Y Mikoshiba no entendió al principio, se giró hacia atrás notando que Sousuke había desaparecido.
-Estaba aquí hace un momento.
Rin entonces le empujó un poco, sólo para hacerlo a un lado y así comenzar a abrirse el paso entre la multitud.
Gou y Mikoshiba trataron de detenerlo, cosa que resultó en vano. Sousuke lograba cabrearlo a veces.
A unos metros, Haruka besaba los labios de Sousuke una última vez.
-Debo irme o Nagisa llamará al servicio de personas extraviadas.
Sousuke entonces rompió el abrazo con lentitud no sin antes apoderarse de los labios de Haruka una vez más.
Después Haruka le dio la espalda y caminó, no volteó puesto si lo hacía no podría contenerse las ganas de volver a sus brazos.
Gracias a eso no pudo ver él rostro de Sousuke al ver a Rin acercarse. Haruka y Rin se cruzaron, rozaron sus ropas, e incluso Sousuke podría jurar que los vio intercambiar miradas.
Su tensión arterial aumentaba, su pulso, su respiración.
¿Esto es lo que se llama adrenalina pura?

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