Sousuke se quedó mirando a Rin que se acercaba a él con una mirada de pocos amigos y no es para menos, no estaba nada feliz.
—¿Dónde estabas?—habló Rin con los brazos cruzados, exigiendo una explicación.
—Me perdí. Un sujeto se atravesó y perdí a Mikoshiba de vista. Ya sabes que mi sentido de la orientación no es muy bueno.
Rin alzó una ceja y después suspiró, era cierto, había olvidado que Sousuke en cuanto se trataba de orientación era como Bambi sobre el hielo.
—Se supone que íbamos a estar juntos, así que deja de perderte de una vez. Es molesto.
¡Había caído! Rin no vio nada de lo que sucedió con Haruka y eso lo hacía sentir mucho más tranquilo. Ahora más que nunca agradecía su falta de sentido de orientación.
Mientras tanto, en una sala, un joven se encontraba sentado, sus cabellos grises cubrían su frente y sus manos apretaban una mochila, estaba nervioso, sus pies se movían, sentía el sudor bajar por su frente, pegajoso.
—Ya puedes entrar—habló Ren, el joven de cabellos castaños que abría la puerta.
El joven asintió y tragó saliva comenzando a caminar, siguió la castaña cabellera del joven y después miró al hombre más poderoso de Tokio. Su nombre era Shigino Hayato.
—Vamos, entra—ordenó Hayato con una sonrisa.
El de cabellos grises se encaminó un poco, y después escuchó el "clac" de la puerta que se cerraba.
—Espero que hayas conseguido lo que te pedí...—y Hayato estiró su mano.
—Claro que lo traje... Pero recuerda que no es gratis.
Hayato soltó una suave risa, y después Ren se acercó a la silla del de mirada violácea y recargó sus manos en el respaldo de esta.
—Lo sé, Nitori-kun. Sé que una información así es importante, además acabas de fundamentar mi teoría: todos los ladronzuelos callejeros son tan estúpidamente ambiciosos—Habló Hayato con un ligero tono de burla y después abrazó a Ren por la cintura.Nitori gruñó en voz alta. Ese chico se veía por mucho, más joven que él y aún así, había logrado humillarlo... "Estúpido chiquillo", pensó Nitori.
—Entonces, ponle precio. Puedes ser tan exigente como desees... Yo pagaré lo que sea. Claro, siempre y cuando esté lo que busco.
—Una gran casa, una muy grande en un lugar muy apartado— Fue el precio por la mochila.
—Está bien. Dejame ver la mercancía. No compraré nada que no me sirva.Y entonces Nitori le acercó el bolso, Hayato lo tomó y leyó entonces el nombre bordado "Hazuki Nagisa-kun" soltó una risita y la abrió.
Ahí estaba.Una billetera negra con azul. La abrió y dentro de ella había una identificación. Ren estiró un poco el rostro para poder ver también, Hayato sonrió y miró a Ren mostrando entonces la identificación.
—Ren, haz un depósito en el banco para Nitori-kun. Él será libre de escoger su nuevo hogar.Y Ren afirmó con la cabeza, de algo debíamos estar seguros, Shigino Hayato era un hombre de palabra, no había ningún tipo de engaño tras esto.
Una vez Nitori se fue, Hayato tomó una vez más la identificación, Ren le abrazó por detrás rodeando el cuello de su pareja con sus brazos, se inclinó un poco más y le sonrió.
—No se parece a Matsuoka-san ni Yamazaki-san...
—Lo sé, y es porque no es ninguno de ellos. Su nombre el Nanase Haruka. Según la información, éste sujeto es algo importante para Sousuke—volvió a guardar la identificación dónde estaba, llevó sus manos a las de su pareja y las acarició con suavidad.
—Estoy seguro qué Nanase-san querrá recuperar sus cosas personales, pues no sabe en que manos habrán caído. Bien. Iremos a devolverlas.Varios días pasaron; días aparentemente normales, la familia Yamazaki-Matsuoka no tenía problemas, Sousuke había estado junto a Rin la mayor parte del tiempo, Haruka había estado trabajando, no había podido ver a "Sou", pero esperaba verlo pronto. Obviamente no lo demostraría jamás, pero anhelaba volver a verlo.
En la calle, Makoto y Rei caminaban hacia la casa de Haruka, ambos no habían hecho nada relevante, o bueno. Aparentemente así parecía.
—¿Te haz dado cuenta que Hazuki-san es algo "extraño" contigo?—preguntó Rei acomodándose los lentes.
—¿Extraño? ¿Ocurre algo con él?—preguntó Makoto volteando a verlo algo sorprendido.
Rei suspiró, ¿acaso no había notado como se comportaba el rubio cuenta estaba cerca de él? Incluso Rei que no era un experto en amor, lo había notado. Pues el rubio no se avergonzaba de expresar abiertamente sus sentimientos.
Bueno, no le sorprendió tanto, pues Makoto era muy distraído.
—Incluso yo, que no soy un teórico amoroso, me he dado cuenta de los sentimientos que tiene Hazuki-san contigo.
Makoto parpadeó perplejo, ¿De verdad? Soltó una suave risa y después observó a Rei.
—¡Cómo crees! Nagisa es así conmigo porque es amigo de Haru.
Rei se acomodó las gafas con cierto estrés. Su amigo podía ser demasiado torpe a veces.
Cuando ambos llegaron a la casa de Haruka, tocaron el timbre y de inmediato los atendió Nagisa con una sonrisa.
—¡Bienvenidos!—exclamó con alegría y después se hizo a un lado para dejarlos pasar—Haru-chan está en la cocina. No tardará.
Ambos afirmaron que estaba bien con un movimiento de cabeza y entonces Nagisa los guió hasta la sala.
Haruka llegó después quitándose el delantal azul qué llevaba y se sentó junto a ellos.
—La cena estará lista pronto—dijo.
—¡La comida de Haru-chan es pecado delicioso!—halagó Nagisa mientras sonreía con alegría.
—Lo sé, en el restaurante Haru siempre prepara cosas deliciosas—confirmó Makoto con una sonrisa dulce.
Haruka suspiró ladeando un poco el rostro, aunque no lo admitía le daba un poco de vergüenza que elogiaran así su comida. Aunque también lo hacía feliz.
Después de un rato de estar escuchando a Nagisa que hablaba sin parar, Haruka se levantó de su lugar disculpandose por ello. Rei se levantó en seguida detrás de Haruka diciendo que lo ayudaría, Haruka como siempre murmuró un "como quieras".
Rei comenzaba a sacar los platos cuando decidió romper el silencio.
—Tengo una duda...—y levantó entonces el rostro para ver a Haruka el cual también le observaba—usted lo ha notado también, ¿no?... A Hazuki-san le gusta Makoto.
Haruka entonces buscó la tetera y la colocó al fuego.
—Al parecer, Makoto es el único que no se ha dado cuenta de eso—respondió.
—¿Usted sabe qué él no amará a otro que no sea usted, verdad?—preguntó Rei.
—Makoto es mi amigo. Aunque lo desee no podré verlo como otra cosa. Si a Nagisa le gusta Makoto, pues puede conquistarlo. Así Makoto no seguiría esperando algo que nunca pasará.
Y Rei se sorprendió por tales palabras, porque Makoto tenía razón... Nanase Haruka no tenía tacto ni Delicadeza al decir lo que pensaba. Él era directo y sin rodeos.
Mientras tanto, en el hogar Yamazaki-Matsuoka, Rin y Gou habían salido de Iwatobi debido a unos pagos que debían realizarse en Osaka.
Por tanto, Sousuke y Seijuro estaban sentados en el sofá, ambos mirando el televisor, fue entonces que Mikoshiba miró a Yamazaki, le observó pensativo.
—¿Sigues pensando en Nanase, verdad?
Y Sousuke suspiró cerrando los ojos.
—Lo extraño, Mikoshiba.
Seijuro dio un suspiro y le tiró un golpe.
—¡Eres un hombre con pareja, Yamazaki!
Y Sousuke le observó molesto...
Aunque debía aceptar que Mikoshiba tenía razón
—Estoy cansado de que quieras lastimar a Matsuoka, pobre te ha soportado toda su vida y encima de eso tú estás jugueteando con Nanase...— en ese momento Seijuro se levantó tomando su chaqueta del perchero.
—¿A dónde vas?—preguntó Sousuke sorprendido.
—Voy a decirle a Nanase que estas con alguien y que se olvide de ti.
Mikoshiba no le dio tiempo de contestar pues ya había salido.
Gracias a que un día se dio a la tarea de seguir a Sousuke logró recordar la dirección de la casa, así fue como llegó al edificio.
Preguntó por Nanase Haruka en la recepción y después subió. Tocó el timbre varias veces y finalmente Haruka atendió, le miró por el interfono y Mikoshiba dijo:
—Nanase soy Mikoshiba Seijuro, tengo que hablarte de algo muy importante. Es de vida o muerte.
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Llevados por el deseo
RandomSousuke y Rin son una pareja envidiable, hay amor, ternura, pasión y confianza; Sin embargo cuando Sousuke es cambiado de zona de patrullaje, se enamora de un pecado. ¿Qué debe hacer? Escoger entre su amor de años, lleno de ternura y confianza, y su...