XIX
Una sensación de angustia crecía en el corazón de Ren, de una manera casi inexplicable, sentía miedo, no sabía que lo ponía así, ¿Habrá sido la pelea con Nitori?, pensó mientras se colocaba el pijama, nunca antes había pensado en que Nitori, sus planes, todo estuviera vinculado en un negocio tan sucio. Negó varias veces con la cabeza, ¿Y si así fuera, en qué le afectaba?, se miró en el espejo una vez más, no le diría nada a Hayato, si lo hacía quizá les iría peor. Aunque, ahora estaban en un aprieto por tener a Matsuoka Gou ahí.
Ren pensó en que su vida no fue buena cuando era niño, lo separaron de sus hermanos, sus padres murieron, y a pesar de eso, había encontrado una luz en Hayato; Hayato había hecho de su felicidad algo inexplicable, él lo había hecho sentir tan feliz, llevó una de sus manos a su pecho y la apretó con todas sus fuerzas. ¿Y si algo le pasaba a Hayato? Todas las noches vivía con aquella angustia, tenía miedo de que eso pasara, sin embargo negó varias veces con la cabeza, se dijo a sí mismo que eso no pasaría.
Salió del baño, Hayato estaba sentado a la orilla de la cama revisando algunas cosas, Hayato le miró con una sonrisa y con los ojos brillantes "Sí, soy muy feliz" se dijo, y después se subió a la cama y rodeó el cuello del de cabellos rosas en un abrazo, Hayato siempre olía tan bien, pensó, quería respirar ese aroma toda la vida.
—¿Ren, qué ocurre?—preguntó Hayato colocando sus manos sobre las del castaño, Ren simplemente recargó su rostro en su espalda, en su corazón no quería que amaneciera, si pudiera existir un reloj que detuviera el tiempo, sin dudarlo lo usaría, pensó en que quería que ese abrazo fuera eterno.
Hayato soltó una pequeña risa y después ladeó su rostro para poder verlo.
—Te amo, Ren—le susurró separándose de aquel abrazo para sustituirlo con un beso en los labios del castaño.
Hayato le miró con ojos vidriosos, y le sonrió asintiendo.
—Yo también te amo.
Hayato le quitó el fleco de la frente y depositó un suave beso en ella.
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Los pasos silenciosos, como de un gato empezaron a avanzar por el pasillo que conducía a la recamara principal, Hayato abrazaba a Ren, pero en un acto involuntario se dio la vuelta dándole la espalda, Ren dormía plácidamente en su cama, tranquilo, sin embargo algo sujetó su brazo, abrió los ojos asustado, y una mano enguantada le cubrió la boca, pudo ver los ojos grises de Nitori, al parecer también le miraban, fijamente, amenazante, giró la vista y lo vio, una aguja trató de moverse, pero ahí estaba esa mano impidiendo su movimiento, estaba tan paralizado por el miedo que no pudo hacer la gran cosa, sintió aquella aguja hundirse en su piel, traspasando su vena, ardiente, doloroso, su vista comenzó a nublarse, no lograba ver bien. "Hayato..." trató de decir, pero ya no podía ni hablar, Nitori salió de ahí y después se recargó en una de las paredes, estaba tan nervioso y se sentía tan culpable por lo que había hecho.
Un recuerdo brillante llegó a su mente, aquel día, cuando conoció a Hayato, él siempre había sido tan introvertido, y Hayato también. Ambos solían intercambiar un par de miradas en la biblioteca, a veces se sonreían, pero no pasaba de eso, los ojos púrpuras de Hayato... «Ren, ¿También te gusta ese autor? » la voz de Hayato mirándole de cerca llegó a su memoria.
«Ren, me gustas » aquella voz que lo había hecho tan feliz tantas veces «Ren, te amo» aquella sonrisa que siempre lo hizo tan feliz.
«Hayato, deberías dejar el pasado atrás» «Quiero dejar el pasado, pero si no resuelvo eso, nunca podría vivir mi futuro contigo » y las flores de cerezo comenzaron a caer, Hayato sonrió, lo recordaba, aquella amable sonrisa que siempre le regalaba.
«Algún día sonreirás de verdad » Hayato soltó una risa, aquella risa que tanto lo enamoraba.
Abrió los ojos, y aunque ya no podía ver nada, trató de buscar la mano de Ren, a tientas y con mucho trabajo, cuando al fin la halló, una lágrima cayó por sus orbes café.
—Te amo... Hayato...—susurró antes de cerrar los ojos, se quedó dormido, y poco a poco su respiración disminuyó y lentamente desapareció.
«Esperaré por ti, Hayato-kun... »
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La luz del Sol se filtró por la ventana, de la gran habitación, Hayato abrió los ojos despacio, y se levantó un poco, observó un poco a su alrededor y después vio la mano de Ren sobre la suya, sonrió y después se acercó al rostro del castaño que yacía con los ojos cerrados.
—Ren, buenos días...—pero no recibió respuesta alguna.
Volvió a hablarle, pero fue lo mismo, le movió pero no recibió ningún movimiento, le tomó por los hombros pero no despertó, su corazón latió con rapidez, no despertará nunca más.
—¡Ren!—las lágrimas salieron de sus ojos sin poderlo evitar, se abrazó al cuerpo del castaño, y lloró con todas sus fuerzas, Gou y Nitori llegaron a la habitación, Gou se sorprendió y se cubrió la boca con las manos, Nitori simplemente observó, sus manos temblaron.
"Siempre creí que yo era poderoso, imparable"
Las manos de Hayato recorrieron el frío rostro de Ren una y otra vez después de que el médico dijera que había muerto por un paro cardíaco.
"Cuando te conocí, tus grandes ojos café me sorprendieron, eran brillantes"...
"¿Esto es el pago que recibo por una venganza que no se ha consumado?"...
"Vuelve aquí, Ren"
"Vuelve"
"Vuelve..."
"Él no volverá..."
Y durante el funeral, Hayato no dejó de acariciar el ataúd, Ren siempre había sido un miedoso, nunca le gustó estar en un lugar encerrado, decía que era como estar en el auto en el que mataron a sus padres.
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—Ya está listo...—Habló Nitori al teléfono.
—Entiendo, ¿Cómo está Hayato?—preguntó la voz detrás de la línea.
—Muy mal...—respondió el de cabellos grises con culpa.
—Ya veo...—concluyó la voz de manera suave.
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Llevados por el deseo
RandomSousuke y Rin son una pareja envidiable, hay amor, ternura, pasión y confianza; Sin embargo cuando Sousuke es cambiado de zona de patrullaje, se enamora de un pecado. ¿Qué debe hacer? Escoger entre su amor de años, lleno de ternura y confianza, y su...